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Papa Francisco concede indulgencias por Año del Santo Nombre
Una celebración religiosa especial de un año de duración lanzada este mes por las monjas Clarisas y los frailes franciscanos en Irlanda ha recibido un gran impulso con la noticia de que el Papa Francisco ha otorgado su sello de aprobación al evento.
El cardenal Mauro Piacenza, que ostenta el título eclesiástico de cardenal penitenciario, ha informado a los frailes irlandeses y a las monjas de la ciudad de Galway que el Papa ha decretado que se concederá una indulgencia plenaria a los fieles irlandeses que participen en devociones en honor al Santo Nombre. de Jesús a lo largo de 2014.
Se cree que el interés del Papa Francisco en el año irlandés de devoción está relacionado con su especial afinidad con el carisma franciscano y su propia devoción al Santo Nombre de Jesús. En las elecciones de marzo pasado, optó por incluir el monograma IHS en su escudo papal.
Además de la concesión de una indulgencia plenaria, el Papa también ha decretado que las celebraciones tendrán el estatus de año jubilar.
En respuesta a la noticia, la madre abadesa de las Clarisas de Galway, una comunidad de clausura, dijo que estaban “emocionadas”.
Hermana Colette dijo IrlandaCatólica.net que el jubileo era aún más grande que la indulgencia, ya que era “un signo de la abundante misericordia de Dios. Es como la celebración de un aniversario de bodas”.
“Nunca soñamos que este centenario obtendría tal reconocimiento del Papa Francisco. Habíamos solicitado la concesión de una indulgencia especial, pero la concesión del estatus de Año Jubilar está mucho más allá de lo que esperábamos”, agregó.
La oficina romana responsable de conceder indulgencias, declaró que, el Papa Francisco… “expresando de muy buena gana su paternal benevolencia, concede un Año Jubilar con la Indulgencia Plenaria adjunta”.
En la misma semana en que se otorgaron el estatus de jubileo y la indulgencia, el Papa Francisco, cuyo escudo de armas papal presenta de manera prominente el monograma del Santo Nombre, tuiteó: “No podemos pensar en una Iglesia sin alegría. Esta es la alegría de la Iglesia: anunciar a todos el Nombre de Jesús”.
La noticia del Año Jubilar y la indulgencia llegaron cuando las Hermanas Clarisas se preparaban para una Misa de apertura del Año del Santo Nombre.
La Misa tuvo lugar el 3 de enero, Fiesta del Santo Nombre de Jesús, con la presencia de muchas ramas de la gran familia franciscana, así como familiares y amigos.
El P. Hugh McKenna, Ministro Provincial de la Orden Franciscana, cree que el Año es una oportunidad para que los cristianos reaviven en sus corazones el amor por el Santo Nombre de Jesús.
“Invocamos el Nombre de Jesús con tanta facilidad y muy a menudo con tanta despreocupación sin darnos cuenta del significado y el poder de este Nombre que ha sido venerado a lo largo de los siglos”, dijo.
El P. McKenna señaló en su homilía que “desde los primeros días del cristianismo, la gente comenzó a darse cuenta de que el Nombre de Jesús no era simplemente una serie de letras, sino que tenía un poder divino intrínseco”.
“Dondequiera que se pronuncie o muestre el Nombre de Jesús, se puede invocar el poder de Jesús para obtener paz, santidad y como protección contra el mal”, dijo.
La idea de celebrar este año especial surgió como resultado del descubrimiento por parte de las monjas Clarisas de que una ola de devoción para promover el Santo Nombre de Jesús comenzó después de un retiro en su monasterio dado por el fraile franciscano, el padre Francis Donnelly, en enero. 1914.
Durante el retiro predicó sobre la enseñanza de San Bernardino de Siena y el poder del Santo Nombre de Jesús y cuando terminó el retiro, las Hermanas erigieron una imagen del Santo Nombre de Jesús en su capilla.
Las Hermanas Clarisas ya no tienen esa imagen de 1914 pero decidieron erigir otra imagen del Santo Nombre de Jesús, un icono escrito por Lucho Álvarez, vecino de la localidad y amigo de la Comunidad para el año de devoción 2014.
