La Santa Sede reitera la inviolabilidad del secreto de la Confesión

La Santa Sede reitera la inviolabilidad del secreto de la Confesión
La Penitenciaría Apostólica considera “urgente” rememorar la “absoluta inviolabilidad del sigilo sacramental”, fundado en la “ley divina” sin salvedades. (AFP o licenciantes)
Entrevistado por Vatican News, el cardenal Mauro Piacenza enseña la Nota de la Penitenciaría Apostólica sobre la relevancia del foro de adentro y la inviolabilidad del sigilo sacramental: “el sacerdote – afirma – no es el dueño de la Confesión, sino actúa representando a Dios». Que ninguna “acción política o idea legislativa” –se resalta en el texto publicado– fuerce a la inviolabilidad del sigilo sacramental.
Giada Aquilino – Localidad del Vaticano
Tras el Curso sobre el foro de discusión de adentro, el trigésimo, celebrado el mes pasado de marzo en el Palacio de la Cancillería de Roma, y la audiencia del Papa concedida en el final del acercamiento a los mucho más de 700 participantes, la Penitenciaría Apostólica publicó una nota sobre la relevancia del foro interno y la inviolabilidad del sello sacramental, aprobado por el Papa Francisco y firmado por el Carcelario Mayor, Cardenal Mauro Piacenza, y por el regente Mons. Krzysztof Nykiel.
La presentación del Cardenal Piacenza
Al enseñar el archivo, el cardenal Piacenza enseña precisamente cómo el Pontífice recordó el carácter sagrado del foro de discusión interno, “la esfera íntima de la relación entre Dios y los leales”, no en todos los casos bien entendida y protegida, aun dentro de la misma comunidad eclesial: la El Papa –resalta el cardenal– aconsejó de hecho cuánto se debe tener en consideración “con seriedad” el concepto de foro de discusión de adentro, sin ecos “externos”, y reafirmando la inviolabilidad absoluta del sigilo sacramental, garantía “importante” del Sacramento de la Reconciliación.
confidencialidad inviolable
La Penitenciaría Apostólica –explica el cardenal– es muy siendo consciente del “valor inestimable del misterio sacramental, la confidencialidad, la inviolabilidad de la conciencia”, conceptos que “actualmente semejan ser en gran parte malinterpretados o aun, en ciertos casos, confrontados”.
La nota -añade- “toma como punto de partida” la constatación de que, en la sociedad moderna “fuertemente mediatizada”, el desarrollo tecnológico y la puesta en marcha de los medios de comunicación no corresponden a un “análogo deber con la búsqueda de la realidad”. , sino el “deseo morboso de realizar circular novedades, verdaderas o falsas, ampliadas o reducidas según los intereses”.
Penitente charla con Dios
En este contexto, hay quienes quisieran que el ordenamiento jurídico de la Iglesia “se ajuste al de los Estados donde ella vive, en nombre de una supuesta justicia y transparencia”.
La Penitenciaría Apostólica, por tanto, considera “urgente” – dice el cardenal – rememorar la “absoluta inviolabilidad del sigilo sacramental”, fundado en la “ley divina”, sin salvedades.
Por este motivo, es “indispensable” insistir en la “incomparabilidad entre misterio confesional y misterio profesional” que observan médicos, farmacéuticos, abogados. El penitente, en efecto – observa el cardenal – habla “a Dios”.
Cualquier “acción política o iniciativa legislativa” apuntada a “forzar” la inviolabilidad del sigilo sacramental constituiría – dice la Nota – una “ofensa inaceptable contra la Liberas Ecclesiae“, que no recibe su legitimidad de los estados particulares, sino más bien precisamente de Dios.
protección de los pequeños
La nota trata asimismo –destaca la Penitenciaría Mayor– del alcance jurídico-ética de aquellos “actos de jurisdicción interna que se producen fuera del sacramento de la Penitencia”, a los que el Derecho Canónico garantiza un “especial secreto”.
Y se ocupa asimismo de otras “especies” de misterio, que van alén del campo del fuero interior, reafirmando “el principio de derecho natural en la salvaguardia del secreto”.
El cardenal Piacenza precisa, además, que el texto de la nota “no puede ni desea ser de ningún modo una justificación o una manera de tolerancia con relación a los execrables casos de abusos perpetrados por integrantes del clero”: “ningún acuerdo es aceptable para promover la protección de los menores y las personas vulnerables y para impedir y batallar toda forma de abuso”, como ha reiterado repetidamente el Papa Francisco.
La nota detalla cómo “la defensa del misterio sacramental y la santidad de la confesión jamás tienen la posibilidad de constituir formas de connivencia con el mal”, destacando de qué manera pertenece “a la composición misma del Sacramento de la Reconciliación, como condición de su validez, el sincero arrepentimiento, junto con el firme propósito de enmendar y no repetir el mal cometido”.
