La sencillez y la alegría marcan el día de

moacir beggo

São Paulo-SP) – Los formadores que forman parte en el Congreso Continental de la Orden de los Frailes Inferiores, que tiene lugar en el Centro Sagrada Familia, en el vecindario de Ipiranga, en São Paulo, este martes (5/9), escucharon dos expresiones inspiradoras a lo largo de la día: sencillez y alegría. Primero, fr. Bernardo Brandão, Ministro provincial de la Provincia de Nossa Senhora da Assunção (Brasil), ha dicho durante la Eucaristía que la vocación y misión del hermano menor sólo existe con la alegría. Posteriormente, fr. Sinisa Balajic, Vicesecretario General para la Capacitación y los Estudios, recordó a los hermanos que la formación no requiere instantes destacables, sino la vida común de la fraternidad, con las cosas “normales” de la vida de oración, episodios, retiros, comer juntos, recreación, trabajo familiar, tarea evangelizadora, etcétera.

En este segundo día del Congreso, que se extenderá hasta el sábado (9/9), fr. Sinisa habló sobre el tema primordial: “Formación persistente y acompañamiento en la vida común”. Apoyado en el documento de Formación Franciscana (Ratio Formationis Franciscanae), mencionó que el objetivo de la “Formación Persistente es animar, nutrir y mantener el sendero de la fe/fidelidad, prestando asistencia a madurar una observación que sea con la capacidad de reconocer la existencia de Dios en nuestra historia de vida y en la vida de nuestros hermanos / fraternidades para la misión de la Orden”.

Según el fraile, deberíamos prestar un tanto más de atención al hecho de que cada día de la vida puede y ha de ser formativo, por el hecho de que nuestra capacitación debe ver de manera directa con las cosas de la vida cotidiana. “Encontrar la fuerza formadora en la mitad de la vida cotidiana, en los momentos normales de la vida, significa tomar en serio la lógica de la Encarnación, donde Dios escogió formar parte de la vida de la raza humana, de tu vida y de mi vida”, ha dicho. añadido.

Para el fraile es necesario trabajar en dos niveles para que la vida fraterna cotidiana se convierta en un espacio de capacitación: el nivel personal y el nivel fraterno.

“El propósito de la formación persistente es una manera de ‘retornar/retribuir’ a través del servicio que abarca todos y cada uno de los puntos de nuestra vida: no solo la oración, sino más bien también las expresiones, los hechos, las emociones, las relaciones, la salud y la enfermedad, las victorias y los fracasos… Esto ‘ retorno’ no sólo se expresa exteriormente y con realizaciones, sino toca lo mucho más profundo del ser y las motivaciones centrales de cada fraile”, explicó, citando el Relación de capacitación, que afirma que “el hermano debe sentirse responsable, primeramente, de su sendero de crecimiento”. Pero dejó un interrogante al emprender este punto: ¿De qué manera se puede “despertar” en la formación tal compromiso personal?

Fr. Sinisa finalizó su presentación destacando la fraternidad como lugar formativo. Y citó el producto 127 de la Relación de capacitación con la descripción de las condiciones que son primordiales para que la fraternidad sea verdaderamente formativa: Alegría de la vida fraterna y de la oración; disponibilidad para caminar juntos y establecer una relación directa con los hermanos candidatos en capacitación; Un proyecto de vida fraterna a resultas del discernimiento comunitario; Disposición para tratar los conflictos y localizar resoluciones, usando, si la situación lo necesita, la asistencia de especialistas.

“A nivel fraterno, esto quiere decir que la vida fraterna depende de la existencia de hábitos que se establecen juntos o ‘reglas’ formales que nos dejan forjar el encuentro, rezar juntos, discutir, comer, etc”, indicó.

“Debemos acoger en nuestra vida de hermanos una concepción diferente del otro, esto es, no como una presencia cualquiera, sino como mediación de la presencia de Dios. Y lo que recibí como don de otros hermanos debe convertirse en el tema de mi oración, traducido en mi propia experiencia personal, conocida como parte de mi identidad”, agregó, y añadió: “La crónica de vida de cada fraternidad con su tiempo, espacio sus dramas, sus santos –es importante apuntar– es signo de la presencia del misterio de Cristo y verdadera fuente de capacitación”.

