Custodia tu vida y tu hogar buscando a Dios, no hay mejor y mayor protección.
Es requisito santificar tu vida, ocupar tu corazón de lo bueno, llevar cuidado con lo que ves, proteger tus oídos de las malas diálogos, ser prudente en lo que hablas, blindar tu corazón.
Los ojos y los oídos son la ventana del alma, la boca charla de lo que está lleno el corazón, no te dejes corromper, ¿no ha contaminado tanto tu vida y socavado tu fe en confiar en Dios?
Resguarda tu hogar, su suelo es santo, no permitas que la cultura de la muerte y la maldición entren y se establezcan.
Es requisito regresar a santificar tu hogar con la oración y la meditación de la palabra de Dios, lee más la palabra de Dios y aprende de ella, regresa a charlar de cosas buenas con los de tu casa, comparte las dificultades y las victorias, haz tu hogar un lugar de apoyo y empoderamiento para todos.
Da libre acceso al Señor para santificar tu hogar todos los días.
Y no descuidéis vuestra vida con Dios, permaneced observadores y sensibles a lo que Dios les ha enseñado ante muchos males que les vienen en bandeja, queriendo engañaros y perderos.
Sepa que lo que Dios tiene para usted y su familia son promesas de bendiciones y felicidad, nada se pierde, Dios lo quiere y puede hacer una exclusiva obra, nada es imposible para quien quiere.
¡¡¡Dios te bendiga a ti y a tu familia!!!
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