OFICINA CENTRAL, 06 ago. 21/12:35 pm (ACI).- La Iglesia en Brasil festeja en el mes de agosto el mes de las vocaciones, que este año tiene como lema “Amados y llamados por Dios”. Si en el pasado las vocaciones sacerdotales y religiosas se desarrollaban en el seno de las familias, hoy se alimentan poco a poco más en el seno de la propia Iglesia, según asegura el presidente de la Comisión Nacional de Sacerdotes, el padre José Adelson Rodrigues. Para el sacerdote, este hecho pone de relieve la relevancia de que cada persona sea consciente de su “testimonio vocacional”.
“Antes, la vocación se nutría en la familia. Acostumbraba a haber esta iniciativa de que cada familia debería tener un sacerdote. Pero eso ha cambiado transcurrido el tiempo y el día de hoy observamos que se nutren mucho más vocaciones en la Iglesia, con jóvenes, monaguillos, pequeñas comunidades, grupos de oración, movimientos como la Renovación Atractiva, novedosas comunidades como Shalom, entre otros muchos”, dijo. ACI Digital.
Según el presidente de la Comisión de Mayores, en este ámbito hay jóvenes que han vivido la fe católica en el hogar, pero también los hay “que son de familias poco católicas, pero que disciernen su vocación en la Iglesia”. .” De ahí que, dijo que “es muy importante el testimonio y la orientación de los sacerdotes, religiosos, catequistas, miembros de los conjuntos pastorales”. “El testimonio es fundamental, a fin de que, pese a los retos, vean el ejemplo de amor y servicio a la iglesia”.
En la misma línea, sor Clotilde Azevedo, de la Congregación de las Hermanas Apostólicas, afirmó que “antes la fe era más clásico y el hijo proseguía la fe de los padres”. Sin embargo, “el día de hoy los jóvenes buscan su fe y se enfrentan al pluralismo religioso”. En este contexto, ha dicho, “los jóvenes hacen su decisión religiosa y el desarrollo vocacional pasa por ese proceso”.
Las Hermanas Apostolinas (Congregación para las Vocaciones Nuestra Señora Reina de los Apóstoles) tienen el carisma de cuidar las vocaciones y hacen su misión por medio de diversas ideas, como orientación espiritual, encuentros vocacionales, retiros, capacitación de catequistas y animadores vocacionales. “Hoy debemos trabajar en la perspectiva de ser Iglesia”, ha dicho sor Clotilde. Para los religiosos, “el tema de la cultura vocacional” va ganando poco a poco más espacio y es necesario considerar que “no hay vocación concreta si no se trabaja la vocación cristiana. La iniciación cristiana es primordial”, dijo.
“La cuestión de la vocación no es compromiso de una sola persona. La iglesia es llamada, es la reunión de llamadas. La vocación es la esencia de la Iglesia, todos son llamados por Dios y, por consiguiente, deben contribuir a el resto a discernir también su vocación. El Documento de Aparecida nos dice que el acercamiento con Jesús es el mayor tesoro que tenemos la posibilidad de ofrecer al otro”, dijo la monja.
No obstante, sor Clotilde llamó la atención sobre el hecho de que “en la animación vocacional, de manera frecuente existe la tentación de regentar la llamada”, lo que “es un error”. “La vocación es un don, es un don de Dios para cada uno. Entonces, podemos ofrecer y no saber la vocación de alguien”, ha dicho.
Para ayudar en este desarrollo de discernimiento vocacional, cada diócesis de Brasil tiene una Pastoral Vocacional. “Hay trabajo pastoral en las diócesis y, en varias parroquias, podemos encontrar grupos de animación vocacional que buscan orientar a la gente hacia la vocación a los ministerios ordenados, a la vida consagrada, pero también a las familias. Es importante contribuir a la gente a descubrir cuál es su vocación, qué las hace felices”, dijo el padre José Adelson.
La realidad de las vocaciones en Brasil
Hoy día, en el país no hay datos oficiales actualizados sobre vocaciones a los ministerios organizados ahora la vida consagrada. No obstante, los miembros de entidades que trabajan con las vocaciones consideran que mucho más que números, lo que hay que ver es la calidad del discernimiento vocacional. “Independientemente de la cantidad, lo que debemos ver es calidad y hoy ha mejorado el acompañamiento vocacional”, ha dicho sor Clotilde Azevedo.
En el caso de la vida religiosa, por servirnos de un ejemplo, la Charla de Religiosos de Brasil (CRB Nacional) estima que hay en el país 19.548 religiosos de votos perpetuos, 5.569 de votos temporales y 2.267 clérigos. Según sor Clotilde, en la vida religiosa femenina se puede observar “un envejecimiento de las vocaciones y un número menor”. Por otra parte, dijo, “hay una búsqueda de calidad en la vivencia de la vocación y el desarrollo de discernimiento es más cuidadoso, el desarrollo de acompañamiento ha mejorado, entonces veo el ámbito con optimismo”.
En lo que se refiere a los curas, el presidente de la Comisión de Sacerdotes mencionó que antes de la pandemia de covid-19 había aproximadamente 26.000 curas diocesanos en Brasil, en comparación con en torno a 24.000 en 2010.
Después de pasar por el desarrollo de discernimiento, capacitación y ordenación sacerdotal, estos sacerdotes también tienen apoyo para continuar perseverando en su vocación. “Está la Pastoral Presbiteral, porque el sacerdote precisa cuidarse para cuidar a el resto”, dijo el padre José Adelson. Según él, “esta pastoral debe acompañar, orientar, rezar, efectuar la formación persistente”.
Respecto a los seminaristas, el presidente de la Organización de Seminarios y también Institutos Filosófico-Teológicos de Brasil (OSIB), padre Jerônimo Batista Araújo, aseveró que ese número “es muy fluctuante”, porque cada año los seminaristas entran y salen de los seminarios. Según él, “el seminario es un lugar de discernimiento vocacional y de esto debe ser consciente no sólo el seminarista, sino más bien todas la gente”.
“Los que entren van a escuchar para discernir cuál es el llamado de Dios para ellos”, dijo. De ahí que, dijo que el hecho de tener un número muy fluctuante de seminaristas no es algo negativo. “Nuestra labor es ayudarles a discernir bien y aquellos que hacen bien este discernimiento y tienen la vocación se quedan en el seminario”.
Todavía hay diáconos permanentes en Brasil. Según el presidente de la Comisión Nacional de Diáconos, diácono Francisco Salvador Pontes Filho, actualmente hay en torno a 6.000 diáconos permanentes en el país y “hay la mitad de ese número en preparación en las diócesis para recibir el diaconado”.
“Esa es la vocación que mucho más medra en Brasil y en el planeta”, dijo. Para él, esto se debe a que “el diaconado persistente es una vocación encantadora, en tanto que el diácono está introduzco en la verdad de las comunidades”. “El diácono está al servicio de la Iglesia, asistencia en bautizos, matrimonios y, como está más cerca del día a día de aquellas personas, es mucho más fácil atenderlas”, ha dicho.
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