Padres nos dieron la vida, nunca los insultes,

Padres nos dieron la vida, nunca los insultes,

“Jamás, nunca, jamás insultes a el resto, progenitores. Nunca insultes al padre, a la madre. Nunca. Toma esta resolución interior. A partir de el día de hoy nunca insultaré al padre oa la madre de absolutamente nadie. Ellos nos dieron la vida. Jamás los insultéis”, fue el pedido del Papa Francisco en la catequesis de la Audiencia General de este miércoles.

Jackson Erpen – Localidad del Vaticano

¡Nunca insultes a los progenitores! “Vamos a poder empezar a honrar a nuestros padres con la libertad de los hijos adultos y con la aceptación misericordiosa de sus límites”, “cuando descubramos que el auténtico misterio ya no es ¿por qué?, sino ¿por quién?”. o eso pasó forjó mi vida.

“Honrar a la madre y al padre”. El cuarto mandamiento ha sido el tema de la catequesis del Papa en la Audiencia General de este miércoles, continuando su ciclo de reflexiones sobre el Decálogo. Francis nos pidió que nunca insultáramos a los padres. De Brasil estuvo presente un grupo del Colégio Beato Inácio, en Fortaleza.

El significado de “honor”

Francisco comenzó enseñando a las 13.000 personas presentes en la Plaza de San Pedro, en un miércoles con tiempo desequilibrado en la Ciudad Eterna, el concepto de este “honor”, que en hebreo indica gloria, valor, rigidez de una situación. Por ende, “honrar” significa reconocer este valor.

Si “honrar a Dios en las Escrituras significa admitir su realidad, estimar su presencia”, ofrecerle “el sitio que le corresponde en la existencia”, entonces honrar al padre y a la madre significa “admitir su importancia asimismo con actos concretos, que expresan distribución, cariño, cuidado” , pero no solo.

“Honra a tu padre y a tu madre, como el Señor te ha mandado, a fin de que tus días sean largos y prosperados en la tierra que el Señor tu Dios te ha dado”. El cuarto mandamiento –explica el Papa– “encierra un acierto”, o sea, “honrar a los progenitores conduce a una vida larga y feliz”.

lesiones de la infancia

De hecho, “la palabra “felicidad” en el Decálogo sólo hace aparición en relación con la relación con los progenitores”. Y esta sabiduría milenaria afirma lo que las ciencias humanas consiguieron llevar a cabo recientemente más de un siglo, a saber, que las huellas de la infancia marcan toda la vida:

“De forma frecuente puede ser simple de comprender si alguien medró en un ambiente sano y equilibrado. Pero de igual forma, sentir si un individuo proviene de experiencias de abandono o de violencia. Nuestra niñez es un poco como tinta indeleble, se expresa en deseos, en maneras de ser, si bien ciertos traten de ocultar las lesiones de sus propios orígenes”.

Reconocimiento a quienes nos pusieron en el mundo

Francisco señala que el cuarto mandamiento no habla de la bondad de los padres, ni les solicita que sean inmejorables, sino que “charla de un acto de los hijos, independientemente de los méritos de los padres, y afirma algo increíble y liberador”. :

“Si bien no todos los padres sean buenos y sólo algunas de las infancias sean sosiegas, todos los niños tienen la posibilidad de ser contentos, pues el logro de una vida plena y feliz depende del justo reconocimiento a quienes nos trajeron al planeta”.

“La realización de una vida plena y feliz es dependiente del justo reconocimiento de quienes nos colocaron en el mundo”

ejemplo beatos

El Papa destaca cuánto este cuarto mandamiento “puede ser constructivo para tantos jóvenes que vienen de historias de dolor y para todos y cada uno de los que sufrieron en su juventud. Varios beatos –y muchos cristianos– después de una niñez dolorosa vivieron una vida luminosa, porque, merced a Jesucristo, se reconciliaron con la vida:

“Pensemos en el Beato el día de hoy, pero el próximo mes en San Sulprizio, ese joven napolitano que hace 19 años terminó su historia reconciliado con muchos dolores, con tantas cosas, por el hecho de que su corazón estaba sereno y jamás había negado a sus padres. Pensemos en san Camilo de Lellis, que desde una infancia desordenada construyó una vida de amor y servicio; pero pensemos en santa Josefina Bakhita, que medró en una horrible esclavitud; o el beato Carlo Gnocchi, huérfano y pobre; y al mismo san Juan Pablo II, marcado por la pérdida de su madre a una edad temprana”.

El hombre, cualquier persona que sea su origen, «recibe de este mandamiento la guía que conduce a Cristo», en quien se manifiesta «el auténtico Padre, que nos ofrece renacer de lo prominente».

“Los enigmas de nuestra vida se iluminan cuando descubrimos que Dios siempre nos ha listo una vida de hijos suyos, donde cada acto es una misión recibida de él”.

Las lesiones como potencialidades

Nuestras lesiones -observó el Beato Padre- empiezan a ser “potencialidades” cuando, por felicidad, descubrimos que el auténtico enigma ya no es “¿por qué?”, sino más bien “¿por quién?”. Esto me sucedió, enseñando:

¿En vista de qué obra me forjó Dios a través de mi historia? Aquí todo se invierte, todo se vuelve hermoso, todo se regresa constructivo. Entonces tenemos la posibilidad de empezar a honrar a nuestros progenitores con la libertad de los hijos mayores y una aceptación misericordiosa de sus límites.”.

“¿En vista de qué obra me ha forjado Dios por medio de mi historia? ”

Jamás insultes al padre y a la madre.

“Honra a tus padres – exhortó el Papa. Ellos nos dieron la vida”. Y también hizo una solicitud:

“Si te alejaste de tus progenitores, mah, haz un esfuerzo y regresa, vuelve con ellos. Tal vez sean jubilados. Ellos te brindaron la vida. Y luego, entre nosotros existe esta costumbre de decir cosas feas, aun jurar. Por favor. Nunca, nunca, nunca insultes a los demás, a los progenitores de otras personas. ¡Nunca! Jamás insultes a la madre, nunca insultes al padre. ¡Nunca! ¡Nunca! Toma esta resolución interior. A partir de el día de hoy nunca insultaré a la madre o al padre de nadie. Ellos nos dieron la vida. Jamás han de ser insultados”.

Pero esta vida maravillosa, dijo el Papa Francisco en conclusión, se nos ofrece, no se nos impone. Renacer en Cristo es una gracia que se recibe de forma gratuita y es el tesoro de nuestro Bautismo, en el cual, por obra del Espíritu Santurrón, hay un solo Padre nuestro, el que está en los cielos”.

Esperamos que le gustara nuestro articulo Padres nos dieron la vida, nunca los insultes,
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios