Ordenación “Ten siempre una palangana en las manos”

“Ponte tu hábito franciscano de pobreza y facilidad un delantal y nunca te lo quites.

Ten siempre y en todo momento una palangana en tus manos, siempre y en todo momento ten una jarra de agua en tus manos.

Hay muchos pies, muchas personas que necesitan y necesitarán tu servicio, vuestra diaconía”.

Fue con esta exhortación que Frei Marcos Vinícius Motta Brugger, de Minas Gerais, fue ordenado diácono este domingo (22/10), a las 19 horas, por Dom Edgar Xavier Ertl, obispo diocesano de Palmas/Francisco Beltrão, en la Matriz de San Pedro Apóstol, en Pato White (PR).

Dom Edgar reveló que esta fue su primera ordenación diaconal en la diócesis.

El párroco Fray Olivo Marafon dio la bienvenida al pueblo de Dios, a los celebrantes, eminentemente de las Fraternidades Franciscanas de la zona Sudoeste de Paraná y Santa Catarina, a los familiares y amigos del ordenando a esta fiesta de ordenación para el ministerio del servicio, la primera grado del sacramento del orden.

El Definidor Fray Gustavo Medella representó al Ministro Provincial, Fray Fidêncio Vanboemmel, ahora la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción.

Tras la Liturgia de la Palabra, comenzó el rito de la ordenación diaconal.

Fray Vanderlei da Silva Neves, en su calidad de diácono, llamó al candidato por su nombre.

Respondiendo “presente”, en señal de disponibilidad y respuesta generosa, el ordenado se colocó frente al Obispo.

Fr.

Gustavo, encargado del Ministro Provincial, presentó al candidato electo para el diaconado, pidiéndole a D.

Edgar que lo ordenara, dando fe de su idoneidad tal como de la aprobación del Gobierno Provincial.

Entonces, el ordenando, que hasta entonces se encontraba con sus padres, Sandra Regina y José Maurício Brugger, fue invitado a tomar taburete en el presbiterio.

Acogiendo la llamada y la misión que exactamente el mismo Señor le encomendó en aquel momento, fray Marcos confirmó frente a la Iglesia y su pastor su firme propósito de cumplir fielmente el ministerio diaconal y se postró en tierra, en señal de humildad, mientras que dom Edgar invitó a toda la comunidad a implorar, junto con todos los beatos de Dios, por este hermano elegido para el ministerio diaconal.

Tras la solemne imposición de manos por parte del obispo (en el rito de la ordenación diaconal, sólo el obispo es quien impone las manos, en contraste al presbiteral) y la Oración de Ordenación, fray Marcos fue cubierto con la estola diaconal por sus padres, recibió de manos del obispo el Libro de los Evangelios y el abrazo de paz del obispo y sus hermanos.

Luego continuó la celebración eucarística, ahora asimismo con la asistencia del neodiácono.

SIEMPRE SER UN SERVIDOR!

En la homilía, con referencia al Evangelio de San Juan, capítulo 13, Dom Edgar recordó que este es el Evangelio de la institución de la Eucaristía del Jueves Beato.

“La Eucaristía es servicio, esta bella imagen de Jesús, que se pone el mantón, toma una palangana, un delantal y sale lavando los pies a los acólitos.

Esto no es poesía.

Esto no es un poema.

Esta es una demostración de lo que el Señor ha podido llevar a cabo por nosotros”, ha dicho el obispo.

Llevas el hábito franciscano de pobreza y facilidad.

Ponte un delantal en este hábito y nunca te lo quites.

Ten siempre una palangana en tus manos, siempre ten una jarra de agua en tus manos.

Existen muchos pies, hay muchas personas, que precisan y precisarán tu servicio, vuestra diaconía”, destacó, recordando que el diaconado es el primer grado de la Orden de Servicio.

“Todos deberíamos ser diáconos.

Todos deberíamos ser siervos.

Y nosotros, los ministros organizados, más que nada, nunca debemos perder de vista este momento primordial de nuestra vida en la ordenación diaconal”, subrayó.

“Sed siempre diáconos, siempre servidores, estad siempre y en todo momento atentos a los que necesitan vuestros servicios.

Seguramente hay muchos, muchos.

Que este ademán del lavabo de los pies del Señor os sirva siempre de inspiración.

Miren siempre al Señor, a fin de que, como él, asimismo ustedes ‘se laven los pies unos a otros’.

Y Él dio el ejemplo.

Entonces, hermano Marcos, que este Evangelio te inspire bastante, y más que nada, que tu mirada se vuelva hacia exactamente los mismos preferidos por el Señor, exactamente los mismos a los que Jesús se dedicó con amor preferencial.

Tenlas ante tus ojos, tus manos, tu ministerio”, insistió.

“Quizás la definición mucho más hermosa del diaconado es este sistema de caridad, servicio de amor.

El lavado de pies es un gesto de amor.

El lavado de pies no es para muchas personas, sino más bien para aquellos que entienden lo que significa amar.

Amor de supones, amor de compasión, amor de servicio, amor de dejar caer, amor sin interés, amor de misericordia”, enseñó.

Refiriéndose al lema elegido por el ordenando de la Primera Carta de San Pedro – “El don que cada uno ha recibido, ponlo al servicio de los demás, como buenos administradores de los distintos dones recibidos de Dios” -, don Edgar pidió al fraile Marcos a poner el don que has recibido al servicio del resto.

“Pongan sus dones al servicio de la Iglesia, al servicio de la Familia Franciscana.

Esto significa ponerse al servicio del Reino de Dios.

Enriqueceréis bastante a la Iglesia con los dones que tenéis muchos”, dijo.

En el final recordó al hermano Marcos que está siendo un “siervo” en el Pontificado del Papa Francisco, quien “comprendió muy bien lo que significa ser un servidor”. “Siéntete muy feliz y bendecido por el hecho de que andas siendo ordenado en este Pontificado del Papa Francisco”, observó, pidiendo a fray Marcos que sea siempre “un diácono en salida”.

Fray Olivo y Fray Marcos dieron las gracias finales y el obispo Edgar pidió a la gente que rezara por las vocaciones.

Comunicación de la Provincia de la Inmaculada Concepción y TV Sudoeste de Pato Branco