¡Oh Cruz de Cristo! – Oración del Papa Francisco
¡Oh Cruz de Cristo! – Oración del Papa Francisco
Oh Cruz de Cristo, símbolo del amor divino y de la injusticia humana, icono del supremo sacrificio por amor y del egoísmo radical por la locura, instrumento de muerte y sendero de resurrección, signo de obediencia y emblema de traición, patíbulo de persecución y estandarte de victoria
Oh Cruz de Cristo, aún hoy te observamos levantada sobre nuestros hermanos y hermanas asesinados, quemados vivos, decapitados y decapitados con espadas salvajes y silencio pícaro.
Oh Cruz de Cristo, todavía te vemos el día de hoy en los rostros agotados y asustados de niños, mujeres y personas que escapan de las guerras y la crueldad y frecuentemente no encuentran mucho más que la muerte y muchos Pilates con las manos lavadas.
Oh Cruz de Cristo, también el día de hoy te vemos en los doctores de la letra y no del espíritu, de la desaparición y no de la vida, que en vez de enseñar clemencia y vida, intimidan con el castigo y la desaparición y condenan a los justos.
Oh Cruz de Cristo, aún el día de hoy te observamos en los ministros infieles que, en lugar de despojarse de sus vanas ambiciones, desposeen aun a los inocentes de su dignidad.
Oh Cruz de Cristo, todavía te vemos el día de hoy en los corazones endurecidos de aquellos que juzgan cómodamente a el resto, corazones prestos a condenarlos hasta la lapidación, sin caer en la cuenta jamás de sus errores y faltas.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en los fundamentalismos y terrorismo de los seguidores de alguna religión que profanan el nombre de Dios y lo utilizan para justificar su crueldad sin precedentes.
Oh Cruz de Cristo, todavía te vemos el día de hoy en aquellos que desean sacarte de los sitios públicos y excluirte de la vida pública, representando a cierto paganismo laicista o aun en nombre de la igualdad que tú mismo nos enseñaste.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en los poderosos y en los traficantes de armas que alimentan el horno de las guerras con la sangre inocente de sus hermanos y que nutren a sus hijos con el pan lleno de sangre.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en los traidores que, por treinta piezas de dinero, dan muerte a alguno.
Oh Cruz de Cristo, todavía el día de hoy te observamos en los ladrones y corruptos que, en lugar de salvaguardar el bien común y la ética, se venden en el miserable mercado de la inmoralidad.
Oh Cruz de Cristo, todavía te observamos hoy en los necios que construyen depósitos para almacenar tesoros que perecen, dejando a Lázaro morir de hambre a sus puertas.
Oh Cruz de Cristo, todavía te observamos hoy en los destructores de nuestro “casa común» que arruinan egoístamente el futuro de las generaciones futuras.
Oh Cruz de Cristo, todavía te observamos el día de hoy en los ancianos dejados por sus familias, en las personas discapacitadas y en los pequeños desnutridos desechados por la sociedad de la cual formamos parte egoísta e hipócrita.
Oh Cruz de Cristo, todavía el día de hoy te vemos en nuestro Mediterráneo y en el Egeo, hecho cementerio insaciable, imagen de nuestra conciencia indiferente y drogada.
Oh Cruz de Cristo, imagen del amor sin fin y camino de la Resurrección, todavía hoy te observamos en la gente buenas y justas que hacen el bien sin buscar el aplauso o la admiración del resto.
Oh Cruz de Cristo, todavía el día de hoy te observamos en los leales y humildes ministros que iluminan las tinieblas de nuestra vida como candelas que se consumen de forma gratuita para iluminar la vida de los más pequeños.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te observamos en los semblantes de los religiosos y consagrados -los buenos samaritanos- que lo abandonan todo para vendar, en silencio evangélico, las lesiones de la pobreza y la injusticia.
Oh Cruz de Cristo, aún hoy te observamos en los misericordiosos que hallan en la misericordia la expresión más alta de la justicia y de la fe.
Oh Cruz de Cristo, todavía el día de hoy te vemos en personas sencillas que viven con alegría su fe en la vida diaria y en la observancia filial de los mandamientos.
Oh Cruz de Cristo, te observamos todavía hoy en los arrepentidos que, desde lo más profundo de la pobreza de sus errores, saben clamar: ¡Señor, acuérdate de mí en tu reino!
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en los Beatos y Santos que saben atravesar la noche oscura de la fe sin perder la seguridad en ti y sin esperar comprender tu enigmático silencio.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en las familias que viven leal y fructíferamente su vocación marital.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en los voluntarios que ampliamente ayudan a los necesitados y heridos.
Oh Cruz de Cristo, todavía el día de hoy te observamos en los perseguidos por su fe que, en el sufrimiento, prosiguen dando genuino testimonio de Jesús y del Evangelio.
Oh Cruz de Cristo, todavía hoy te vemos en aquellos que sueñan con el corazón de un niño y que trabajan cada día para hacer del mundo un espacio mejor, mucho más humano y mucho más justo.
En ti, Santa Cruz, vemos a Dios que quiere hasta el extremo, y observamos el odio que domina y ciega el corazón y la cabeza de los que eligen las tinieblas a la luz.
¡Oh Cruz de Cristo, Arca de Noé que salvaste a la humanidad del diluvio del pecado, sálvanos del mal y del malvado! ¡Oh Trono de David y sello de la divina y eterna Coalición, despiértanos de las seducciones de la vanidad! Oh grito de amor, despierta en nosotros el deseo de Dios, del bien y de la luz.
Oh Cruz de Cristo, enséñanos que el amanecer del sol es más fuerte que la obscuridad de la noche.
Oh Cruz de Cristo, enséñanos que la aparente victoria del mal se disipa ante el sepulcro vacío y frente a la seguridad de la Resurrección y el amor de Dios que nada puede vencer, obscurecer o debilitar.
¡Amén!
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Esperamos que le gustara nuestro articulo ¡Oh Cruz de Cristo! – Oración del Papa Francisco
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios
