Papa en el Ángelus: que los bienes materiales no se aparten del
Una vida efectuada según el estilo evangélico – amar a Dios con todo nuestro ser y amar al prójimo como Jesús lo amó – “es fuente de verdadera felicidad, al tiempo que la búsqueda desaforada de recursos y riquezas materiales es de forma frecuente fuente de incomodidad, de adversidad, de prevaricación, de guerra.”
Jackson Erpen – Localidad del Vaticano
Los recursos materiales son precisos para la vida, son un medio para vivir sinceramente y compartir con los más necesitados.
Las riquezas, no obstante, pueden aprisionar el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en el cielo.
Y la avaricia es fuente de incomodidad y de guerras.
De esta manera lo ha dicho el Papa a los una cantidad enorme de leales reunidos en la Plaza de San Pedro en Ángelus de este 18º domingo del Tiempo Ordinario, inspirando su reflexión sobre el Evangelio propuesto por la liturgia del día: “Sería hermoso que leyeras hoy el capítulo 12 de San Lucas, versículo 13.
Es una parábola bella que nos enseña una mucho”, recomendó.
Francisco empieza explicando la escena contada por san Lucas, en la que un hombre se pone parado entre la multitud y le pide a Jesús que le aclare una cuestión legal sobre la herencia familiar.
Pero Él no aborda el interrogante en la respuesta, y exhorta a sostenerse alejado de la avaricia, esto es, de la avaricia de poseer”.
Jesús entonces, “para disuadir a sus oyentes de esta búsqueda frenética de riquezas”, cuenta la parábola del rico orate, “que se cree feliz porque tuvo la fortuna de una cosecha excepcional y se siente seguro por los bienes acumulados”.
Por un lado, el rico, que pone ante sí “los varios recursos acumulados, los varios años que estos recursos semejan asegurarle, y tercero, la tranquilidad y el confort desenfrenados”.
Por otro lado, Dios se dirige a él, deshaciendo todos estos proyectos: “en lugar de “varios años”, Dios señala la inmediatez de “esta noche, esta noche vas a morir”; en vez del “goce de la vida” le presenta “dando la vida, devolverás la vida a Dios”, con el consiguiente juicio”.
Cambiando hormigón por fantasías
Frente la verdad de los varios bienes acumulados que fueron la base sobre la que el rico construyó su historia, la pregunta: “¿Y las cosas que has preparado, para quién van a quedar?”
El Papa recuerda entonces las peleas por la herencia, “tantas peleas familiares”:
“Y tanta gente, todos conocemos alguna historia, que a la hora de la muerte comienza a aparecer: los sobrinos, los nietos vienen a revisar: “¿Pero qué me pasa a mí?”, y se lo llevan todo”
Es en este contraste –enseña el Papa– “que se justifica la denominación de “orate” –porque piensa cosas que cree concretas, pero que son una fantasía– con las que Dios se dirige a este hombre.
Está ido, pues en la práctica negó a Dios, no contó con él”.
Al final, la observación del evangelista que “revela el horizonte al que todos nos encontramos llamados a ver”: “De este modo es con los que hacen para sí bienes, pero no son ricos para Dios”:
“Los recursos materiales son necesarios, son bienes, pero son un medio para vivir sinceramente y comunicar con los mucho más necesitados.
Jesús hoy nos invita a estimar que las riquezas pueden aprisionar el corazón y distraerlo del verdadero tesoro que está en los cielos.”
Busca las cosas que tienen verdadero valor
Asimismo en la segunda lectura propuesta por la liturgia del día, de la Carta a los Colosenses, São Paulo nos recuerda buscar las cosas de arriba, no las de la tierra, lo que no significa “escapar de la realidad”, explica el Santurrón Padre. :
“Esto – podéis entender – no significa escapar de la realidad, sino más bien buscar cosas que tengan verdadero valor: la justicia, la solidaridad, la acogida, la fraternidad, la paz, todo lo que constituye la auténtica dignidad del hombre.
Se trata de encaminarnos hacia una vida efectuada no según el estilo mundano, sino más bien según el estilo evangélico: amar a Dios con todo nuestro ser y querer al prójimo como Jesús lo amó, esto es, en el servicio y en el don de sí.
.”
La avaricia, fuente de disturbios y guerra
“El cariño, de este modo comprendido y vivido, es fuente de verdadera felicidad, al tiempo que la búsqueda desmesurada de bienes y riquezas materiales es con frecuencia fuente de inquietud, de adversidad, de prevaricación, de guerra”:
“La avaricia por los bienes, el deseo de tener bienes, no satisface el corazón, al revés, ¡te ofrece apetito! La codicia es como ese delicioso caramelo: tomas uno y dices: “¡Ay, qué bueno!”, y luego tomas otro y otro.
Así es la codicia: nunca se satisface.
ser consciente!”
“Que la Virgen María -pidió el Pontífice para acabar- nos ayude a no dejarnos fascinar por las seguridades pasajeras, sino más bien a ser testigos creíbles cada día de los valores eternos del Evangelio.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa en el Ángelus: que los bienes materiales no se aparten del
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios