RELIGION CRISTIANA

La religiosa más vieja de Europa gana la lucha contra el Covid-19

PARÍS, 10 de febrero 21/10:30 horas (ACI).- Sor André, religiosa de las Hijas de la Caridad, es la persona más longeva de Europa y la segunda de todo el mundo, y en estos días ganó la lucha contra el coronavirus Covid-19, a los 117 años.

Sor André vive en la casa de retiros Sainte-Catherine-Labouré, en la localidad de Toulon (Francia), donde pasó una rigurosa cuarentena tras dar positivo a la enfermedad el 16 de enero.

El religioso fue uno de los 81 vecinos que contrajeron la patología y, según el diario local Var Matin, “no sabía que estaba contagiado”.

El representante de la residencia, David Tavella, señaló que sor André no le tenía miedo al virus, pero sí le preocupaba la salud del resto residentes de la casa de retiro.

“Ella no me preguntó por su salud, sino por sus hábitos”, apuntó. “Por servirnos de un ejemplo, quería entender si cambiarían las horas de comida o de acostarse. No mostró temor a la enfermedad. Por otra parte, estaba muy preocupado por los demás habitantes”, agregó.

Tavella dijo al canal BFM que sor André está “muy sosegada y con muchas ganas de festejar el jueves sus 117 años” con un pequeño conjunto de jubilados de la residencia gracias a las medidas de seguridad por la pandemia.

Según Vatican News, en una entrevista realizada en 2020, la religiosa nació el 11 de febrero de 1904 y vivió ámbas guerras mundiales, así como el pontificado de 10 papas.

Antes de entrar en la vida religiosa, se llamaba Lucile Randon, se transformó al catolicismo a los 19 años y se incorporó a las Hijas de la Caridad a los 40, lo que podría ser una vocación tardía, pero que ha durado casi 76 años. Eligió el nombre de André en honor a su hermano, a quien sorprendió su vocación.

Trabajó a lo largo de 28 años en el hospital de Vichy, cuidando a ancianos y huérfanos.

A la edad de 105 años, en 2009, se trasladó a la localidad de Toulon, donde reside en la actualidad.

Según explicó, su “felicidad diaria reside en que aún puede rezar” y el misterio de su longevidad es que “toma algo de chocolate todos los días”.

Si bien quedó ciega y en este momento precisa una silla de ruedas, la hermana André solicitó oraciones por ella y, según el diario Var-Martin, asimismo añadió con humor “que el buen Dios no tarde tanto en hacerme aguardar. Estás exagerando…”

En el planeta, solo la japonesa Tane Tanaka, de 118 años, es mayor que su hermana André.

Anunciado originalmente en ACI Prensa. Traducido y amoldado por Nathália Queiroz.

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