Nuestro Año Vocacional Diocesano

Estimados hermanos, el 1 de diciembre, al principio de un nuevo año litúrgico, el tiempo de Adviento, abrimos el año vocacional en nuestra Iglesia Diocesana. En 65 años de historia, el Año Vocacional será un tiempo especial para el camino de fe de todos y cada uno de los bautizados (SAV-PV) hacia nuestro Sínodo Diocesano, que acabó en las prioridades pastorales. Tiene 2 líneas de acción. Uno de carácter más provocador, que motive a nuestra juventud a tener el valor de arriesgarse por la promesa de Dios; y otra con corte de agradecimiento, en señal de amor y cariño a quienes, en nuestra diócesis de Santurrón André, ahora argumentan, con el ofrecimiento de su vida, al llamado del Senhor da Messe.

Queremos despertar novedosas vocaciones, singularmente sacerdotales, cuidando las que disponemos. Específicamente, el Año Vocacional no pretende desbordar nuestra composición pastoral, muy viva y dinámica en las comunidades. En los encuentros que se realizarán en los diferentes niveles de la Iglesia -parroquial, regional o diocesana- el Año Vocacional entrará como signo de provocación y reflexión, a fin de que todos podamos adherirnos en nuestra vida, como misioneros, a una auténtica cultura vocacional.

Cabe nombrar que cada zona pastoral ahora empezó a acoger un Icono del Buen Pastor, como esencial referente cristológico de nuestra fe, afirmando que es por Él, con Él y en Él que queremos crear nuestra vida. Durante este período, con un calendario ya establecido, tendremos la peregrinación de este precioso instrumento vocacional por las parroquias de las diez regiones pastorales. A finales de noviembre del presente año, Festival Vocacional SA se sumará a la Día Nacional de la Juventud, junto a todas nuestras pastorales, movimientos y grupos, en un enorme “Acercamiento Diocesano” en el final, signo fraterno y de comunión de esta peregrinación vocacional que nuestra Iglesia Antes de CristoPaulista habrá cubierto Para terminar, como no podía ser de otra forma para un animador vocacional, te dejo con una pregunta: ¿Ya has aceptado el llamado del Señor en tu vida? Que este tiempo conveniente nos asista a meditar, en nuestra vida y en nuestras parroquias, sobre la voluntad de Dios para cada uno de ellos, a fin de que se cumpla con amor, fidelidad y alegría. Protege a tu sacerdote, reza por las vocaciones y anima a los hermanos de tu comunidad, singularmente a los jóvenes, a acoger la llamada del Señor.

Jorge Luis Gomes BonfimSeminarista Diocesano