Papa: el inimaginable infierno vivido por los migrantes en el

Papa: el inimaginable infierno vivido por los migrantes en el

En la misa de celebración del 7º aniversario de la histórica visita de Francisco a Lampedusa, el Pontífice destacó que conocemos una “versión destilada” de lo que ocurre en los campos de detención en Libia. El Papa también volvió a avisar de la “globalización de la indiferencia”, “un pecado” de los cristianos de el día de hoy, que nos hace indiferentes al “encuentro con el otro” que es asimismo “un acercamiento con Cristo”. La invitación a la conversión – a reconocer a Jesús en los extranjeros, los pobres y los enfermos – fue renovada por el Pontífice en la misa de este miércoles (8), en Casa Santa Marta.

Andressa ColletVatican News

Han pasado siete años desde el primer viaje del Papa Francisco a Lampedusa, una isla entre Túnez y también Italia que, a los ojos del mundo entero, se convirtió en un símbolo de angustia y padecimiento para los inmigrantes que se vieron obligados a escapar de sus países. para batallar por la vida. Y miles ven interrumpido su sueño todos los días, cuando mueren adjuntado con la esperanza.

Acercamiento con los migrantes y con Dios

Lejos del Mediterráneo, pero siempre y en todo momento cerca de la narración de cada uno, está el Papa Francisco que, este miércoles (8), festejó una misa en la capilla de Casa Santa Marta. Junto a los colaboradores de la Sección de Migrantes y Refugiados del Discraterium para el Servicio del Desarrollo Humano Integral -los únicos que lograron formar parte en la liturgia, gracias a las limitaciones de la pandemia-, el Pontífice recordó aquel viaje que realizó en 2013 cuando encontró, en los ojos de cada migrante, el rostro de Dios.

La reflexión de Francisco en la homilía se basó precisamente en esta actitud, que es “primordial en la vida de quien cree”, como describe el Salmo Responsorial de hoy, que “nos invita a una búsqueda constante del rostro del Señor” (Sal. 104):

“La búsqueda del rostro de Dios es garantía del éxito de nuestro sendero en este planeta, que es un éxodo hacia la verdadera Tierra Prometida, la Patria celestial. El rostro de Dios es nuestro destino y es asimismo nuestra estrella polar, que nos deja no perder el rumbo”.

La alarma a la globalización de la indiferencia

El Pontífice trajo entonces a nuestros días el ejemplo del pueblo “perdido” de Israel, descrito por el profeta Oseas en la primera lectura (Les 10, 1-3.7-8.12). En ese instante, los israelitas vagaron “en el desierto de la iniquidad” por la distancia que han tomado del Señor por la “prosperidad y abundancia de riquezas” que produjo un corazón lleno de “patraña e injusticia”. “Es un pecado del que no los cristianos de el día de hoy son inmunes”, advirtió Francisco, recordando y haciendo más fuerte lo que dijo en 2013 sobre la “globalización de la indiferencia” creada por la presente cultura del confort, “que nos lleva a meditar en nosotros mismos” y acaba haciéndonos “indiferentes al llanto del resto”.

El llamado de Oseas a sembrar justicia y cosechar amor, buscando al Señor, ha dicho el Papa, nos llega el día de hoy “como una renovada invitación a la conversión”. Los 12 Apóstoles, como afirma también el Evangelio de hoy (cf. Mt 10, 1-7), “tuvieron la felicidad de encontrarlo físicamente en Jesucristo, el Hijo de Dios encarnado”. Fue un encuentro personal con el Señor, cara a cara, en el momento en que pudieron “fijar los ojos en su rostro, escuchar su voz, ver sus maravillas”:

“Este acercamiento personal con Jesucristo es viable también para nosotros, acólitos del tercer milenio. Guiados en la búsqueda del rostro del Señor, podemos reconocerlo en la cara de los pobres, los enfermos, los abandonados y los extraños que Dios pone en nuestro camino. Y este encuentro se convierte asimismo para nosotros en un tiempo de gracia y de salvación, invistiéndonos de exactamente la misma misión encomendada a los Apóstoles”.

Con motivo del 7° aniversario de la visita del Pontífice a Lampedusa, la Palabra de Dios refuerza la relevancia del “acercamiento con el otro” que es también “un encuentro con Cristo”. Acoger –o no– a quien llama a nuestra puerta, sea un extraño o un enfermo que necesita “ser encontrado y socorrido”, es acoger –o no– a Jesús, “en las buenas y en las malas”:

“Esa advertencia es de actualidad ardientemente actual. Todos deberíamos emplearlo como piedra angular de nuestro examen de conciencia períodico. Pienso en Libia, los campos de detención, el abuso y la crueldad que sufren los migrantes, los viajes de promesa, los rescates y los rechazos. ‘Cuantas veces hicisteis esto… me lo hicisteis’ (Mt 25, 40)”

La versión destilada de Hope’s Journey

Entonces, el Papa, en el final de su homilía, recordó el lado personal del ‘encuentro con Dios’ cuando describió el día del ‘encuentro con los inmigrantes de Lampedusa’. En su propio idioma, ha dicho el Pontífice, testimoniaron los sufrimientos y las cosas terribles por las que pasaron para llegar a Italia. Y los intérpretes trataron de traducir, “bueno, pero brevemente”, muy sucintamente. Al regresar al Vaticano, añadió Francis, una dama que había visto la transmisión y comprendía el idioma etíope de sus compatriotas, mencionó que la traducción era “una versión destilada” de toda la tortura y el sufrimiento por el que pasaron durante el viaje:

“Me brindaron una versión ‘destilada’. Esto pasa el día de hoy con Libia: nos dan una versión ‘destilada’. La guerra es mala, lo sabemos, pero no te imaginas el infierno que vive la multitud allí, en esos campos de detención. Y esta gente solo vino con promesa y cruzó el mar”.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: el inimaginable infierno vivido por los migrantes en el
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios