RELIGION CRISTIANA

Ordenación de fray António Boaventura Zovo

PreparaciónEl 9 de enero, día del Bautismo del Señor, el equipo de preparación para la ordenación sacerdotal de fray António, compuesto por fray Vialino Piaia, fray Afonso, fray Chincocolo, fray José, fray Fábio y los jóvenes Edson y Filipe de la YOUFRA de Viana, llegó al pueblo de Subantando, que significa “rostro de la llanura”. Subantando se encuentra a 18 km de Cabinda, una de las provincias de Angola más ricas en petróleo y diamantes. Fuimos muy bien recibidos por el párroco de la parroquia de NS de Fátima, el P. Carlos Bambi. Los preparativos, durante la semana, contaron con la participación de mucha gente y estuvieron en pleno apogeo: las “mamás” con machetes y azadones deshierbaban y limpiaban. Los pintores, embelleciendo todo el entorno e inclusive los “palmadores” trepando, a la forma africana, a lo alto de las palmeras para agarrar el aceite de palma, la bebida llamada “Matchenvo”, y podar las hojas. El coro, con 150 voces ensayando las canciones. Toda la estructura del altar, toldos, hacían del campo de fútbol un ambiente precioso y litúrgico. En este sentido, deseamos destacar la figura del P. Carlos que con su dinamismo y liderazgo no se perdió de nada.

El primer día de preparación comenzamos en la matriz, con laudes y misa. Luego, y después del “juego del bicho”, nos dirigimos al pueblo de Champuto Rico. Recordando nuestro interior, allí se encontraba la pequeña comunidad aguardándonos. La celebración fue dinámica y bilingüe: portugués y también ibinda, el idioma local. La alegría de todos era visible, en tanto que él era el primer hijo de la zona en ser sacerdote.

en el segundo dia de los preparativos, en la matriz, Frei António logró el juramento de fidelidad. Iglesia atestada, desde temprano, atenta a la lectura del juramento de Frei António. En este día el pueblo visitado fue Banda Gembo. Presidió fray Afonso y dio a la misa un carácter vocacional, destacando la llamada de fray Antonio que, como Samuel, le preguntó múltiples ocasiones a Eli: ¿Me llamaste? En el final del día, todavía dimos un paseo hasta la fuente de agua que abastece al pueblo de Subantando. Fue un enorme ejercicio, puesto que la bajada fue bastante empinada. A lo largo de la caminata, todavía sobre el asfalto, fray Antonio nos cuenta que en tiempo de guerra él y unos quince jóvenes mucho más fueron “restregados” por las tropas y después puestos sentados en la pista y disparados, pero, por suerte del destino y protección de Dios, no fueron alcanzados.

En el tercer dia preparación para la Ordenación, durante la misa de la mañana en la iglesia parroquial, fray Antonio hizo la Profesión de Fe en frente de la comunidad y testigos. Después de la misa en la iglesia matriz, visitamos el pueblo de Chibodô, cuyo beato patrón es Santurrón António. Con toda la comunidad presente en la celebración eucarística, el equipo destacó que la vida y la búsqueda de una vocación es en ocasiones una auténtica pelea, como nos dice la lectura del libro de Samuel. El trabajo de la mañana concluyó con una entrevista para TV Pública de Angola (TPA).

en el cuarto día preparación para la ordenación, tras los compromisos en la Matriz, fuimos al pueblo de Luavo y hubo una misa y predicación vocacional. Fue grande la alegría de los pequeños que vinieron a nuestro encuentro y nos acompañaron caminando y cantando himnos típicos. Aún por la mañana, por estar cerca de la frontera del Congo Democrático, acompañados del catequista regional, hicimos una visita rápida a la feria instalada entre los 2 países (Angola y Congo Democrático). Por la tarde, antes de conocer al obispo diocesano, Don Filomeno do Nascimento Vieira Días, el equipo estuvo en la frontera de Congo Brazavil. Todos los días, tras la misa, se visitaban y bendecían las casas del pueblo, que siempre están cerca de la ermita. Por la parte de las comunidades del pueblo, hubo una enorme alegría por la ordenación. Todos y cada uno de los días nos acompañaban los párrocos y el catequista del pueblo. En todos los pueblos, tras la misa y bendición de las viviendas, tuvimos una comida ofrecida por la comunidad.

