La música ciertamente está cerca de Dios.
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Al enterarme de la muerte de Ennio Morricone, mi memoria me llevó de regreso a mi adolescencia y recordando mi primer viaje al cine a lo largo de mis años de seminario menor en Fátima. los seminaristas «más viejos» todos fueron al cine José Lúcio da Silva de Leiria. Esta experiencia jamás me abandonó. eliminado de la memoria, no sólo debut cinéfilo pero sobre todo, por el encontronazo que nos tiene la película «La misión» y el tuyo banda sonora. Sin embargo, aún se encontraba lejos de entender a su autor y de “practicar” el entender católico católico.
Ennio raras veces hablaba públicamente de su vida como fiel. Su fe nació en la familia. Sus abuelos eran muy religiosos y con su madre aprendió desde pequeño a rezar antes de acostarse ahora formar parte de la Eucaristía dominical. De manera frecuente ten en cuenta que durante la Segunda Guerra Mundial se rezaba el Rosario todos los días.
Creador de grandes proyectos instrumentales repletas de espiritualidad creía que la música ayuda a orar, pero que la oración también precisa «expresiones, pretenciones, concentración».
«Rezo una hora cada día, aun mucho más. Es la primera cosa que hago. Asimismo durante el día, de este modo, a la suerte. Por la mañana me coloco delante de Cristo. Y asimismo durante la noche. Espero que mis oraciones sean escuchadas»dijo en 2015 en un reportaje con «Crédere, La gioia della fede».
Ser fiel, para Ennio, es ser honesto, altruista, respetuoso con Dios y con los demás: «Querer a el resto, aunque la palabra amor parezca fuerte, pero de esta manera es. Esto es esencial». Toda tu vida jamás debe dañar a los demás, a la inversa, siempre y en todo momento debemos llevar a cabo algo por la gente que encontramos en nuestra vida diaria. Valores transmitidos a su familia:
“En los últimos tiempos tenemos que sacrificarnos aún mucho más: a veces me sacrifico para hacer en oposición al paro, y a las muchas preocupaciones que nos rodean. Con mi mujer, que es un individuo buena y aprensiva, hemos habituado a nuestros hijos a este sentido de la generosidad. No digo que mis hijos hayan comprendido completamente, no sé, pero sé que son muy buenos hijos, que se semejan a su padre y a su madre, ama a los demás como a ti mismo, esa es una forma habitual de ser para mí. .»
¡Cuánto podríamos estudiar de este hombre! La música está ciertamente cerca de Dios.