Roma, 14 de julio. 21/03:14 pm (ACI).- El Venerable Nicola d’Onofrio nació en Bucchianico – Villamagna, Diócesis de Chieti, Italia, el 24 de marzo de 1943 y murió en 1962 a la edad de 21 años, un año tras efectuar la votos en la orden establecida por São Camilo de Lélis. “Camillo y Nicola distribuyen no solo raíces locales en la zona de Abruzzi, los dos nacieron en Bucchianico – Villamagna, sino más bien asimismo el fuerte deseo de dar su historia según el Evangelio del Buen Samaritano”, dijo el padre Walter Vinci, postulador de la beatificación. causa de Nicola D’Onofrio a ACI Stampa, el servicio de lengua italiana del conjunto ACI.
Vinci afirma que, desde su juventud, la vida de Onofrio estuvo entrelazada con la de ese “enorme de la caridad cristiana” que fue San Camilo.
“Nicola estaba fascinado por la cruz roja en la sotana negra de los curas.
Una imagen que guiará los sueños de un joven hasta el punto de escoger consagrar su vida a Dios según el carisma camiliano, superando aun la oposición familiar”.
A pesar de su deseo de pasar la vida sirviendo a los enfermos como San Camilo, Onofrio se convirtió en uno.
A los 21 años tuvo un tumor malvado en la vejiga, recibiendo el diagnóstico con mucha serenidad.
Desde ese momento ofreció sus sufrimientos a Dios sin perder nunca su alegría.
“La patología es una etapa fundamental en la vida de Nicolino, que vive sin agitación y sin quejas.
Era un joven relajado y se preocupaba sobre todo por su madre”, afirma el padre Vinci.
Cuenta que Nicolino una vez recitó: “Señor, Señor, no puedo más, mi madre lloraba entre gimoteos.
Jesús, ¿por qué no vienes a procurarme? No aguardes más… Mira a Jesús, estoy listo, ven y llévame.
Te amo, Jesús, ¿sabes? ¿No puedes observar cuánto te amo? ¡Ven a procurarme, Jesús, ayúdame!”.
El joven les decía a sus compañeros que el dolor era su “compañero de viaje” y aún en su sufrimiento, nunca dejaba de sonreír a quienes lo visitaban.
“La sonrisa, que siempre ha caracterizado la vida de Nicolino, es la leitmotiv de su reputación de santidad que ha caracterizado tanto el periodo de la patología como nuestra vida cotidiana”, ha dicho el postulador.
El papa Francisco reconoció el ejercicio heroico de las virtudes de Nicolino el 5 de julio de 2013 y según el padre Vinci, la Congregación para las Causas de los Santos está estudiando un supuesto milagro.
Hablando sobre el mensaje que el Venerable Nicolino deja para los jóvenes, el sacerdote señaló: “Nicolino no es el santo que deseamos realizar heroico para presentarlo como testigo y modelo a los jóvenes de hoy.
Es su cotidianidad la que penetra en nuestra historia como modelo a proseguir.
Su sonrisa de todos los días es el mensaje que Nicolino desea dejar a los jóvenes de hoy y de mañana: hay que vivir del cielo, vivir de Dios”.
“Nicolino no es más que una imagen de Dios contemplada verticalmente: una humanidad que penetra en el cielo, pero que se vive en la Tierra.
Aquí está la santidad de Nicolino”, concluyó.
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– ACI Digital (@acidigital) 14 de julio de 2021