OFICINA CENTRAL, 19 de julio. 21/03:57 pm (ACI).- El obispo de la Administración Personal Apostólica San Juan María Vianney, Fernando Arêas Rifan, dijo que la Misa en su forma antigua es “un enriquecimiento de la liturgia católica” y que varios leales la preservan “no por causas poco ortodoxas”, sino más bien por esta riqueza. La declaración se realizó en un artículo anunciado el primer día de la semana 19, sobre el motu proprio Traditionis custodespor el Papa Francisco, que restringe las Misas festejadas bajo el rito tridentino.
El motu proprio de Francisco revoca el permiso que Benedicto XVI había concedido a todos y cada uno de los sacerdotes para decir la Misa según el Misal De roma de 1962. Desde este momento, corresponde al obispo autorizar la utilización de la Misa clásico en su diócesis. Además, el obispo debe indicar uno o mucho más sitios donde se puede emplear la liturgia en forma excepcional, “pero no en las iglesias parroquiales y sin erigir nuevas parroquias personales”.
La Administración Apostólica Personal São João Maria Vianney fue construída en 2002 por el Papa São João Paulo II, como circunscripción eclesiástica personal en el territorio de la Diócesis de Campos (RJ). Tiene su obispo, hoy día Don Fernando Rifan. Como afirma en su página, la Administración Apostólica tiene como característica “el cariño a la Santa Misa en la Forma Extraordinaria del Rito Romano, así como la celebración de los demás sacramentos según los libros litúrgicos actuales en 1962, como concedido por San Juan Pablo II en su decreto de erección preceptiva, ‘Animarum bonum’”.
En su producto que se titula ‘Unidad en la diversidad de la liturgia’, el Arzobispo Rifan aseveró: “Nosotros, la Administración Apostólica y muchos otros leales en el mundo entero, preservamos la Misa en su forma antigua, no por razones heterodoxas, sino más bien pues se encuentra dentro de las riquezas de las liturgias católicas”.
Según él, “tristemente, esta intervención del presente Papa fue causada por los abusos de muchos de los llamados tradicionalistas, quienes, no observando lo que quería Benedicto XVI, instrumentalizaron la misa a la manera clásico para atacar al Papa y al Concilio Vaticano II. ”. No obstante, mencionó que estos individuos “no son la mayoría ni los mucho más esenciales, pero son los que más gritan y se muestran en las redes sociales”. Según él, “hay un número incomparablemente mayor de leales que se adhieren a la manera antigua del Rito De roma por razones correctas, sin explotarla ni negar la ortodoxia y el valor del Concilio Vaticano II ni la reforma ritual que de él se deriva, la llamada Misa de Pablo VI, o la manera habitual del Rito Romano”.
Para Dom Rifan, “por la riqueza, belleza, elevación, nobleza y solemnidad de sus liturgias, por su sentido del misterio, por su mayor precisión y rigor en las rúbricas, seguridad contra los abusos”, la misa tradicional “se transforma en un enriquecimiento de la liturgia católica, una en esencia y múltiple en sus ritos”. De esta manera, recordó las expresiones de Benedicto XVI en una charla a los obispos chilenos, en 1988, en el momento en que dijo que, “si bien existen varias razones que pueden haber llevado a un gran número de leales a resguardarse en la liturgia tradicional, la más importante de ellas es que encuentran allí preservada la dignidad de lo sagrado”.
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— ACI Digital (@acidigital) 19 de julio de 2021