Papa a los jóvenes italianos: caminar juntos nos hace uno
“¡Entonces no tengamos miedo! No nos alejemos de los lugares de sufrimiento, de derrota, de muerte.
Jesús, que venció la muerte y nos dio la vida, nos manda por todo el planeta para comunicar la Buena Novedosa a nuestros hermanos y hermanas”.
Manuel Tavares – Localidad del Vaticano
El Santurrón Padre salió de Casa Santa Marta este sábado por la tarde (11/8) y se dirigió al Circo Máximo, en el centro de Roma, para encontrarse con los jóvenes italianos.
Unos 40.000 jóvenes italianos realizaron recientemente una peregrinación a Roma titulada “Mil caminos” para encontrarse con el Papa Francisco, con vistas al próximo Sínodo de los Obispos sobre los Jóvenes.
El acercamiento de Francisco con la “Caravana de la Esperanza” se lleva a cabo en 2 etapas:
● este sábado 11, en el Circo Máximo de Roma: Vigilia de Oración, con cantos, medites y instantes de oración;
● mañana, domingo 12, en la Plaza de San Pedro: “Envío” de los jóvenes misioneros, bendición de la imagen de Nuestra Señora de Loreto y del Crucifijo, símbolos de la JMJ y Oración Mariana del Ángelus.
La primera etapa, este sábado: El Beato Padre fue aguardado por unos 70.000 jóvenes de prácticamente 200 diócesis, acompañados de sus respectivos obispos y sacerdotes.
Al llegar al Circo Máximo, en el corazón de Roma y cerca del Coliseo, el Papa fue recibido con entusiasmo y cantos por una cantidad enorme de jóvenes, que pasaban entre la multitud con el papamóvil.
Al ser recibido en el ámbito por una muchacha, recibió como regalo una virola de madera tallada, y luego respondió a las preguntas de ciertos jóvenes.
Tras este primer momento, comenzó el encuentro de oración, intercalado con cantos, lecturas y medites.
El mensaje del Papa a los jóvenes
El Santo Padre concluyó su encuentro con los jóvenes diciéndoles unas palabras:
En primer lugar, el Papa recordó la peregrinación a pie de los jóvenes, que por distintos caminos pasaron por ciudades y pueblos, respirando las alegrías y las adversidades, la vida y la fe del pueblo italiano, hasta llegar a Roma.
Entonces, citando el Evangelio de la Vigilia de Oración, Francisco meditó sobre los discípulos, quienes, informados por las mujeres sobre la resurrección de Jesús, se dirigieron apuradamente a la tumba del Profesor.
Disponemos tantas causas para correr en nuestras vidas, dijo el Papa, debido a la vida agitada y al poco tiempo que nos queda.
Pero a veces tenemos prisa, singularmente en el momento en que nos encaramos a un evento nuevo, hermoso o atrayente, o, para huír de una amenaza o peligro.
Los discípulos se dirigieron apresuradamente al sepulcro de Jesús porque han recibido la noticia de que el cuerpo del Profesor ya no estaba en el sepulcro.
En ellos se encendió la llama de la promesa de ver al Señor.
Quien mucho más corría era Juan, el más joven y el acólito amado por Jesús.
Desde ese momento, dijo el Papa, la historia cambió:
“La hora en que la desaparición parecía triunfar, de todos modos resulta ser la hora de su derrota.
Ni siquiera esa piedra maciza, puesta frente a la tumba, resistió.
De este modo, desde aquella mañana, en todas partes, donde la vida es oprimida, donde domina la crueldad, la guerra, la miseria, y donde el hombre es pisado y humillado, se enciende la llama de la promesa y de la vida”.
“¡Cuántas tumbas esperan hoy nuestra visita! Cuántos heridos, aun jóvenes, han sellado su sufrimiento poniendo una piedra encima”.
Por eso, dirigiéndose a los jóvenes presentes, Francisco dijo “sentir los latidos de sus corazones” como los de los discípulos; expresó su participación en su peregrinación, por los caminos de Italia y en sus pretensiones, impulsado por el Espíritu, que anima sus sueños juveniles.
Así, los exhortó a arriesgarse, con audacia, a ayudar a la construcción del Reino de Jesús en la tierra, por una humanidad mucho más fraterna.
Y el Papa reflexionó:
“La Iglesia precisa vuestro impulso, vuestras intuiciones, vuestra fe.
Caminando juntos estos días, les habéis dado cuenta de lo difícil que es estar a la vera de un hermano o una hermana, ¡pero también de la alegría! Caminar juntos nos hace un solo pueblo, el Pueblo de Dios”.
Los discípulos, al entrar en el sepulcro vacío, “vieron y creyeron”, ha dicho el Papa; debemos “ver y opinar”, en los signos de los tiempos, la cara invisible de Dios, revelado por Cristo.
Finalmente, Francisco dirigió el siguiente mensaje a los jóvenes: “No debemos tener miedo al sepulcro vacío, pues en él resplandece la victoria de la vida sobre la muerte.
Jesús no es un héroe inmune a la muerte, sino más bien el que la transforma con el don de la vida… la muerte no posee poder sobre él”.
Y el Papa concluyó:
“¡Conque no tengamos miedo! No nos alejemos de los sitios de sufrimiento, de derrota, de muerte.
Jesús, venció la muerte y nos dio la vida, nos envía por todo el mundo para anunciar la Buena Noticia a nuestros hermanos y hermanas.
De este modo, nuestra vida se transforma en carrera jubilosa y ilusionada hacia Jesús y los hermanos”.
Al final de la Vigilia de Oración, el Beato Padre regresó al Vaticano.
Por su lado, los jóvenes peregrinos siguieron su celebración, con testimonios personales, música y cantos, amenizados por la participación de célebres artistas y cantantes italianos.
Finalmente, como colofón a la primera etapa de su peregrinación a Roma, los jóvenes participaron en la iniciativa llamada “Noche Blanca”.
A lo largo de la noche, 19 iglesias de la Localidad Eterna estuvieron abiertas para acoger a los jóvenes que deseaban pasar momentos de oración, adoración eucarística, cultura y espiritualidad y formar parte del sacramento de la Reconciliación.
El segundo acercamiento del Papa con la Juventud de Italia tiene sitio este domingo 12 en la Plaza de San Pedro, donde la juventud italiana participará en la Santa Misa, encabezada por el cardenal Gualtiero Bassetti, presidente del Episcopado italiano.
Esperamos que le gustara nuestro articulo Papa a los jóvenes italianos: caminar juntos nos hace uno
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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