OFICINA CENTRAL, 15 de julio. 21 / 08:14 am (ACI).- A Solidaridad cristiana en todo el mundo (CSW), una organización de derechos humanos con origen en el Reino Unido, condenó los ataques y raptos en Nigeria e instó a las autoridades del país a actuar con velocidad para salvar a los secuestrados. El reverendo Yunusa Nmadu, director ejecutivo de CSW, se mostró especialmente desconcertado por visto que las autoridades nigerianas no consideraran urgente la intervención en los secuestros.
Nmadu solicitó a las autoridades que desarrollen y promulguen tácticas de seguridad integrales y funcionales que puedan “detener los secuestros y asaltos contra personas que sencillamente están tratando de vivir sus mejores vidas”.
Un informe de CSW dice que el estado de Kaduna ha sufrido cinco asaltos institucionales hasta la fecha, en los que 204 estudiantes fueron secuestrados y 5 han fallecido.
El caso mucho más reciente es el del secuestro de 135 alumnos de Escuela Secundaria Bautista Bethel, el 5 de julio. Aunque ahora fueron rescatados 28 estudiantes, 107 continúan en cautiverio.
CSW informó que el 8 de julio, los secuestradores pidieron 10 bolsas de arroz importado, 20 bolsas de arroz local, 20 bolsas de frijoles, 10 barriles de aceite de palma, 10 cajas de condimento Maggi y 2 bolsas de sal, “para garantizar que los pequeños no te mueras de hambre”. Cuando el subdirector de la escuela les notificó que, en el plazo estipulado, sólo había logrado reunir nueve bolsas de arroz, una bolsa de frijoles, 2 cajas de Maggi, 2 barriles de aceite de palma y una bolsa de sal, él fue insultado y se cortó la comunicación. “Los secuestradores pidieron y luego rechazaron la comida pues era insuficiente. Esto significa que no tienen temor de ser detenidos fácilmente”, ha dicho CSW.
La organización de derechos humanos notificó que habitantes de Sabon Tasha, un distrito de Kaduna, bloquearon las vías que dejan la entrada y salida de la zona, el 8 de julio, en queja por el secuestro de 15 personas en la localidad.
El padre Nmadu asimismo informó que hombres armados atacaron el área de Ungwan Gimbiya en Sabon Tasha cerca de las 11 de la noche, hora local, el 7 de julio. Rompieron las vallas, dañaron los muros y forzaron las puertas para raptar a los vecinos.
Esa misma noche, 6 personas fueron liberadas por su estado de salud y los secuestradores demandaron 180 millones de nairas (más de 2 millones de reales) por los rehenes que aún se encuentran en su poder.
CSW enfatizó que la extensión de los raptos a este distrito principalmente cristiano en la metrópoli de Kaduna significa un debilitamiento de la seguridad en el estado, que en la actualidad es un epicentro de secuestros y vandalismo. Viajar en coche a Kaduna es increíblemente arriesgado debido al aumento de raptos.
La organización también informó sobre un ataque en julio contra la aldea de Warkan, en Kaduna, en el que fallecieron nueve personas y un número no concretado de personas resultaron heridas por atacantes, presuntamente del grupo extremista Fulani.
CSW dijo que se encontraba preocupado por la retirada de los agentes de seguridad gracias a la superioridad de las armas de los atacantes en algunos ataques en el norte de Nigeria.
“Esta situación es una amenaza existencial para Nigeria y pone en peligro la estabilidad de toda la zona”, ha dicho Nmadu.
El funcionario de CSW instó a las autoridades del país, “tanto estatales como federales, a equipar y desplegar fuerzas de seguridad para salvar a los rehenes de manera oportuna”, “resguardar a las comunidades vulnerables y volver a poner el orden”.
“También solicitamos a la red social internacional que brinde toda la asistencia técnica necesaria, con urgencia, para parar esta crisis antes de que sea demasiado tarde”, concluyó.
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