Nuestra Señora de Monte Claro (Jasna Gora – Czestochowa)
Nuestra Señora de Monte Claro (Jasna Gora – Czestochowa)
La pintura milagrosa de la Virgen polaca, pintada sobre madera, se considera entre las imágenes más antiguas de la Madre de Dios. Según la leyenda, fue pintado en Jerusalén por San Lucas, cuando María aún vivía, sobre una mesa hecha por San José. Cuentan los historiadores que la sagrada efigie fue encontrada por Santa Elena, quien se la obsequió a su hijo, el emperador Constantino, y que esta reliquia permaneció en el palacio imperial de Constantinopla hasta el año 431.
Algunos especialistas piensan que la imagen polaca es únicamente una copia efectuada en el siglo V de la famosa pintura de San Lucas,
Lo cierto, sin embargo, es que la sagrada imagen, tras pasar por múltiples propietarios, terminó en manos del príncipe Ladislau Opocayk, quien, dedicándose a la protección de la Virgen María, venció a los tártaros y lituanos. Después de estas enormes victorias, Ladislao quiso llevarse al santurrón milagroso a sus propiedades, pero los caballos en cuyo carro iba la imagen, se detuvieron cerca del pueblo de Czentochowa y no había fuerza humana para hacerlos caminar. No obstante, tan pronto como sacaron la pintura del vehículo, los animales se pusieron en movimiento inmediatamente. Observando en esto la voluntad de la Madre de Dios, el príncipe polaco decidió que la imagen continuara en ese sitio, al lado de la jasna gora (Monte Claro) y ordenó la construcción de un monasterio y una iglesia, que se convirtió en casa de la pintura sagrada en 1382 y continuó por medio de los siglos el trono de la Virgen María.
La pintura primitiva fue rota en 1430 por algunos nobles, sectarios de la herejía de João Huss y el templo saqueado, pero los monjes del convento recogieron los trozos de la histórica efigie y el rey Jagiello ordenó a pintores extranjeros que la restauraran.
A pesar de esta destrucción, el número de peregrinos al santuario de Czentochowa nunca cesó y la población, en sus adversidades, se volvió hacia la Virgen de Monte Claro, recibiendo de ella la mayor prueba de amor y protección.
La cristianización de Polonia empezó en 966, en el momento en que el príncipe Miesko I, bajo la predominación de su mujer checa Dobrowna, se convirtió al cristianismo y recibió el bautismo con su corte. Desde ese momento, Plonia se convirtió en el baluarte de la Santa Sede en Europa del Este, continuando allí al lado del Papa cada vez que la Iglesia necesitaba su asistencia. Fue también el rey polaco John Sobieski quien, en 1683, infligiendo una destacable derrota al ejército otomano en Viena, logró terminar a la expansión turca musulmana en el corazón de Europa.
En todas y cada una de las celebraciones del centenario de la cristianización del país, los leales peregrinaban al santuario de Jasna Góra, aun en el momento en que Polonia estaba dividida y sus provincias anexadas a las naciones vecinas. En 1966, cuando se conmemoraba el milenio de este acontecimiento, el Cardenal Wyszynski organizó una secuencia de programas religiosos, que acabaron con enormes festividades en la localidad de Czentochowa y cientos de polacos, pese al boicot del gobierno comunista, fueron a las solemnidades celebradas en la gran plaza frontal a la basílica de Jasna Góra, en un emotivo homenaje a la Santa Protectora. Hoy en día, la Iglesia católica en Polonia cuenta con el apoyo de una gran parte de la población, especialmente una vez que uno de sus hijos ilustres, el cardenal Karol Wojtyla, fuera escogido Papa con el nombre de Juan Pablo II.
La imagen de la Patrona fue traída a Brasil por integrantes de la colonia polaca establecida en Curitiba y puesta en la Iglesia de Santo Estanislau, donde se mantiene viva la devoción a Nuestra Señora de Monte Claro, coronada Reina de Polonia en 1925 por el Papa Pío XI. En 1966, celebrando el milenio de Polonia, la efigie de Nuestra Señora de Czentochowa fue llevada en multitudinaria procesión, en Río de Janeiro, desde la Rua 7 de Setembro hasta la Catedral Metropolitana, donde se celebró una misa solemne el 25 de mayo, al cargo del Cardenal Dom Jaime de Barros Cámara.
Durante la estancia del Papa Juan Pablo II en Brasil, en 1980, SS rezó la ceremonia religiosa en Curitiba en oposición al cuadro que se adora en la iglesia de Santurrón Estanislau. Un gran número de competidores ataviados con trajes típicos regionales, probando de esta forma el arraigado amor del pueblo polaco, que incluso al otro lado del océano veneran con cariño a su Patrona, una de las tantas Vírgenes Negras que pueblan el folclore de las devociones marianas en Europa del Este.
En su escudo de armas papal puso una enorme cruz, la letra M y las palabras: TOTUS TUUS, que significa: Todo tuyo – Todo de María.Cabe mencionar asimismo la fecha de 1982, cuando se festejaba el 600 aniversario del reinado materno de la Virgen de Czestochowa, y el Papa Juan Pablo II tenía un enorme deseo de ir en lo personal a agradecer a María la protección maternal de su patria, pero el gobierno comunista no lo dejó, trasladando la peregrinación a 1983. Y merced a la benevolente protección de la Virgen, Polonia se liberó del yugo comunista.
Incontables son los milagros de curaciones y conversiones de pecadores, al entrar al Santuario de la Virgen de Czestochowa. María espera a todos y asiste para quienes la reconocen como Madre de Dios y siguen las huellas de su Hijo Jesucristo.
Iconografía:
La imagen de Nossa Senhora de Monte Claro es una pintura sobre Madeira, de estilo bizantino, que recuerda un poco a la Virgen del Perpetuo Socorro.
María aparece de medio cuerpo, vestida con una túnica bordada en oro y con la cabeza cubierta por un velo adornado con los mismos dibujos que la túnica. Su mano derecha está sobre su pecho y trae, sentado sobre su brazo izquierdo, al Niño Jesús, vestido con un camisón, que le cubre las piernas. El Niño Dios sostiene un libro en su brazo izquierdo y acaricia a su Madre con su mano derecha.
El marco original está engastado con piedras extrañas y joyas muy finas donadas por devotos. Las cabezas de María y Jesús están rodeadas de halos y sobre la de María está la corona de perlas que le fue ofrecida por el pueblo polaco en el instante de su coronación como Reina de Polonia.
Oración:
“Oh María, querida Nuestra Señora de Częstochowa, mira con amabilidad a tus hijos en este mundo atribulado y pecador. Abrázanos a todos con tu amor maternal y protección. Resguarda a nuestra juventud de los caminos impíos; ayuda a nuestros queridos jubilados, a los enfermos ya los que se preparan para su eterna Pascua. Sé el escudo de los pequeños indefensos y nuestra fortaleza contra todo pecado. Ahórrate a tus hijos todo el odio, la discriminación y la guerra. Llena nuestros corazones, nuestros hogares y nuestro planeta con la paz y el cariño que proviene de Tu Hijo, a quien con tanta ternura sostienes en Tus brazos. ¡Oh Reina y Madre, Patrona de Polonia y de San Juan Pablo II, sé nuestro consuelo y fortaleza! En el nombre de Jesús, oramos. Amén.”
Fuente: sitio web de la Academia Marial
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Nuestra Señora de Monte Claro (Jasna Gora – Czestochowa)
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
