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Papa Francisco casa a 20 parejas en San Pedro
El matrimonio se trata de un hombre y una mujer que caminan juntos, con el esposo ayudando a su esposa a convertirse cada vez más en una mujer, y la mujer ayudando a su esposo a convertirse cada vez más en un hombre, dijo el Papa Francisco.
El pontífice habló en una misa en la que presidió el matrimonio de 20 parejas de la diócesis de Roma en la basílica de San Pedro el domingo.
Entre los novios y las novias había algunos que habían estado viviendo juntos.
El matrimonio anterior de un hombre había sido anulado, mientras que una de las mujeres tenía un hijo de una relación anterior.
Este fue el primer matrimonio que el Papa Francisco realizó en su papado de 18 meses. La última boda presidida por un Papa tuvo lugar bajo San Juan Pablo II en 2000.
Durante su homilía, el Papa Francisco recordó a las parejas que el matrimonio es “un camino exigente, a veces difícil ya veces turbulento”.
Calificó el matrimonio como un símbolo de vida, “la vida real: ¡no es ficción!”, subrayó.
En otra parte de su homilía, el Papa dijo que era imposible cuantificar la fuerza y la profundidad de la humanidad contenida en una familia y señaló la ayuda mutua, el apoyo educativo, las relaciones que se desarrollan a medida que los miembros de la familia maduran, el compartir alegrías y dificultades.
Las familias, dijo, son el primer lugar en el que nos formamos como personas y, al mismo tiempo, los “ladrillos” para la edificación de la sociedad.
Reconociendo las tensiones que pueden sufrir los matrimonios, dijo que algunas parejas casadas “se impacientan” con la vida conyugal y familiar.
“La dureza del camino les hace experimentar cansancio interior; pierden el sabor del matrimonio y dejan de sacar agua del pozo del Sacramento. La vida diaria se vuelve pesada, incluso “nauseabundo”, admitió.
El remedio que Dios ofrece al pueblo esto se aplica, de manera particular, a los esposos que “se han impacientado en el camino” y que sucumben a la peligrosa tentación del desánimo, la infidelidad, la debilidad, el abandono… es Jesús, explicó.
“Dios Padre da a su Hijo Jesús, no para condenarlos, sino para salvarlos: si ellos se encomiendan a él, les traerá la curación por el amor misericordioso que brota de la Cruz, con la fuerza de su gracia que renueva y pone a las parejas casadas y a las familias una vez más en el camino correcto”, dijo el Papa Francisco.