el quinto día estaba reservado solo para la matriz. Durante la misa de la mañana, encabezada por Fr. Angelo José Luiz, Presidente de la Fundación Imaculada Mãe de Deus de Angola, Fr. António leyó y firmó la declaración de que recibiría la Ordenación Sacerdotal por su intención. Tras la Misa, el equipo misionero escuchó confesiones, visitó y bendijo hogares. Tras la jornada laboral, aún teníamos fuerzas, junto a los equipos de trabajo, para poder ver la película Hermano Sol, Hermana Luna.

ordenaciónEl domingo 15 de enero de 2012, muy temprano, se llevaron a cabo los últimos preparativos. La multitud iba llegando de los pueblos en camiones, candongas, buses, carros particulares, motocicletas, una verdadera peregrinación. Calcular regalos siempre es un riesgo. Indudablemente estuvieron presentes mucho más de 4 mil personas. Correspondió a Fray Piaia y al P. Creé la animación de pedidos, bilingüe: portugués e ibinda. Se destaca: “Reunidos y unidos en Subantando – Cabinda, para participar en la Ordenación Sacerdotal del primer hijo de esa Comunidad Parroquial, Fray Antonio, Franciscano de la Orden de los Monjes Menores. Esta ordenación sacerdotal era soñada y aguardada por la familia del señor Eduardo y Teresa Partida. Era soñado y esperado por la parroquia de NS Fátima. Era soñado y aguardado por la Iglesia de Cabinda. Esta ordenación fue soñada y esperada por varios. En este día, el sueño y la espera se hacen realidad. Es el segundo “Hijo” (fraile) que la Fundação Imcaulada Mãe de Deus de Angola presenta para la Ordenación Sacerdotal. Al cumplir 22 años de presencia en Angola, nos encontramos contentos con este acontecimiento”. Fue con esta motivación que empezó la misa de ordenación.

El coro, con 150 voces, animó la celebración a la que asistieron curas, religiosos y religiosas, seminaristas, vocaciones de la diócesis y de distintas congregaciones. Dom Filomeno, al comienzo, resaltó: “…es importante que estemos aquí, por el hecho de que Subantando tiene la felicidad de esta enorme celebración”. Correspondió a fray Angelo presentar al obispo el candidato al ministerio sacerdotal. Fray Antonio ha dicho “presente” y, acompañado de sus progenitores, se levantó del medio de la asamblea y cantó el himno “Aquí estoy señor”, en Ibinda. Precioso instante. Abraza a sus progenitores y se pone de pie ante el obispo. En su homilía, Dom Filomeno destacó el rito de la Ordenación Sacerdotal. Cada parte, bien explicada, hacía una aplicación a la vida del sacerdote en su vida diaria. En el momento de la ordenación, como muestra de agradecimiento, un conjunto de cultura tradicional, con sus llamativo, anunció la alegría de tener un sacerdote ungido y confirmado. Concluida la ordenación, fray António fue conducido, por fray Angelo y el padre Carlos (párroco), por en la mitad de la reunión que no dejaba de aplaudir. Fue un instante muy emotivo. La tablilla estaba llena de varios regalos para Fray Antonio, tal como artículos de la tierra y símbolos. El mucho más expresivo de los símbolos fue “el arco que empleaban los palmadores para escalar a las palmeras y recoger líquidos y frutos. Esta actividad es muy propia de la región. Y de esta forma continuó la misa con la presentación de las ofrendas.

