Papa: en estos tiempos el Gran Acusador parece perseguir la

Papa: en estos tiempos el Gran Acusador parece perseguir la

El obispo es un hombre de oración, se siente elegido y próximo a la gente. En su homilía en Casa Santa Marta, el Papa Francisco se enfoca en estos tres puntos que deben caracterizar a un obispo.

Debora Donnini-Localidad del Vaticano

En estos tiempos semeja que el Enorme Acusador persigue a los obispos y por eso es esencial que ellos recuerden que su fuerza es ser hombres de oración, saberse elegidos por Dios y permanecer cerca del pueblo.

En la homilía de la Misa conmemorada esta mañana en la capilla de Casa Santa Marta, el Papa meditó sobre este ministerio, inspirándose en el Evangelio de Lucas (Lc 6, 12-19) propuesto por la liturgia del día. El pasaje cuenta que Jesús pasa la noche en oración, y luego elige a los 12 Apóstoles -o sea, los “primeros obispos”- y después baja a los llanos y está entre la multitud que viene a escucharlo y ser sanado de enfermedades. .

cursos para obispos

Francisco hizo esta reflexión sobre la elección de los obispos como lo hizo Jesús por vez primera, asimismo a la luz de que, en este período en Roma, se están realizando tres tutoriales para obispos: un curso de actualización para obispos que han cumplido 10 años de episcopado – terminado estos días – uno para 74 obispos que están adelante de las diócesis de los territorios de misión – que por tanto hacen referencia a la Congregación de Propaganda leal – y uno con 130-140 obispos que forman parte a la Congregación de Obispos. Así pues, nuevos obispos: más de 200 en estos 2 tutoriales.

hombre de oracion

El primer aspecto fundamental es ser hombres de oración. La oración es, en efecto, “el consuelo que tiene un obispo en los momentos bien difíciles” –observa el Papa–, esto es, saber que “ahora mismo Jesús reza por mí”, “reza por todos los obispos”.

En esta conciencia, el obispo encuentra ese “consuelo” y esa fuerza que lo lleva por su parte a rezar por sí mismo y por el Pueblo de Dios. Esta es su primera tarea. San Pedro también asegura que el obispo es un hombre de oración cuando afirma: “Por nosotros, la oración y el anuncio de la Palabra”. No afirma: “Para nosotros, la organización de planes pastorales…”, subraya Francisco.

Un hombre que se siente elegido y es humilde

El segundo aspecto que resalta el Papa es que Jesús elige a los Doce y el fiel obispo sabe que él no eligió:

El obispo que ama a Jesús no es un escalador que va adelante con su vocación como si fuera una función, quizás mirando otra posibilidad de seguir y escalar: no. El obispo se siente elegido. Y está convencido de que fué escogido. Y esto lo lleva a dialogar con el Señor: “Tú me elegiste, que soy pequeño, que soy pecador…”: tiene humildad. Porque él, en el momento en que se siente elegido, siente la mirada de Jesús sobre su existencia y eso le da fuerza.

No te alejes de la multitud

Finalmente, como Jesús en el Evangelio de el día de hoy, el obispo baja a un espacio liso para estar cerca de la gente y no se distancia:

El obispo que no permanece distanciado del pueblo, que no adopta reacciones que lo lleven a distanciarse del pueblo; el obispo que toca a la multitud y se deja tocar por la multitud. No procurará cobijo con los poderosos, con las élites: no. Serán las élites las que criticarán al obispo; el pueblo tiene esta actitud de amor hacia el obispo, y tiene esta – por de este modo decirlo – esta unción particular: confirma al obispo en su vocación.

El Gran Acusador desea escandalizar a la multitud

Múltiples ocasiones durante la homilía el Papa reafirma que la fuerza del obispo es precisamente ser “un hombre de oración”, “un hombre que se siente elegido por Dios” y “un hombre entre el pueblo”:

Es bueno rememorar, en estos tiempos, cuando parece que el Enorme Acusador se ha liberado y persigue a los obispos. Es verdad, hay, todos somos pecadores, los obispos. Pero trata de exponer los errores, a fin de que se vean, para escandalizar a la multitud. El Gran Acusador que, como él mismo le dice a Dios en el primer capítulo del Libro de Job, “vaga por el mundo intentando encontrar cómo acusar”. La fuerza del obispo contra el Enorme Acusador es la oración, la de Jesús sobre él y los suyos; y la humildad de sentirse seleccionados y de mantenerse cerca del pueblo de Dios, sin ir hacia una vida aristocrática que les quite esta unción.

Oremos el día de hoy por nuestros obispos: por mí, por los que están aquí y por todos los obispos del mundo.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: en estos tiempos el Gran Acusador parece perseguir la
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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