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Obispo pide canonización de ‘Madre Teresa de Manchester’
Madre Isabel Prout
En el 200 aniversario del nacimiento de una hermana religiosa conocida como ‘Madre Teresa de Manchester’, el obispo local ha pedido a la gente que rece para que sea reconocida como santa y canonizada.
El obispo Mark Davies de Shrewsbury dijo que la Madre Elizabeth Prout se destacó por su trabajo y testimonio entre algunas de las personas más pobres de la Inglaterra victoriana.
Dijo que ella fue una “pionera de la educación” que fundó escuelas para los pobres industrializados y refugios para niñas de fábricas mientras “dedicaba su vida al servicio de los más abandonados”.
A los 28 años, Elizabeth se hizo monja y cuando le dieron un puesto de maestra en algunas de las zonas más pobres del Manchester industrial, trabajó entre los inmigrantes irlandeses que eran considerados lo más bajo de lo bajo en ese momento, así como con mujeres. , niños y trabajadores de fábricas.
En ese momento, Manchester estaba emergiendo como una importante ciudad industrial y las condiciones de vida eran tan malas que en 1844 Friedrich Engels, coautor de El Manifiesto Comunistalo describió como “este infierno en la tierra”.
Sin embargo, la Madre Isabel fue incansable en ayudar a los pobres y estableció una cadena de escuelas y albergues en las partes afectadas por la pobreza del noroeste de Inglaterra.
El obispo Davies predicó la homilía en la Catedral de Shrewsbury el miércoles 2 de septiembre, el bicentenario del nacimiento de la Madre Isabel en Coleham, Shrewsbury, donde su padre Edward trabajaba como tonelero en una cervecería local.
Destacó que la Madre Isabel llegó a Manchester durante el mismo período en que Karl Marx y Friedrich Engels visitaron la ciudad mientras se preparaban para escribir El Manifiesto Comunista.
Dijo que mientras los dos revolucionarios se unieron “para formular la teoría violenta del comunismo; una ideología”, la joven Hermana “se arriesgó a la violencia para entrar en las calles más oscuras y peligrosas de Manchester para llegar a los más necesitados”.
“Si Marx y Engels simplemente observaron la condición de los pobres, Isabel deseaba vivir y morir entre ellos”, dijo el obispo. “Se hizo hermana de los abandonados para que reconocieran su propia dignidad innata de hijos de Dios”.
A la misa asistieron miembros de las Hermanas de la Cruz y la Pasión, el instituto religioso cofundado por la Madre Isabel.
En su homilía, el obispo planteó la cuestión de qué nos puede enseñar ella, dos siglos después. “Dondequiera que la vida humana sea devaluada y descartada, en lo que el Papa Francisco describe hoy como una ‘cultura del descarte’, Isabel enseña cómo la dignidad humana y el verdadero progreso social están ligados al amor, al Amor Divino”, dijo.
“Frente a la abrumadora negación de la dignidad humana en los primeros barrios marginales industriales, Elizabeth dio pasos notables tanto en la educación como en la atención social que continúan mostrándonos cómo el sufrimiento humano siempre exige el servicio del amor, no solo los servicios públicos”.
Concluyó pidiendo oraciones “para que esta mujer de Shrewsbury, la Sierva de Dios Elizabeth Prout, sea pronto reconocida entre las Beatas de todo tiempo y lugar”.
La Madre Isabel había sido bautizada en la Iglesia Anglicana en Shrewsbury, pero fue recibida en la fe católica cuando tenía poco más de 20 años por el Beato Domingo, un misionero italiano que más tarde recibió a San Juan Enrique Newman en la Iglesia Católica.
Su trabajo entre los pobres atrajo a otras mujeres a unirse a ella, y más de 20 de ellas formaron una comunidad religiosa en 1857. El Papa León XIII aprobó el instituto en 1863 y Elizabeth, conocida bajo el nombre religioso de Madre María José, fue nombrada como primer superior general. Hoy, el instituto se conoce como las Hermanas Pasionistas y está presente en Gran Bretaña e Irlanda, Estados Unidos, Australia, Papua Nueva Guinea, Botswana, Chile, Argentina, Perú y Jamaica.
La Madre Isabel murió de tuberculosis en St Helens, Lancashire, el 11 de enero de 1864 a la edad de 43 años y fue enterrada en la ciudad, junto con sus compañeros pasionistas, el Beato Domingo y el Padre Ignatius Spencer, pariente de los Príncipes William y Harry, cuya causa de santidad está siendo examinado por el Vaticano.
Su propia causa de santidad fue presentada al Vaticano en 2008. Si se concluye que vivió una vida de ‘virtud heroica’, la búsqueda de dos milagros comenzará en serio: uno para declararla beata y el otro como santa.
