No te apoyes en tu propio entendimiento Significado (KJV)

Confía en el Señor con todo tu corazón; y no te apoyes en tu propia prudencia.” (Proverbios 3:5 RV)

El libro de Proverbios contiene cientos de consejos escritos para enseñar al lector cómo ser sabio (Proverbios 1:1-2). El concepto bíblico de sabiduría significa, en resumen, vivir de acuerdo con la voluntad de Dios expresada en la Biblia.

Veamos lo que el sabio escritor tiene que decir acerca de nuestro propio conocimiento y entendimiento cuando se trata de ser un siervo sabio del Señor.

#1 Sabiduría de Dios vs. Sabiduría humana

La Biblia es muy clara acerca de nuestra habilidad natural para obtener conocimiento y entender, y cuán pequeños son ese conocimiento y entendimiento de la sabiduría de Dios. El profeta Isaías escribió: “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dice Jehová. Porque como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9 RV).

¿Te imaginas la distancia entre las afueras del universo y nuestro planeta? Esta ilustración muestra cuán imposible es para nosotros comprender la distancia entre nuestros pensamientos y los pensamientos de Dios, y nuestra sabiduría y Su sabiduría.

El apóstol Pablo escribió acerca de cómo no podemos comprender hasta qué punto la sabiduría de Dios está por encima de nuestra sabiduría natural en Romanos 11:33-36. Comienza exclamando: “¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios!” (Romanos 11:33 RV). Luego pasa a expresar bellamente la supremacía de Dios.

Él es el creador (Apocalipsis 4:11); somos su creación (Génesis 1:27). Si podemos observar el mundo que nos rodea y aprender de él, es porque Él nos hizo así. Si tocamos una superficie caliente, nos quemamos y aprendemos a no volver a tocarla, es porque Él nos dio esa capacidad. Pero ten en cuenta que como Él creó todo, Él lo sabe todo. No necesita experimentar para aprender. Es imposible para nosotros comprender cuán superiores son el conocimiento y la sabiduría de Dios a los nuestros.

#2 ¿Podemos confiar en nuestra sabiduría natural?

Sabemos que Dios nos dio una habilidad natural para obtener sabiduría y conocimiento. También sabemos que son muy limitados. ¿Significa eso que Dios no quiere que usemos nuestra sabiduría y conocimiento? ¿Deberíamos ignorar todo lo que hemos aprendido?

Necesitamos prestar mucha atención a lo que dice el texto bíblico. El escritor de Proverbios nos dice que no nos “apoyemos en nuestro propio entendimiento” (Proverbios 3:5 NVI). Eso significa que no debemos confiar en nuestro propio entendimiento porque es demasiado limitado.

¿Qué deberíamos hacer en su lugar? La respuesta está en la primera parte de ese versículo: “Confía en el Señor con todo tu corazón” (Proverbios 3:5 NVI). Nótese que, en aquel entonces, los escritores bíblicos consideraban el “corazón” no solo como el centro de las emociones humanas sino también de la mente y la voluntad. Para ejemplos sobre la asociación del corazón con el pensamiento y la toma de decisiones, véase Proverbios 5:12, 10:8 y 15:28.

Por lo tanto, podemos usar nuestro conocimiento y sabiduría, pero no debemos confiar en ellos. En su lugar, debemos poner nuestra confianza en el Señor. De hecho, Dios usa nuestra habilidad natural para obtener conocimiento y sabiduría (nuestro entendimiento) para enseñarnos acerca de Él. Él usa nuestra habilidad de aprender de nuestros errores para mostrarnos Sus caminos. Pero debemos reconocer nuestras limitaciones para que podamos estar listos para ser corregidos por la Palabra de Dios, cambiar de opinión y seguir Su voluntad.

#3 La verdadera sabiduría es cuestión de confiar en el Señor

Salomón escribió: “Porque Jehová da la sabiduría; de su boca sale el conocimiento y la inteligencia” (Proverbios 2:6 RV). También escribió: “El temor de Jehová es el principio de la sabiduría, y el conocimiento de lo santo es la inteligencia” (Proverbios 9:10 RV).

No hay verdadera sabiduría fuera de Dios. Él es quien nos lo revela, a través de Su Palabra. Nuestra capacidad de aprender, combinada con la obra del Espíritu Santo en nosotros, es lo que nos permite obtener la verdadera sabiduría, comprenderla y ponerla en práctica (1 Corintios 2:14). La sabiduría bíblica no es solo una cuestión de información en nuestro cerebro. Tiene que ser práctico. Es cómo vivimos una vida que agrada al Señor (Proverbios 1:1-4).

La sabiduría de Dios podría no tener sentido de inmediato para nosotros (1 Corintios 1:27-29). Puede ser difícil entender que debemos amar a nuestro enemigo (Mateo 5:44), o valorar a los demás por encima de nosotros mismos (Filipenses 2:3), por nombrar solo algunos ejemplos. Pero una vez que tenemos “la mente de Cristo” (1 Corintios 2:16 RV), podemos entender esas cosas y veremos que son buenas (Santiago 3:17). Pero necesitamos aprender a confiar en el Señor, incluso si Su voluntad no tiene mucho sentido al principio.

Conclusión

El sabio rey Salomón nos enseñó una lección importante. La verdadera sabiduría está fuera del alcance de nuestras habilidades naturales. Necesitamos entender nuestras limitaciones y ser humildes, para que podamos ser guiados por el Señor a través de Su Palabra. Debemos confiar en Él, sabiendo que Su sabiduría es muy superior a la nuestra. Y Él nos enseñará y nos hará sabios. Él nos guiará y nos permitirá vivir sabiamente de acuerdo con Su voluntad.