La Visitación de Nuestra Señora
La Visitación de Nuestra Señora
Según la tradición, el origen del mes de mayo como mes de María se remonta al siglo XIII. A fines de este mes, el día 31, la Iglesia celebra la fiesta de la Visitación de María a su prima Isabel, mientras la devoción habitual cristiana contempla este acontecimiento en el segundo secreto gozoso del beato rosario.
El relato de la Visitación se presenta como resultado del Pentecostés de María, en el momento en que en la Anunciación, el ángel Gabriel revela que el Espíritu Santo descendería sobre ella con su poder. Animada por el Espíritu, la Virgen inicia su camino y, con diligencia, se dirige a casa de su prima Isabel para asistirla en sus necesidades, ya que era de avanzada edad.
La visita de María no fue solo un ademán de cortesía. Fertilizada por el Espíritu Beato, María se dispuso a trasmitir el secreto santificador del Verbo que enigmáticamente se realizó carne. Se sintió movida por el deseo de hacer llegar a su prima el gozo que sentía por la joya que el Señor había hecho en ella. Esta alegría se canta en el Magníficat: “mi espíritu se regocija en Dios”.
En su mensaje de clausura del mes mariano de 2013, el Papa Francisco resumió el comportamiento de María a lo largo del episodio de la Visitación en tres palabras: escucha, decisión y acción.
Escuchando: María está atenta a Dios, escucha a Dios, pero María asimismo escucha los hechos, lee los hechos de su vida. Está atenta a la verdad específica y no se queda en la área, sino que va a lo profundo para recibir el sentido. La familiar Isabel, que ya es mayor, está aguardando un hijo. Ese es el hecho. Pero María está atenta al sentido, sabe acogerlo: “Nada es realmente difícil para Dios” (Lc 1,37).
Decisión: María no vive de prisa, de afán, sino que como apunta San Lucas, “todas y cada una estas cosas las meditaba en su corazón” (Lc2,19). También en el momento decisivo de la anunciación del Ángel, ella asimismo pregunta “¿cómo va a suceder esto?” No vive apurada, pero solo cuando es necesario, va rápido.
Acción: “María emprendió un viaje y se fue rápidamente”. La acción de María es consecuencia de su obediencia a las expresiones del Ángel. Asiste a Isabel para estar al servicio de ella. Esta salida de casa, de sí misma, por amor, transporta consigo lo más bello para ella: Jesús. Ella lleva a su Hijo.
el secreto de la Visitación recuerda a todos que “llevar a Cristo” es una actitud “mariana”.
De ahí que, el misterio de la Visitación recuerda a todos que “llevar a Cristo” es una actitud “mariana”. Por eso la Iglesia tiene los ojos fijos en la Virgen Madre: preñada del Pan eucarístico, conserva entre los hombres el sendero misionero de quien, como Arca de la Alianza y Tabernáculo viviente de Dios hecho carne, llevó en sí Aquel que visitó y redimió a su pueblo: “Ayudó a Israel, su siervo, acordándose de su clemencia, como prometió a nuestros progenitores, a favor de Abraham y de su descendencia, para siempre”.
Acacio Vieira de Carvalho
Escuela Bíblica “San Juan Pablo II”
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