CONCLUSIÓN DE REFLEXIONES

Por la tarde, los monjes se dividieron en seis conjuntos de estudio y trabajo y, a las 17 h, volvieron a presentar las conclusiones desde las preguntas propuestas por fray Sinisa: ¿De qué manera hacer un tiempo fraterno, bueno y sano, donde se discuta? facilitado y la comunión en la fraternidad? ¿De qué forma marcha la formación persistente en su organización? ¿Se compone de ciertos instantes (reuniones o retiros) a lo largo del año o se habla realmente de la vida diaria de los hermanos? ¿Entienden y admiten verdaderamente los hermanos la iniciativa de la capacitación persistente como una capacitación que debe ver con la vida cotidiana? ¿De qué forma y qué formas expresivo-sociables podemos encontrar que puedan moldear o mejorar este aspecto (carácter fraterno de nuestra vida) para el desarrollo de todos? ¿Qué se puede soliciar a los hermanos en formación persistente para que estén motivados y sean siendo conscientes de sus responsabilidades en la formación?

VOCACIÓN Y MISIÓN CON ALEGRÍA

Durante la Celebración Eucarística, a las 7 am, Fray Bernardo preparó el espíritu de los frailes para un nuevo día de capacitación. Reflexionó sobre la alegría de la vida del hermano menor. “Para nosotros los franciscanos, quien vive con alegría su vocación tiene autoridad en su misión. Quien no vive con alegría su misión no tiene autoridad”, dijo.

Fray Bernardo, no obstante, se preguntó de qué forma tener esta alegría y hacerla rebosar en la Orden y en la Iglesia, que tiene al Papa Francisco como timonel de la esperanza.

“Una primera palabra que nos hace comprender el significado de la auténtica alegría es ser acólitos de Jesús. y discípulos misioneros. Jesús es un acólito por excelencia del Padre”, ha dicho, recordando el ejemplo de san Francisco, como discípulo itinerante.

“Otra palabra muy importante para nosotros es servicio. La verdadera alegría se encuentra en aquellos que se ponen al servicio de sus hermanos y hermanas. Nuestra vocación es un don para toda la Iglesia”, observó recordando la misión de servicio que recibió Francisco al pie del Crucifijo de San Damián. “Con frecuencia, atrapados en nuestros dolores y sufrimientos, olvidamos que no nos encontramos en este mundo para nosotros mismos, sino para ser útil a nuestros hermanos. Somos una Orden al servicio de toda la raza humana”, resaltó.

Y como tercera palabra, según el fraile, que es fuente de alegría y nos ofrece autoridad en nuestra misión, es calvario. “Quizás no tengamos el calvario como lo vivieron los primeros mártires franciscanos en Tierra Santa, sino más bien el calvario en la vida diaria, la lealtad de nuestros votos en la cotidianidad de nuestra vida”, subrayó.

“Por eso, hermanos míos, en este día queremos ser discípulos, ponernos al servicio y queremos pedir la felicidad de ofrecer la vida, frecuentemente en el calvario de cada día, pero sin perder la alegría”, añadió, citando el evangelio del día, en el momento en que Jesús expulsó a los diablos, y recordando a san Francisco: “La mayor victoria del enemigo es cuando nos quita la alegría”.

FRANCISCANOS POR LA AMAZONIA

En el Día de la Amazonía, los franciscanos reunidos en el Congreso Continental de Capacitación Franciscana, hicieron una pausa en queja por el decreto que extinguió la Reserva Nacional del Cobre y Socios (Renca) y que en su momento fue suspendida por el gobierno tras protestas de ambientalistas, políticos, religiosos, artistas, etc.

La reserva está ubicada entre los estados de Amapá y Pará y comprende un área de aproximadamente 47 mil kilómetros cuadrados (Km²), donde hay registros de presencia de cobre, oro, manganeso, hierro y otros minerales. Ambientalistas sostienen que la extinción de la renca dejará una región intocable de la selva amazónica sosten a distintas ilegalidades.

La otra protesta de los franciscanos fue contra el Congreso de Bolivia, controlado por el oficialismo, que aprobó una ley para crear una carretera que cruzaría una reserva ecológica, a pesar del rechazo de los indígenas del Parque Nacional Isiboro Sécure del Territorio Indígena (TIPNÍS). El decreto aprobado anula otro de 2011 aprobado por exactamente el mismo presidente Evo Morales para preservar el sitio de sobra de un millón de hectáreas, en el centro del país, y donde habitan unos 50 mil indígenas.