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La Octava Enmienda es un faro de esperanza treinta y cuatro años después
Marcando 34 años de la Octava Enmienda. Imagen de John McElroy
“Sin duda, la Octava Enmienda ha salvado innumerables vidas”, dijo Cora Sherlock de la Campaña Pro Vida en un evento de concientización ayer que marcó el 34 aniversario de la aprobación de la Octava Enmienda. “Derogarlo o reemplazarlo inevitablemente costaría vidas. Esa es la realidad detrás de la retórica de la ‘elección’ que actualmente domina el debate sobre el tema”.
En este momento, un comité de Oireachtas de 21 miembros está evaluando si realizar un referéndum para derogar o reemplazar la Octava Enmienda, que protege el derecho a la vida del nonato y la igualdad de derecho a la vida de la madre. El Taoiseach Leo Varadkar ya ha manifestado públicamente que le gustaría que el referéndum se celebrara en el primer semestre de 2018.
Sherlock dijo que la cantidad de personas vivas hoy gracias a la Octava Enmienda es algo que recibe muy poca atención. “Según un informe actuarial producido de forma independiente el año pasado, hay, según una estimación conservadora, 100.000 personas vivas hoy en Irlanda como resultado directo de la Octava Enmienda. Eso es algo increíble que merece estar al frente y en el centro del debate actual sobre el aborto”.
El portavoz de la Campaña Pro Vida señaló que hace apenas un mes, la Autoridad de Normas Publicitarias (ASA) en Irlanda del Norte validó afirmaciones similares de que decenas de miles de vidas se habían salvado del aborto como resultado directo de no extender la ley del aborto de 1967 a Irlanda del Norte.
“Muchas personas involucradas en el movimiento pro-vida de hoy dicen abiertamente que le deben la vida de su hijo a la Octava Enmienda. Tener que viajar a Inglaterra significó unos días adicionales de planificación y les dio tiempo para pensar un poco más y decidir en contra del aborto. Hoy, no pueden creer que alguna vez consideraron la idea de acabar con la vida del hijo o la hija que ahora significa el mundo para ellos”.
Cuando llegas a conocer personalmente a alguien que estuvo a punto de abortar, tiene un impacto profundo en la forma en que ves el problema, explicó. “Cuando te encuentras con un hijo o una hija que estuvo a punto de abortar, no te encuentras con una ‘elección’. Estás conociendo a un niño con el mismo potencial y derecho a estar vivo que tú o yo”.
La Octava Enmienda a la Constitución no merece “las críticas y las burlas” que recibe en ciertos sectores, continuó. “Ha servido como un faro de esperanza en un momento en que otros países legalizaron el aborto en general. Irlanda ha demostrado que es posible prohibir el aborto y seguir siendo un líder mundial en la protección de la vida de las mujeres embarazadas”.
La Sra. Sherlock concluyó que ningún país era perfecto, pero que Irlanda tenía motivos para estar orgullosa de sus leyes pro-vida. “Como sociedad, en lugar de desmantelar la Octava Enmienda, deberíamos unir nuestras energías y trabajar juntos para crear un entorno más acogedor y que afirme la vida para las futuras madres y sus bebés por nacer”.
