Medite en versículos de la Biblia y una oración de consuelo en tiempos de pérdida

La pérdida puede sobrevenirle repentinamente y abrumarlo con dolor. Para los cristianos, como para cualquier persona, es importante darse tiempo y espacio para aceptar la realidad de su pérdida y apoyarse en el Señor para que lo ayude a sanar.

Considere estas seguras palabras de consuelo de la Biblia y diga la siguiente oración, pidiéndole al Padre celestial que le dé una nueva esperanza y la fuerza para seguir adelante.

Una oración por consuelo

Querido señor,

Por favor, ayúdame en este momento de pérdida y dolor abrumador. En este momento parece que nada aliviará el dolor de esta pérdida. No entiendo por qué has permitido este dolor en mi vida. Pero me dirijo a ti en busca de consuelo ahora. Busco tu presencia amorosa y tranquilizadora. Por favor, amado Señor, sé mi fuerte fortaleza, mi refugio en esta tormenta.

Levanto mis ojos a Ti porque sé que mi ayuda viene de Ti. fijo mis ojos en ti. Dame la fuerza para buscarte, para confiar en tu amor y fidelidad inagotables. Padre Celestial, en Ti esperaré y no desesperaré; En silencio esperaré tu salvación.

Mi corazón está destrozado, Señor. Te derramo mi quebrantamiento. Sé que no me abandonarás para siempre. Por favor muéstrame Tu compasión, Señor. Ayúdame a encontrar un camino de sanación a través del dolor para que vuelva a esperar en Ti.

Señor, confío en tus fuertes brazos y amoroso cuidado. Eres un buen Padre. Pondré mi esperanza en Ti. Creo en la promesa de Tu Palabra de enviarme misericordia fresca cada nuevo día. Regresaré a este lugar de oración hasta que pueda sentir Tu abrazo consolador.

Aunque hoy no puedo ver el pasado, confío en Tu gran amor para que nunca me falle. Dame tu gracia para afrontar este día. Echo mis cargas sobre Ti, sabiendo que Tú me llevarás. Dame coraje y fuerza para afrontar los días venideros.

Amén.

Versículos de la Biblia para el consuelo en la pérdida

Cercano está Jehová a los quebrantados de corazón; él rescata a los que están aplastados en el espíritu. (Salmo 34:18, NTV)

¡El amor inagotable del Señor nunca termina! Por sus misericordias hemos sido guardados de la destrucción completa. Grande es su fidelidad; sus misericordias comienzan de nuevo cada día. Me digo a mí mismo: “Jehová es mi herencia; por tanto, en él esperaré”.

El SEÑOR es admirablemente bueno con los que en él esperan y lo buscan. Así que bueno es esperar en silencio la salvación de Jehová.

Porque el Señor no abandona a nadie para siempre. Aunque trae dolor, también muestra compasión de acuerdo con la grandeza de su amor inagotable. (Lamentaciones 3:22-26; 31-32, NTV)