La magia y el folklore del fuego

Cada uno de los cuatro elementos cardinales (tierra, aire, fuego y agua) puede incorporarse a la práctica y el ritual mágicos. Dependiendo de sus necesidades e intenciones, es posible que se sienta atraído por uno de estos elementos más que por los demás.

Conectado con el Sur, el Fuego es una energía purificadora y masculina, y conectado con una voluntad y una energía fuertes. El fuego crea y destruye, y simboliza la fertilidad de Dios. El fuego puede curar o dañar, y puede traer nueva vida o destruir lo viejo y gastado. En el Tarot, el Fuego está conectado al palo de la Vara (aunque en algunas interpretaciones, está asociado con las Espadas). Para las correspondencias de color, use rojo y naranja para asociaciones de fuego.

Veamos algunos de los muchos mitos y leyendas mágicos que rodean al fuego:

Espíritus de fuego y seres elementales

En muchas tradiciones mágicas, el fuego está asociado con varios espíritus y seres elementales. Por ejemplo, la salamandra es una entidad elemental conectada con el poder del fuego, y este no es un lagarto de jardín básico, sino una criatura mágica y fantástica. Otros seres asociados con el fuego incluyen el fénix, el ave que se quema hasta morir y luego renace de sus propias cenizas, y los dragones, conocidos en muchas culturas como destructores que escupen fuego.

La Magia del Fuego

El fuego ha sido importante para la humanidad desde el principio de los tiempos. No era solo un método para cocinar la comida, sino que podía significar la diferencia entre la vida y la muerte en una gélida noche de invierno. Mantener un fuego encendido en el hogar era asegurar que la familia de uno pudiera sobrevivir otro día. El fuego suele verse como una especie de paradoja mágica, porque además de su papel como destructor, también puede crear y regenerar. La capacidad de controlar el fuego, no solo para aprovecharlo, sino también para usarlo para satisfacer nuestras propias necesidades, es una de las cosas que separa a los humanos de los animales. Sin embargo, según los mitos antiguos, esto no siempre ha sido así.

El fuego aparece en leyendas que se remontan al período clásico. Los griegos contaron la historia de Prometeo, quien robó el fuego de los dioses para dárselo al hombre, lo que condujo al avance y desarrollo de la civilización misma. Este tema, el del robo del fuego, aparece en una serie de mitos de diferentes culturas. Una leyenda Cherokee cuenta que la Abuela Araña, que robó el fuego del sol, lo escondió en una olla de barro y se lo dio a la Gente para que pudieran ver en la oscuridad. Un texto hindú conocido como el Rig veda relató la historia de Mātariśvan, el héroe que robó el fuego que había estado oculto a los ojos del hombre.

El fuego a veces se asocia con deidades del engaño y el caos, probablemente porque, si bien podemos pensar tenemos dominio sobre él, en última instancia, es el fuego mismo el que tiene el control. El fuego a menudo se relaciona con Loki, el dios nórdico del caos, y el griego Hefesto (que aparece en la leyenda romana como Vulcano), el dios de la metalurgia, que demuestra una gran cantidad de engaños.

Fuego y cuentos populares

El fuego aparece en varios cuentos populares de todo el mundo, muchos de los cuales tienen que ver con supersticiones mágicas. En algunas partes de Inglaterra, la forma de las cenizas que saltaban del hogar a menudo presagiaba un evento importante: un nacimiento, una muerte o la llegada de un visitante importante.

En partes de las islas del Pacífico, los hogares estaban custodiados por pequeñas estatuas de ancianas. La anciana, o madre del hogar, protegía el fuego y evitaba que se extinguiera.

El mismo diablo aparece en algunos cuentos populares relacionados con el fuego. En algunas partes de Europa, se cree que si un fuego no se enciende correctamente, es porque el Diablo acecha cerca. En otras áreas, se advierte a la gente que no arroje cortezas de pan a la chimenea, porque atraerá al Diablo (aunque no hay una explicación clara de lo que el Diablo podría querer con las cortezas de pan quemadas).

A los niños japoneses se les dice que si juegan con fuego, se mojarán en la cama de forma crónica, ¡una manera perfecta de prevenir la piromanía!

Un cuento popular alemán afirma que nunca se debe regalar fuego de la casa de una mujer dentro de las primeras seis semanas después del parto. Otro cuento dice que si una criada está encendiendo un fuego con yesca, debe usar tiras de camisas de hombres, ya que la tela de yesca de las prendas de vestir de las mujeres nunca prenderá una llama.

Deidades asociadas con el fuego

Hay una serie de dioses y diosas asociados con el fuego en todo el mundo. En el panteón celta, Bel y Brighid son deidades del fuego. El Hefesto griego está asociado con la fragua, y Hestia es una diosa del hogar. Para los antiguos romanos, Vesta era una diosa de la vida doméstica y matrimonial, representada por los fuegos del hogar, mientras que Vulcano era un dios de los volcanes. Asimismo, en Hawái, Pele está asociado con los volcanes y la formación de las propias islas. Finalmente, el Svarog eslavo es un escupefuego de los reinos internos del subsuelo.