Papa: encontrar también la cura para los grandes virus
“Un pequeño virus sigue ocasionando heridas profundas y muestra nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales. Mostró la gran desigualdad que reina en el mundo: desigualdad de ocasiones, de bienes, de acceso a la atención médica, a la tecnología, a la educación, millones de niños no tienen la posibilidad de ir a la escuela, etcétera”, dijo Francisco en la Audiencia General.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
“Sanar el planeta. Preparando el futuro adjuntado con Jesús que salva y sana”. Este fue el tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General, este miércoles (30/09), efectuada en el Pátio São Dâmaso, dedicada al tema de la pandemia del coronavirus.
El Pontífice recordó que “en las últimas semanas, a la luz del Evangelio, hemos meditado juntos sobre de qué manera sanar al planeta que sufre un malestar que la pandemia puso de manifiesto y acentuado”. “El malestar ahora existía. La pandemia la ha acentuado y incrementado. Recorremos los caminos de dignidad, desde el solidaridad y el subsidiariedadformas indispensables de fomentar la dignidad humana y bien común”, remarcó Francisco.
Como discípulos de Jesús, empezamos a continuar sus pasos optando por los pobres, repensando la utilización de los bienes y cuidando la casa común. En la mitad de la pandemia que nos aqueja, estamos anclados en los principios de la Doctrina Popular de la Iglesia, dejándonos guiar por la fe, la esperanza y la caridad. Aquí encontramos una asistencia sólida para ser agentes de transformación que sueñan en grande, no se detienen en las pequeñeces que dividen y duelen, sino se animan a producir un mundo nuevo y mejor.
Chillidos que nos exigen otro rumbo
El Papa destacó que le gustaría que este sendero continuara cuando concluya sus catequesis sobre el tema de la pandemia, que podamos continuar caminando juntos, “con la mirada fija en Jesús”, que salva y sana al planeta.
El Evangelio nos enseña que “Jesús curó a todos los enfermos, devolvió la visión a los ciegos, el habla a los mudos, el oído a los sordos. En el momento en que curaba patologías y enfermedades físicas, curaba asimismo el espíritu, perdonando los pecados, pues Jesús disculpa siempre, tal como los “dolores sociales”, incluyendo los marginados. Jesús, que moderniza y reconcilia a toda criatura, nos otorga los dones necesarios para amar y sanar como él supo llevar a cabo, para cuidar de todos sin distinción de raza, lengua o nación”.
Según Francisco, “para que esto ocurra realmente, requerimos contemplar y apreciar la hermosura de cada ser humano y cada criatura. Fuimos concebidos en el corazón de Dios. “Todos nosotros es fruto de un pensamiento de Dios. Cada uno de nosotros es amado, todos nosotros es amado, cada uno de nosotros es necesario». Además de esto, cada criatura tiene algo que decirnos acerca de Dios el Creador. Admitir esta verdad y dar gracias por los lazos íntimos de nuestra comunión universal con todos y cada uno de los hombres y todas las criaturas activa “una solicitud generosa y llena de inocencia”. Nos asistencia también a admitir a Cristo presente en nuestros hermanos y hermanas pobres y sufrientes, a encontrarlos y percibir su grito y el grito de la tierra que le hace eco”. Entonces añadió:
Movilizados desde adentro por estos gritos que nos exigen un rumbo diferente, denuncian cambios, vamos a poder contribuir a la curación de las relaciones con nuestros dones y capacidades. Podremos regenerar la sociedad y no volver a la llamada “normalidad”, que es una normalidad enferma, que estaba enferma antes de la pandemia. La pandemia lo ha acentuado. Ahora volvemos a la normalidad. No, eso no es bueno. Esta normalidad se encontraba enferma de injusticia, desigualdad y humillación ambiental.