expresiones de gratitud: Fray Angelo habló representando a la Fundación y resaltó: “Agradecemos a Dom Filomeno por admitir organizar a Frei António. El Obispo nos aseguró que la Parroquia NS de Fátima sería un enorme acompañamiento. Esta fue una realidad que todos podemos consultar y sentir. Deseo expresar, representando a la Fundación Madre de Dios Inmaculada de Angola, mi agradecimiento al P. Carlos Bambi por el bello trabajo donde todo salió fantásticamente bien…”. El padre Carlos, representando a la parroquia, asimismo agradeció la presencia de todos y brindó información sobre de qué forma proseguirían las festividades. Frei António, por su parte, agradeció a todos. Resaltamos una parte de su alegato: “Que el Señor conceda gracias y bendiciones a cuantos, directa o de forma indirecta, se entregaron para que esta día se convirtiera en un proyecto realizado, en el que la entrega total y definitiva se concretara en el ministerio sacerdotal. Estáis seguros de que recibiréis lo que os está reservado del Señor; por el hecho de que respondiste a su petición caritativa expresada en la parábola del buen samaritano: cuídalo bien, y lo que gastes, te lo devolveré cuando regrese. (Lc 10,35).Partiendo del supuesto de que “no se logra el mérito sin batalla”, este suceso prodigioso fue también el resultado de múltiples sacrificios; pues, en el camino, no faltaron lágrimas y lamentos, menosprecios y abandonos, vejaciones y burlas; pero, como dice San Pablo: nada nos apartará del amor de Cristo: ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni apetito, ni desnudez (Rom 8,35).

A mis padres y familiares que son fuente y fundamento de mi “sí” al servicio del Reino y del Evangelio, superiores y formadores, va mi eterna gratitud; gracias sean dadas a Dios, a través de ustedes soy hecho ministro de su viña. Por supuesto ser reconocidos, por el hecho de que se dieron, se vaciaron para enriquecer el alpobbre del vivero… Una palabra digna de mención está apuntada al digno e inefable, Rvdmo. Carlos Bambi, por su enorme apoyo en las dos dimensiones, tanto material como espiritual, quien se comprometió con todas sus fuerzas…”

CelebraciónTras la misa de ordenación, Fray António recibió abrazos de todos en una extendida fila. Entonces, el neosacerdote fue llevado en una “arena” al rincón de la celebración, en una gran caravana, cantando. Fue un momento, diríamos “increíble”. Durante el almuerzo, que fue servido para todos, en un extenso espacio con bellos árboles nativos, actuaron grupos folclóricos. Lo más destacado fue el bahamas, que solo se muestran en enormes eventos. Son siete personajes míticos de la civilización tradicional. Piensa a alguien cubierto de hojas de plátano, con máscaras simbólicas, lonas y sin mostrar nada del cuerpo. Las fotografías están prohibidas. Al final de su presentación, se inclinaron frente al nuevo sacerdote en señal de que admiten y respetan la autoridad del sacerdote.

Concluimos pidiendo al Señor que proteja y bendiga a los 17 monjes de la Fundação Imaculada Mãe de Deus en Angola. Que resguarde y bendiga a los 5 hermanos alumnos en formación. Que la Madre de Angola sostenga a las 5 novicias y mucho más de 40 seminaristas en sus diversas etapas de formación. Afirmamos: Fue con gran alegría y emoción que participamos en esta ordenación. Fue una gran semana, una gran celebración, una enorme ordenación y una enorme celebración. Grande en múltiples sentidos: espiritual, preparación externa, acogida, ámbito, alegría, organización, disponibilidad de la comunidad… ¡Felicidades Subantando! Felicidades p. ¡Carlos Bambi! ¡Felicitaciones Fray Antonio! ¡Felicidades Cabinda! ¡Gracias, Fundación Inmaculada Madre de Dios de Angola! ¡Gracias, Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción de Brasil! ¡Gracias, Amadas Hermanas de Jesús! ¡Gracias, Eduardo y Teresa Zovo Partida! Mkuaça, buela mkuaça (aplausos, muchos aplausos).