Este icono fue erigido ceremonialmente durante la Misa de apertura del Año del Santo Nombre. Las Hermanas esperan que el ícono se convierta en un punto focal para renovar la devoción. “Es realmente hermoso y de alguna manera refleja la belleza de Dios”, dijo la Hna. Colette.
“Este es uno de los roles de los íconos en la Iglesia. Son mucho más que pinturas religiosas: son un punto de encuentro entre el cielo y la tierra y nos invitan a adentrarnos en el misterio que representan”.
“En el caso del Icono del Santo Nombre, es para invitarnos a una profunda intimidad y amistad con la persona de Jesús. Solo esto puede colmar los anhelos más profundos de nuestro corazón”.
Fue el padre Donnelly quien introdujo los azulejos YHS azules que se pueden ver sobre las puertas de muchas casas antiguas en Galway, Cork y Limerick, donde ministró, y en otros lugares como Ennis, Co Clare y Tuam, Co Galway.
Los azulejos representan una abreviatura del nombre de Jesús en griego y se colocaron sobre las puertas de las casas para invocar las bendiciones de Dios sobre los ocupantes.
“Cuando invocamos el Nombre de Jesús, Él está con nosotros y es Su Presencia la que nos da las gracias que necesitamos para hacer frente a los momentos difíciles”, explicó la Hna. Colette.
“Creemos que esta devoción es muy relevante para los tiempos que vivimos. La gente realmente está luchando con enfermedades, preocupaciones financieras y depresión, y está buscando serenidad en sus vidas. Simplemente invocar el Nombre de Jesús con confianza, desde el corazón, trae Su Presencia y Su poder a las situaciones en nuestras vidas con las que luchamos”, continuó.
Las Hermanas también han compuesto un himno para el año y tienen la intención de ponerlo a disposición para su descarga gratuita desde su sitio web, mientras que se ha creado un sitio web que explica la devoción: http://www.holyname.ie/
“La colaboración entre las Clarisas y los Franciscanos se remonta al Asís del siglo XIII”, según Sor Colette.
“San Francisco era muy consciente de que la oración es el alma de la misión de la Iglesia ya menudo pedía a Santa Clara que rezara por varias intenciones. En nuestros días, los sucesivos papas han recordado a la Iglesia en general el papel crucial que desempeñan las monjas contemplativas en la misión evangelizadora de la Iglesia. Por eso Santa Teresa de Lisieux fue declarada patrona de las misiones junto con San Francisco Javier”.
A lo largo de los siglos, los santos reconocieron el gran poder del Santo Nombre. San Bernardo de Clairveaux, por ejemplo, decía que el Nombre de Jesús “es medicina”.
“¿Está alguno entre vosotros triste? ¡Que Jesús entre en su corazón, y la boca le haga eco, diciendo Jesús! y mira! la luz de ese Nombre dispersa todas las nubes y trae de nuevo la luz del sol. …¿la desesperación te está conduciendo al lazo de la muerte? Invoca el Nombre de la vida, y la vida volverá al alma.” (San Bernardo)
En el siglo XIV, el gran místico inglés Richard Rolle escribió extensamente sobre el poder del Santo Nombre. Él dijo: “Si piensas continuamente en el nombre de Jesús y lo mantienes firme, eso limpia tu pecado y enciende tu corazón”.
Una indulgencia es la remisión de la pena temporal debida por el pecado cuya culpa ha sido perdonada y se deriva del tesoro de gracias conquistado por Cristo y de la misericordia infinita de Dios.
Al escribir sobre las indulgencias en el documento de preparación para el Gran Jubileo de 2000, el Beato Juan Pablo dijo: ‘La reconciliación con Dios no significa que no haya consecuencias duraderas del pecado de las cuales debemos ser purificados.
Es precisamente en este contexto que la indulgencia cobra importancia, ya que es expresión del “don total de la misericordia de Dios”. Con la indulgencia, el pecador arrepentido recibe una remisión de la pena temporal debida por los pecados ya perdonados en cuanto a la culpa.
Para obtener más información sobre el Año Jubilar, visite www.holyname.ie