La entrevista con el cardenal Piacenza
Entrevistado por Vatican News, el cardenal Piacenza enseña los motivos de la nota publicada este lunes:
R.- Desde hace algún tiempo, circulan ciertos alegatos, completados en determinados ambientes, si el confesor no puede o incluso no tendría el deber –eventualmente oyendo algunos pecados del penitente– de denunciar u obligar, para poder otorgar absolución, nuestro penitente acusarse a sí mismo. Ahora bien, aquí nos encontramos en un foro de discusión sacramental y en un foro de discusión sacramental no puede haber concesiones, porque el sacerdote no es el profesor de la Confesión, sino que actúa representando a Dios: nadie puede nunca absolver de los pecados, pero es solo Dios que exculpa. Por tanto, es una gracia que se da y que procede de manera directa del valor de la Hermosa Sangre del Crucificado, en su inmensa clemencia hacia todos y cada uno de los pecadores. Sin embargo, esto de ninguna forma disminuye la gravedad de determinados hechos. Además, en la Confesión también hay serios deberes por parte del penitente, porque el penitente ha de estar realmente arrepentido de lo que confiesa, debe tener la firme determinación de no volver a cometer el delito o pecado que ha cometido. Y después, naturalmente, hay siempre, en el coloquio entre el confesor y el penitente, un alegato de acompañamiento.
¿El contexto al que te refieres asimismo está relacionado a casos de abuso sexual de inferiores y personas atacables por parte de integrantes del clero?
R.- Asimismo, naturalmente. Aquí, sin embargo, hablamos de la Confesión -no de otras censuras ni de otras cosas- de carácter de adentro, es decir, de la confesión de ciertos errores que asimismo son delitos graves: si hay confesión, caen dentro de un sigilo sacramental que es absolutamente inviolable por todos.
Mencionaste cierto prejuicio negativo contra la Iglesia Católica. ¿Existiría, en este sentido, el deseo de que la Iglesia se ajustara a las leyes civiles de los Estados en ciertas materias?
R.- A veces, eso sí, se siente un tanto injustificable la intención de que la Iglesia, en alguna materia, venga a ratificar su propio ordenamiento jurídico a las leyes civiles de los Estados en los que opera, vive, como si ésta fuera la única garantía de corrección. y rectitud. . Pero la Iglesia tiene en sí la oportunidad de tener toda la responsabilidad y rectitud posibles y también imaginables. Esto por supuesto no interfiere dado que el Estado procede a su manera: eso es lógico. Y hay que colaborar, pero en todo cuanto no sea foro de discusión sacramental.
La nota se enfoca en la inviolabilidad absoluta del sigilo sacramental, sobre la que también se pronounció el Papa Francisco, como en la audiencia que concedió a los participantes en el curso del Foro Interno. Particularmente, ¿de qué se trata?
R.- De no asumir una forma de pensar relativista sobre el sigilo sacramental, aludiendo nuevamente a la base teológica y, por consiguiente, al hecho mismo de que quien exculpa es exactamente el mismo Dios. De esta manera, el sigilo sacramental y la confidencialidad inherentes al foro de adentro, asimismo este sacramental, son elementos a recordar ya los que, en especial los confesores, tienen que referirse de manera continua.
También se hablan de el “foro de discusión de adentro no sacramental” y la “dirección espiritual”. ¿De que se trata?
R.- Por poner un ejemplo, la dirección espiritual, o la orientación de las ánimas hacia el discernimiento, para saber lo que Dios quiere de un alma: esto es una charla, y por tanto no pertenece a ella, no es como es natural un sacramento. Se busca un sacerdote, se busca un consejo y, en este sentido, no diríase que siempre ha de ser solo un sacerdote, puede ser un individuo por la que se tiene una profunda cree por su santidad de vida, por la integridad de accionar, la caridad. . Por consiguiente, este es un ámbito que es secreto, pero es extrasacramental, con lo que no está sujeto a la misma disciplina del secreto, pero necesita una confidencialidad particular.
Entonces, ¿qué propósito desea alcanzar esta nota?
R.- Transmitir la claridad de ideas a todos aquellos que son ministros del Sacramento de la Confesión y alertar a quienes abrieron ciertas lagunas al respecto. Y dad cada vez mayor confianza, asimismo en este tiempo, a los penitentes que vienen a confesarse ya la gente que vienen a abrir su alma para recibir consejos. Y por tanto ayudar en último término a la causa del sacrificio de Cristo, que vino a eliminar los errores del mundo.
Esperamos que le gustara nuestro articulo La Santa Sede reitera la inviolabilidad del secreto de la Confesión
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios