Papa: el mundo clama “libertad”, pero siempre es más

Papa: el mundo clama “libertad”, pero siempre es más

Francisco celebró misa en la capilla de Casa Santa Marta y ha propuesto una reflexión sobre la libertad cristiana desde los ejemplos de Gamaliel, Juan, Pedro y exactamente el mismo Jesús.

Alessandro Di Bussolo y Bianca Fraccalvieri – Ciudad del Vaticano

¿Somos libres para proseguir a Jesús? ¿Nos encontramos libres de pasiones, ambiciones, modas? Estas son las preguntas con las que el Papa Francisco concluyó su homilía en la Misa celebrada el viernes en la capilla de Casa Santa Marta, donde comentó la primera lectura, de los Hechos de los Apóstoles, y el Evangelio de Juan sobre la multiplicación de los los panes y los pescados.

Gamaliel

La libertad de la que hablamos en este tiempo pascual, comenzó el Papa, es la libertad de los hijos que Jesús nos dio “con su obra redentora”. El primer libre sobre el que la Liturgia nos hace reflexionar es Gamaliel, el fariseo doctor de la ley que, en los Hechos de los Apóstoles, convence al Sanedrín a fin de que libere a Pedro y Juan de la cárcel por haber curado a un paralítico. Gamaliel, explicó Francisco, es un “hombre libre, piensa con la cabeza fría, les hace razonar”, les convence de que “el tiempo hace su trabajo”.

El hombre libre no teme al mismo tiempo: deja actuar a Dios. Da espacio a fin de que Dios actúe en el tiempo. El hombre libre es tolerante. Y este hombre era judío, no era católico, no reconocía a Jesús el Salvador, pero era un hombre libre. Elabora tu pensamiento, ofrécelo a los demás y será aceptado. La libertad no es impaciente.

Pilato también pensó con la cabeza fría, continuó Francisco, y se percató de que Jesús era inocente. “Pero no ha podido resolver el problema, porque no era libre, estaba atado a la promoción”, “le faltó el valor de la libertad por el hecho de que era ciervo del arribismo, de la ambición, de su éxito”.

pedro y juan

El segundo ejemplo de independencia es Pedro y Juan, “que habían curado al paralítico y en este momento estaban parado ante el Sanedrín”. En el final, el Sanedrín los libera, pero los hace golpear aunque sean inocentes.

Inmerecidamente castigados, recordó el Papa, “salieron del Sanedrín contentos de ser juzgados dignos de sufrir ultrajes en el nombre de Jesús”. “Esta es la alegría de imitar a Jesús – comentó el Pontífice. Es otra libertad: mucho más grande, mucho más gran, más cristiana”. Peter podría haber ido del juez y presentado un caso contra el Sanedrín, pidiendo una compensación. Y en cambio, se encontraba feliz como Juan, “por el hecho de que padecieron en el nombre de Jesús”. Tal vez recordaron las palabras del Maestro: “Bienaventurados cuando sean insultados y perseguidos por mi causa”.

“Fueron libres en el sufrimiento para seguir a Jesús”, explicó Francisco. Es la actitud cristiana: “Señor, me has dado mucho, has sufrido mucho por mí. ¿Qué puedo hacer por ti? Toma, Señor, mi vida, mi cabeza, mi corazón, todo es tuyo”.

Esta es la libertad del enamorado de Jesucristo. Sellados por el Espíritu Beato, con fe en Jesucristo. Tú lo hiciste por mí, yo lo hago por ti. También el día de hoy existen muchos cristianos encarcelados, torturados, que llevan adelante esta independencia: confesar a Jesucristo.

Jesús

El tercer ejemplo es exactamente el mismo Jesús, quien realizó el milagro de multiplicar los panes. Al final, la multitud se conmueve y Jesús entiende que “venían a llevarlo a cabo rey”. Luego se quita de nuevo sobre la colina. “Se distanció del triunfalismo. No se dejó mentir por este triunfalismo – comentó el Papa – era libre”.

Como en el desierto, cuando rechazó las tentaciones de Satanás “pues era libre, y su independencia era seguir la intención del Padre”. “Y acabará en la cruz. Él es el ejemplo de la mayor libertad: Jesús”. Él siguió la intención del Padre para restaurar nuestra condición de hijos.

Pensemos en este día en mi independencia, en nuestra libertad. Tres ejemplos: Gamaliel, Pedro y Juan; y exactamente el mismo Jesús, ¿mi libertad es cristiana? ¿Soy libre? ¿O soy esclavo de mis pasiones, de mis ambiciones, de tantas cosas, de las riquezas, de la tendencia? Parece una broma, pero ¡cuántas personas son esclavas de la tendencia! (…) Pensemos en nuestra independencia, en este mundo que está un poco “perturbado”, esquizofrénico, ¿no? Grita: “¡Independencia, libertad, independencia!”, pero es mucho más como un esclavo, un esclavo, un esclavo. Pensemos en esta independencia que Dios, en Jesús, nos da.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: el mundo clama “libertad”, pero siempre es más
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios