Papa: Atacar a un miembro de la Iglesia es agredir a la
“La condición de enfado -pues Saulo estaba enfadado- y la situación problemática de Saulo invitan a todos a preguntarse: ¿de qué manera vivo mi vida de fe? ¿Me marcho a localizar con otros o estoy en contra del resto? ¿Pertenezco a la Iglesia universal (buenos y pésimos, todos) o tengo una ideología selectiva? ¿Amo a Dios o amo las formulaciones dogmáticas? ¿De qué manera es mi vida religiosa? ¿La fe en Dios que profeso me hace amigo u hostil hacia los que son diferentes a mí?”
Manoel Tavares – Ciudad del Vaticano
El Beato Padre se reunió en la mañana de este miércoles (09/10) en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, con cientos de fieles y peregrinos de Italia y de diferentes países, incluido Brasil, para la frecuente Audiencia General.
En su catequesis semanal, el Papa reflexionó sobre el apóstol san Pablo, que se transformó de perseguidor en evangelizador. Este fue el instrumento que el Señor escogió.
A partir de este pasaje de los Hechos de los Apóstoles, el Papa citó el episodio de la lapidación de san Esteban, comparándolo con un joven llamado Saulo, figura que, junto a Pedro, es la figura mucho más presente e incisiva de los Hechos de los Apóstoles
Saulo, dijo Francisco, es descrito al principio como alguien que aprobó la muerte de San Esteban y quería “destruir la Iglesia”. Pero luego se convirtió en el instrumento escogido por Dios para proclamar el Evangelio a las naciones.
Con la autorización del Sumo Sacerdote, Saulo empezó a perseguir y arrestar a los cristianos, pensando que se encontraba sirviendo a la Ley del Señor. Y aquí el Papa recordó a los perseguidos por las dictaduras en el mundo, y explicó:
“El joven Saulo se presenta como una persona intransigente, esto es, intolerante con quienes opínan diferente a él, absolutiza su identidad política o religiosa y disminuye al otro a un potencial enemigo a batallar. Un ideólogo. En Saulo, la religión se transforma en ideología: ideología religiosa, ideología popular, ideología política”.
Solo después de ser transformado por Cristo va a enseñar que la auténtica guerra no es contra los hombres de carne y hueso, sino más bien contra los gobernantes de este planeta tenebroso y contra los espíritus malvados que inspiran sus acciones.
Aquí, Francisco invitó a todos a preguntarse de qué forma viven su fe:
“¿Voy contra el otro o estoy contra los demás? ¿Pertenezco a la Iglesia universal (buenos y malos, todos) o tengo una ideología selectiva? ¿Amo a Dios o amo las formulaciones dogmáticas? ¿De qué manera es mi vida religiosa? La fe en Dios que profeso me hace mucho más amable u hostil hacia los que no son iguales a mí?”
Pero mientras Saulo está empeñado en terminar con la red social cristiana, el Señor lo sigue para tocar su corazón y transformarlo a él. “Es el procedimiento del Señor: toca el corazón”, recordó el Pontífice. El Resucitado se le apareció entonces en el sendero de Damasco, hecho narrado tres ocasiones en el Libro de los Hechos de los Apóstoles.
A través del binomio “luz” y “voz”, propio de las teofanías – enseña Francisco – el Resucitado se le hace aparición a Saulo y le pide cuentas de su escandalo fratricida: “Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?”:
“Aquí, el Resucitado manifiesta su ser ‘uno’ con los que creen en él: ¡agredir a un miembro de la Iglesia es atacar al mismo Cristo! Asimismo los que son ideólogos, pues quieren la “pureza” –entre comillas– de la Iglesia, atacan a Cristo”.
Saúl se levantó y no vio solamente, porque se había quedado ciego; ese hombre fuerte, autoritario e independiente se volvió enclenque, necesitado y ligado de los demás porque no podía ver. ¡Ese acercamiento con Cristo lo deslumbró! Y Francisco reflexionó:
“Desde ese encuentro ‘mano a mano’ entre Saulo y Jesús Resucitado, comienza una transformación que muestra la ‘Pascua personal’ de Saulo, su paso de la desaparición a la vida: lo que antes era gloria se convierte en “basura” para ser desechada, para ser la auténtica ganancia que es Cristo y la vida en él.”
Pablo recibe el Bautismo, que marca para él, como para cada uno de nosotros, el comienzo de una vida novedosa, y va acompañado de una nueva mirada a Dios, a sí mismo ahora el resto, que de enemigos se hacen ahora hermanos en Cristo.
El Papa concluyó su catequesis pidiendo al Padre que “nos lleve a cabo experimentar también a nosotros el impacto de su amor, que solo puede transformar un corazón de piedra en un corazón de carne, capaz de acoger en sí exactamente los mismos sentimientos de Cristo”.
Al término de su catequesis semanal, el Santurrón Padre empezó a saludar a los conjuntos de peregrinos en diferentes idiomas, incluidos los fieles de lengua portuguesa, otorgándoles a todos su Bendición Apostólica.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa: Atacar a un miembro de la Iglesia es agredir a la
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