Fray Vitalino Piaia


En su totalidad – PALABRAS DE AGRADECIMIENTO POR LA OCASIÓNDE LA ORDENACIÓN PRESBITERAL DE FREI ANTÓNIOSu Excelencia, Reverendísimo Don Filomeno do Nascimento Vieira Dias, Obispo de la Diócesis de Cabinda, Presidente de esta celebración.Reverendo Fray Angelo José Luiz, encargado del Ministro Provincial de la Provincia Franciscana de la Inmaculada Concepción de Brasil y Presidente de la Inmaculada Fundación Madre de Dios de Angola Pie. doctor Carlos Bambi, párroco de la circunscripción que nos acoge Magníficos rectores: del Seminario Mayor de Luanda, fr. doctor António Afonso Rodrigues y el P. José Bassanza, del Seminario Menor de Cabinda Su Excelencia, Sr. Maweto João Baptista, muy digno Gobernador de la Provincia de Cabinda, Su Excelencia el Sr. Bento Bembe, distinguido Secretario de Estado para los derechos humanos, Sr. Francisco Tanda, administrador municipal de Cabinda, y demás entidades gubernamentales y autoridades habituales Queridísimos hermanos, sacerdotes diocesanos, religiosos y religiosas de diferentes congregaciones, queridos amigos, ilustres colegas y seminaristas, Distinguidos invitados, Pueblo Santurrón de Dios,¡PAZ Y BIEN!


aquí estamos hic et nunc, para que en este día tengamos la posibilidad saborear lo hermoso que es estar reunidos bajo este techo de Cabinda por el Amor de Dios: es gracia, es amor, es divina providencia.El hombre, en su camino, es llamado abandonarse en las manos de Dios a fin de que conozca la realidad: la Verdad Dios, la Verdad Cristo, la Verdad Espíritu Santo. Es, pues, esta Verdad Trinitaria la que, en nuestros semblantes sonrientes y afables, distribuye la dulce fragancia del amor de Dios a nuestros hermanos y hermanas, a través de esta espléndida celebración.

Que el Señor conceda gracias y bendiciones a cuantos, directa o indirectamente, se entregaron a fin de que esta jornada se convirtiera en un proyecto cumplido en el que la entrega total y determinante se concretara en el ministerio sacerdotal. Estáis seguros de que recibiréis lo que les está guardado del Señor; por el hecho de que respondiste a su petición solidaria expresada en la parábola del buen samaritano: cuídalo bien, y lo que gastes, te lo devolveré en el momento en que regrese. (Lc 10,35).

Partiendo del supuesto de que “no se logra el mérito sin guerra”, este suceso milagroso fue asimismo el resultado de múltiples sacrificios; por el hecho de que, en el camino, no faltaron lágrimas y lamentos, desprecios y abandonos, vejaciones y burlas; pero, como afirma San Pablo: nada nos separará del amor de Cristo: ni tribulación, ni angustia, ni persecución, ni apetito, ni desnudez (Rom 8,35).

A mis progenitores y familiares que son fuente y motivo de mi sí al servicio del Reino y del Evangelio, superiores y formadores va mi eterna gratitud; gracias sean dadas a Dios, por medio de ustedes soy hecho ministro de su viña. Lógicamente son reconocidos, pues se dieron, se vaciaron para enriquecer el alpobbre del vivero. Y como ha dicho el Papa Gregorio Magno, “Despreciaron lo que ellos mismos habían sufrido y se preocuparon de que los acólitos no sufrieran ninguna desviación en su interior. Despreciaron en sí mismos las lesiones de sus cuerpos y curaron las lesiones del corazón a sus aprendices; mientras que sufrían pacientemente sus propios tormentos, continuaban instruyendo a sus prójimos, como médicos magnánimos cuando ellos mismos están enfermos: aguantan los dolorosos golpes de sus lesiones y proporcionan los antídotos precisos para la salud de los demás”.

