“¡Nuestra vida y nuestra presencia en este mundo son fruto de una vocación divina!”

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“¡Nuestra vida y nuestra presencia en este mundo son fruto de una vocación divina!”

El Sínodo de los Obispos se reúne el próximo mes de octubre para debatir la relación entre los jóvenes, la fe y la vocación.

El tema del plan de Dios para los hombres y mujeres de todas las épocas está en el centro del mensaje del Papa Francisco para la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones de 2018.

En el mensaje, el Pontífice subraya que las personas no son víctimas del azar ni se ven arrastradas por una serie de hechos inconexos; al contrario, ¡su vida y presencia en este mundo son fruto de una vocación divina!

“Aún en medio de estos tiempos difíciles, el misterio de la Encarnación nos recuerda que Dios viene continuamente a nuestro encuentro. Él es Dios-con-nosotros, que camina por los caminos a menudo polvorientos de nuestras vidas”, escribe el Papa.

En otra parte de la 55ª Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones, el Papa Francisco subraya que es necesario escuchar, discernir y En Vivo para permitirnos desarrollar nuestros talentos y hacernos instrumentos de salvación en el mundo y guiarnos a la felicidad plena.

“Nunca descubriremos la vocación especial y personal que Dios tiene para nosotros si permanecemos encerrados en nosotros mismos, en nuestra manera habitual de hacer las cosas, en la apatía de quien derrocha su vida en su pequeño mundo. Perderíamos la oportunidad de soñar en grande y de jugar nuestro papel en la historia única y original que Dios quiere escribir con nosotros”, advierte el Papa.

También destaca que hoy en día escuchar es cada vez más difícil en una sociedad llena de ruido, sobreestimulada y bombardeada por la información.

“El ruido exterior que a veces prevalece en nuestras ciudades y nuestros barrios suele ir acompañado de nuestra dispersión y confusión interior”.

Este ruido impide que las personas se detengan a contemplar y reflexionar sobre los acontecimientos de su vida, oa realizar su trabajo con confianza en el plan amoroso de Dios, y hacer un discernimiento fecundo.

“Sin embargo, como sabemos, el reino de Dios viene silenciosa y discretamente (cf. Lk 17,21), y sólo podemos recoger sus semillas cuando, como el profeta Elías, nos adentramos en lo más profundo de nuestra alma y nos abrimos al susurro imperceptible de la brisa divina (cf. 1 kilogramo 19:11-13).”

Hay una gran necesidad de discernimiento y de profecía para resistir las tentaciones de la ideología y la negatividad, y descubrir, en nuestra relación con el Señor, los lugares, los medios y las situaciones a través de los cuales Él nos llama, afirma el Papa.

Todo cristiano debe crecer en la capacidad de “leer dentro” de su vida y de comprender dónde y a qué él o ella está siendo llamado por el Señor, para llevar a cabo su misión.

La alegría del Evangelio, que nos abre al encuentro con Dios y con los hermanos, no tolera nuestra lentitud y nuestra pereza, subraya.

“No nos llenará el corazón si nos mantenemos junto a la ventana con la excusa de esperar el momento oportuno, sin aceptar hoy mismo el riesgo de tomar una decisión. ¡La vocación es hoy! ¡La misión cristiana es ahora! Cada uno de nosotros está llamado, ya sea a la vida laical en el matrimonio, a la vida sacerdotal en el ministerio ordenado, o a una vida de especial consagración, para convertirse en testigo del Señor, aquí y ahora”.

No debemos esperar a ser perfectos para responder con nuestro “sí” generoso, ni tener miedo de nuestras limitaciones y pecados, sino abrir el corazón a la voz del Señor.

“Escuchar esa voz, discernir nuestra misión personal en la Iglesia y en el mundo, y finalmente vivirla en el hoy que Dios nos regala”.

Por otra parte, un nuevo estudio ‘Religious Vocations in Ireland – Challenges and Opportunities’ realizado por la Dra. Noelia Molina en nombre de Vocations Ireland ha descubierto que un factor importante en la promoción de las vocaciones es el compromiso con la pastoral juvenil.

Los participantes del estudio, promotores vocacionales y directores vocacionales en varias congregaciones religiosas, así como seis religiosos jóvenes, también sugirieron que la crisis vocacional en la iglesia irlandesa es una crisis de liderazgo.

Los promotores de vocaciones mencionaron la falta de apoyo de los líderes religiosos para el ministerio de vocaciones, así como la falta de visibilidad, un clima social y mediático negativo hacia las instituciones eclesiásticas y los obispos que crean competencia entre “montones de órdenes” al traer nuevas congregaciones al país.

La mayoría de los encuestados cree que los dos desafíos principales para quienes consideran la vida religiosa hoy en día son manejar sus expectativas de la vida religiosa (60 %) y el aislamiento y la falta de compañeros en la vida religiosa (60 %).