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Nueva comisión para acelerar las apelaciones por abuso
El Papa Francisco anunció el martes una nueva comisión del Vaticano, que se ocupará específicamente de las apelaciones del clero acusado de abuso sexual infantil.
El nuevo tribunal estará compuesto por siete cardenales u obispos elegidos por el Papa, quienes serán supervisados por la Congregación para la Doctrina de la Fe pero no necesariamente serán miembros de la CDF.
El portavoz del Vaticano, el padre Frederico Lombardi, dijo que el nuevo colegio tiene como objetivo abordar la acumulación de apelaciones de los clérigos acusados.
El rescripto papal que establece el colegio especial entra en vigor de inmediato, aunque los miembros designados para el colegio no han sido anunciados.
El edicto anunciando el desarrollo decía que “El Colegio es una disposición hecha por la Sesión Ordinaria de la Congregación para permitir una mayor eficiencia en la tramitación de los recursos de acuerdo con el art. 27 SST, sin modificación sustantiva de sus competencias establecidas en el mismo art. 27 acero inoxidable”.
Si una apelación se refiere a un obispo, “su apelación será examinada por la Sesión Ordinaria, que también podrá decidir casos específicos según el juicio del Papa. También podrán ser deferidos a la Sesión Ordinaria otros casos que decida el Colegio.”
Esto significa que la apelación de los obispos acusados debe ser escuchada por toda la congregación del Vaticano y no solo por la nueva comisión.
En mayo pasado, el Vaticano se refirió a la creación de una nueva comisión y al nombramiento por parte del Papa de un arzobispo argentino para una “comisión que se está estableciendo para examinar las apelaciones del clero por ‘delicta graviora’”.
El edicto actualiza un motu proprio de 2001 del Papa Juan Pablo II que especifica qué crímenes eclesiásticos la congregación del Vaticano reserva para juicio debido a su naturaleza grave.
Fue actualizado en 2010 por el Papa Benedicto XVI para incluir el “intento de ordenación sagrada de una mujer” junto con el abuso sexual de menores, la herejía, la apostasía y el uso indebido del sacramento de la penitencia.
Entre 2004 y 2013, el Vaticano expulsó del sacerdocio a 848 sacerdotes por abuso sexual infantil.
En otros 2.572 casos, se ordenó a los sacerdotes y religiosos no tener contacto con niños y retirarse a una vida de oración y penitencia.