La realidad esa, el brillo del día y de la vida, llamando a que todo se lleve a cabo y conduzca sobre la base de la humildad, la sencillez y la amabilidad; a usted, Sr. (s). Obispo(s), superiores, colegas, Pueblo santurrón de Dios, os solicito que me ayudéis a delinear mis pasos sacerdotales, aún arrugados, en la línea de las virtudes antes mencionadas.

Una palabra digna de mención está dirigida al digno e inefable, Rvdmo. Carlos Bambi por su enorme apoyo en ambas dimensiones, tanto material como espiritual, quien se comprometió con todas sus fuerzas, al punto de descuidarse de sí mismo, desestimando sus instantes de descanso y muchos otros trabajos que debió ignorar, priorizando este acontecimiento. , y por acoger a los que venían de otros sitios, dentro y fuera del país.

Queridísimas Hermanas de Jesús, que habéis hecho de la noche y del día un solo horario de trabajo, entendemos que no bastan nuestras palabras para deciros gracias, sino nuestro Dios, al que nada escapa, os recompensará con su bendición y su gracia. Ilustres benefactores que hicieron todo lo que es posible para que nuestra celebración transcurriera de forma maravillosa, reciban nuestro agradecimiento desde el fondo de nuestro corazón; permítannos indicar al Sr. Francisco Tando, el digno administrador municipal de Cabinda y su ejecutivo a quien guía con dedicación; el doctor. Lina Sambo, quien a lo largo de los preparativos de este acontecimiento nos honró con su presencia, trabajando al lado de las Hermanas para estar libres para apoyarnos en situaciones que evoquen una intervención médica; Extendemos nuestro agradecimiento a las fuerzas de seguridad, pues su presencia nos brinda tranquilidad y orden; a la Sra. Angelina Teresa Essinda Tchamwenho, por su dedicación y ayuda, a los medios de comunicación que, en el pasado y en este momento, nos hacen presentes en todo el territorio nacional en la televisión pública de Angola y en la Rádio Nacional, sea bendecido su trabajo querido hermano Gabriel Tchivela, OFMCap, que fue la predicadora del retiro alusivo a mi ordenación, mi seráfico agradecimiento. Al Reverendo P. Bassanza, ceremonial, ya la agrupación coral que con sus armoniosas armonías hacen relucir nuestra bella celebración, nuestro agradecimiento.

A los seminaristas: no os avergoncéis de asumir a Cristo en vuestras vidas, como ha dicho el Papa Benedicto XVI en el momento en que visitó este país: Cristo sea siempre y en todo momento la razón de vuestra existencia. Las dificultades hay y siempre y en todo momento existirán gracias a la limitada composición óntico-humana, pero como afirmaban los enormes baobabs de la historia humana, “es subiéndose a los hombros de los jubilados como se puede mirar más allá”. Poneos, pues, en las manos del divino Maestro, Él sabrá socorreros en los momentos bien difíciles.

A todos los aquí presentes, vuestras oraciones se elevan a mi favor ya nuestro favor, para que alcancemos la santidad de vida. De este modo alcanzaremos la gloria y cantaremos nuestras loas ante el Señor Constructor. Estimados hermanos y hermanas, ayúdame a vivir santamente este sagrado ministerio, para que de esta forma logre santificar al Pueblo que me ha sido confiado.

¿Qué decir aún más? Se terminaron las palabras, pero en una observación tierna y alimentada por el Espíritu Divino, digo afablemente: MI ETERNO RECONOCIMIENTO.

Fray Antonio Boaventura Zovo Baza

Botón volver arriba
Cerrar

Bloqueador de anuncios detectado

¡Considere apoyarnos desactivando su bloqueador de anuncios!