Un pequeño virus prosigue ocasionando lesiones profundas
El Papa señaló que “la normalidad a la que estamos llamados es la del Reino de Dios, donde “los ciegos ven, los cojos caminan, los leprosos son limpiados, los suecos oyen, los fallecidos resucitan, el Evangelio es comunicado a los pobres”. …”. ¡No hagas el ridículo mirando para otro lado! En la normalidad del Reino de Dios el pan llega a todos y continúa, la organización social se apoya en aportar, comunicar y distribuir, no en tener, excluir y acumular. Estos 2 gestos, ¿verdad? Este es el ademán que desplaza a una sociedad, a una familia, a un barrio, a una localidad, a todos hacia adelante: dar, ofrecer, que no es dar limosna, no: es dar de corazón. Y no la retirada con egoísmo, el impulso de poseer y todo eso. La manera cristiana de hacer esto no es una forma mecánica: es una forma humana. No podremos salir de la crisis, mostrada por la pandemia, mecánicamente: con nuevos gadgets… ¡que son muy importantes! “Oiga, Padre, hay inteligencia artificial…”: es importante, nos hace avanzar. No tengas miedo de estas cosas, pero a sabiendas de que ni los medios mucho más complejos tienen la posibilidad de realizar una cosa: tienen la posibilidad de hacer muchas cosas, pero no tienen la posibilidad de llevar a cabo una cosa: la inocencia. Y la inocencia es el signo de la presencia de Jesús, acercándose a el resto para hacerlos avanzar, para sanar, asistir, sacrificarse por el resto. No lo olvides.
Un pequeño virus prosigue ocasionando profundas heridas y muestra nuestras vulnerabilidades físicas, sociales y espirituales. Mostró la enorme desigualdad que predomina en el planeta: desigualdad de oportunidades, de bienes, de ingreso a la atención médica, a la tecnología, a la educación, millones de niños no tienen la posibilidad de ir a la escuela, etc. Estas injusticias no son ni naturales ni inevitables. Son obra del hombre, provienen de un modelo de desarrollo desconectado de los valores más profundos. Desechos alimenticios. Desperdicio de comida sobrante. ¡Con estos restos es viable dar de comer a todos! Y esto logró que muchas personas perdiesen la promesa y aumentara la indecisión y la angustia.
“De ahí que, para salir de la pandemia, debemos encontrar una cura no solo para el coronavirus, sino asimismo para los enormes virus humanos y socioeconómicos. Y ciertamente no podemos esperar que el modelo económico subyacente al desarrollo injusto y también insostenible resuelva nuestros inconvenientes. No lo logró ni lo hará, pues no puede llevarlo a cabo, si bien algunos falsos profetas prosiguen prometiendo el “efecto dominó” que nunca llega”.
Has oído hablar del teorema de la copa: lo esencial es que la copa está llena y luego se derrama sobre los pobres y los demás, y ellos se quedan con las riquezas. Pero hay un fenómeno: la copa se comienza a atestar y cuando está casi llena, la copa crece y crece y jamás se desborda, nunca. ¡Manténganse alerta!
Haciendo un trabajo para producir buenas políticas
Según el Pontífice, “Debemos trabajar con urgencia para producir buenas políticas, para diseñar sistemas de organización popular que premien la participación, el cuidado y la generosidad, y no la indiferencia, la explotación y los intereses particulares. Hay que seguir adelante con inocencia. Una sociedad caritativa y equitativa es una sociedad más sana. Una sociedad participativa, donde los “últimos” se consideran como los “primeros”, fortalece la comunión. Una sociedad donde se respeta la variedad es considerablemente más fuerte a cualquier tipo de virus”.
El Papa concluyó su catequesis invitando “a poner este sendero de curación bajo la protección de la Virgen María, Nuestra Señora de la Salud. Ella, que llevó a Jesús en su seno, nos asista a tener seguridad. Animados por el Espíritu Santo, tenemos la posibilidad de trabajar juntos por el Reino de Dios que Cristo inauguró en este mundo al venir entre nosotros. Un reino de luz en la mitad de las tinieblas, de justicia en medio de muchos ultrajes, de alegría en la mitad de tanto dolor, de curación y salvación en medio de la patología y la desaparición. Dios nos conceda “hacernos virales” amar y globalizar la promesa a la luz de fe”.
Tras los pasos de San Jerónimo
Tras la catequesis, el Pontífice recordó que el día de hoy firmó la Carta Apostólica “Sacrae Scripturae effectus”, en el XVI centenario de la muerte de san Jerónimo. “Que el ejemplo de este gran doctor y Padre de la Iglesia, que puso la Biblia en el centro de su historia, despierte en todos un amor nuevo por la Sagrada Escritura y el deseo de vivir en diálogo personal con la Palabra de Dios”.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: encontrar también la cura para los grandes virus
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios