Navidad en la pandemia, tiempo para renacer en la esperanza
Navidad en la pandemia, tiempo para renacer en la esperanza

El teólogo y arzobispo Dom Bruno Forte ofrece su reflexión sobre el nacimiento de Jesús. En medio de una emergencia sanitaria, explica, ver al Niño Jesús significa rememorar que Dios jamás se cansa de amar
Benedetta Capelli – Novedades del Vaticano
Una Navidad que trae consigo meses de sufrimiento, adversidades, pérdidas. La pandemia ha puesto a prueba la vida de las personas, muchas veces obligándolas a lidiar solas con enormes sufrimientos como la muerte de conocidos cercanos o la imposibilidad de estar cerca de quien padece.
Caridad y esperanza: los semblantes de la Navidad
Entrevista al teólogo Dom Bruno Forte, Arzobispo de Chieti, quien enseña el significado de la Navidad en este tiempo de enorme contrariedad por la pandemia:
Don Bruno Forte: ¿Qué es la Navidad? La Navidad para la fe cristiana no es simplemente el recuerdo de la Encarnación del Hijo de Dios, sino la certeza de fe de que este nuevo comienzo es siempre nuevo. Dios no se cansa de amar a los hombres, quiere que amemos y también inicia, con renovado impulso de distribución, su cercanía a todos nosotros. Si esto siempre fué de este modo para la Navidad, es aún más importante recordarlo para esta Navidad, marcada por la tristeza de la pandemia, con todo el bagaje de sufrimiento y mal y tristemente asimismo la desaparición que trae consigo. Esta Navidad viene a decirnos que Dios no se ha olvidado de nosotros ni en la pandemia y que, por consiguiente, tenemos la posibilidad de continuar teniendo promesa, para confiar en Él con la certeza de que no nos dejará solos. Precisamente, tendremos que pasar la prueba y tendremos que pasarla manteniendo la llama de la fe, la esperanza y la caridad, como todos nos encontramos ensayando ante lo que está pasando. Pero ciertamente la prueba no va a tener la última palabra: esta es la enorme esperanza del cristiano, una esperanza que naturalmente también se traduce en términos específicos, por poner un ejemplo, en la necesidad y seguridad en la vacuna que por último llega y que me semeja una acto de compromiso por la parte de todos de aceptar la inmunización contra esta pandemia y este horrible virus. Por consiguiente, nos encontramos ante un nuevo comienzo que nos impulsa a poner en práctica el amor que Dios nos ha revelado, nos ha dado, con compromiso y solidaridad con los mucho más enclenques.
El pasado 8 de diciembre, el Papa Francisco proclamó el año de San José, el hombre de silencio que nos dice bastante, incluso en este tiempo de pandemia.
Don Bruno Forte: José es definido por las Escrituras como un hombre justo, esto no es simplemente una calificación moral, pues en hebreo “zaddiq” es un término que, en el Viejo Testamento, significa la persona que está confiando absolutamente en Dios. De este modo fue José: confió en Dios mucho más que en la prueba a los ojos de todo el mundo, por ejemplo, al aceptar la concepción milagrosa de su esposa por obra del Espíritu Santurrón para el nacimiento del Verbo en la carne. De ahí que José nos enseña más que nada esto: que quien cree en Dios debe confiar y entregarse a Dios sin reservas aun en los instantes que pueden parecer mucho más oscuros, donde la presencia de Dios semeja menos visible, menos comprensible como el tiempo puede ser tan difícil de la pandemia, pero el justo sigue confiando verdaderamente en Dios incluso en la hora del dolor. Es prueba de que este Dios no lo deja y no abandona a la familia humana, lo que se da a José es la alegría, el amor, la felicidad de ser el padre putativo de Jesús, el que acompaña y custodia, “fidelis custos ”, la Sagrada Familia durante los años de avance humano y de formación del Niño Jesús hasta el inicio de su misión. Es un caso de muestra, un modelo, un estímulo para creer en la oportunidad irrealizable de Dios incluso en un momento tan bien difícil como el que estamos viviendo esta Navidad.
Esta Navidad que el Papa Francisco nos pidió vivir mucho más religiosamente, de una manera mucho más auténtica y verdadera, para ti, ¿cuál es la palabra que marca este tiempo?
Don Bruno Forte: Hay 2 puntos a poner énfasis. Caridad, porque la caridad es el rostro del Dios católico y es asimismo lo que ahora mismo debe mantener nuestro deber con los demás, en especial con los más débiles en solidaridad. Pero el otro nombre de la caridad, del amor que viene de lo prominente, es la esperanza, o sea, la seguridad de que este es un amor leal, que Dios no quiere sólo un instante, sino quiere siempre. Por eso, quienes creen en la caridad de Dios, quienes se dejan querer por Dios y con la fuerza que viene de lo alto, se comprometen a vivir gestos de participación y solidaridad con los que sufren. Y de este modo, quien cree en la caridad de Dios, quien se deja amar por Dios y con la fuerza que viene de lo alto, se compromete a vivir movimientos de participación y solidaridad con los que padecen. Al tiempo, es imposible dejar de tener esperanza y confianza en el amor de Dios que es fiel para siempre y, por tanto, el mañana será asimismo un mañana de nuevos comienzos y de luz. Lo que repitió el Papa Francisco es que lo peor sería desaprovechar la pandemia y, más que nada, no cambiar nada de lo que era antes. La pandemia llama a un nuevo comienzo de caridad y promesa.
Como esto:
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Navidad en la pandemia, tiempo para renacer en la esperanza
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios