El Campo de Inclusión tiene como uno de sus lemas el lema de la Campaña de Fraternidad 2006 “Levántate y ven al medio”. El Ámbito de Inclusión tiene como propósito contribuir a que todas y cada una de las prácticas de nuestra diócesis, en sus diversos eventos, acciones pastorales y movimientos, tengan una observación inclusiva, pensando y acogiendo al otro. Con estos pensamientos, nos vimos obligados a mantener la distancia y los desafíos para incluirnos se hicieron aún mayores. Empezando por la heterogeneidad de pretensiones, que necesitan sus adaptaciones específicas en persona y quizás otras en este momento.
Muchos de los trabajos que hacíamos eran de interacción frente a frente: nuestros tutoriales de Libras, Braille, Orientación y Movilidad para Personas con Discapacidad Visual, los proyectos que íbamos a poner en marcha para acoger a personas suecas y con discapacidad visual, nuestro comienzo de trabajo hasta acoger a familias de personas con autismo… Varios proyectos para el año 2020 han quedado en el plan de ideas y no se pudieron implementar, quizás por desconocimiento de cómo migrarlos, quizás pues la manera presencial sería la mejor en estos casos.
Pensemos en varias ocasiones, empezando por la gente con discapacidad visual (quien nos ayuda en esta parte es Rosilene Pova, educadora, organizadora de Personas con Discapacidad Visual, y una persona con discapacidad visual que vive e interactúa con otra gente en la misma condición).
Existen varios retos para la persona con VI en este período pandémico. Algunas cuestiones que surgieron:
- Esos que vieron interrumpido su trabajo por estar bajo riesgo (por poner un ejemplo, masajistas) resultando en una reducción significativa en sus ingresos, impactando en su modo de vida.2. Sitio de trabajo, en especial sitios que atienden al público, y que precisan cuidados higiénicos: no hay forma de entender si la persona se está cuidando, si la persona que viene a hablar lleva mascarilla, si la higiene es correcta, aumentando la preocupación por la discapacidad visual.3. La asistencia en la calle y la indicación de ubicación requieren la cercanía al conductor, tocar el brazo para avisar de la llegada, ayudar a atravesar la calle o aun conducir, imposibilitar el distanciamiento.4. Las pautas oficiales, como el lavado de manos, venían en vídeos visuales, sin el cuidado de tener una audiodescripción e incluirnos en el software de orientación.
- La gente con discapacidad visual tienen una exploración táctil del mundo, exponiéndose a un mayor riesgo y una preocupación creciente.6. Servicio en el comercio, la obligación de distanciamiento dificulta la comunicación y entendimiento de lo que ocurre, incluso en ocupaciones fáciles como abonar, dar cambio o mercadería.
Pensando en el contexto de la audiodescripción e incluso de la interpretación en Libras:
El mayor medio de comunicación en este momento son los recursos tecnológicos, que si bien facilitan varios puntos de la vida moderna, también provocan un mayor cansancio. Sumado a la necesidad de que los integrantes del Sector de Inclusión cuenten con estos elementos con determinada calidad en sus hogares. Hay otro factor que puede no ser evidente para otros grupos: la mayor parte de nuestro trabajo lo hacemos en colaboración: más de un intérprete o más de un audiodescriptor, ya que son trabajos que generan cierta fatiga. ¿De qué manera asegurar que todos los Lives importantes que se desarrollan en la agenda de la Diócesis logren tener cuando menos un intérprete? Si Live dura una hora, necesitaríamos dos intérpretes, pero ¿cómo los conectamos de manera remota al mismo tiempo? ¿Cómo hallar voluntarios disponibles para todos y cada uno de los acontecimientos (que se han vuelto mucho más accesibles al público, puesto que antes la divulgación podía ser más parroquial y ahora se efectúa por Internet?) suponiendo que todos están más cansados por el aislamiento, el trabajo recóndito, nuevas demandas? ¿Y la masa? Principio de una vida católica, ¿de qué forma hacerla remotamente alcanzable?
Lo que pudimos hacer fue unir nuestras manos con el trabajo en otras diócesis. Entre las formaciones que hacemos y también señalamos está el proyecto MME – Missão Mãos que Evangelizam, que ya estudiaba las lecturas de la Misa en conjuntos y compartiéndolas para estudios. Empezamos a llevarlo a cabo de forma oficial, cada semana un grupo de intérpretes se encarga de las lecturas, con la ayuda y corrección del coordinador (Odirlei). Estábamos madurando y perfeccionando la interpretación y él, en el canal del proyecto, tomaba una transmisión masiva en directo y la retransmitía con interpretación en Libras, con las lecturas grabadas por adelantado. Así conseguimos que las personas suecas de todo Brasil tengan la posibilidad de tener una masa alcanzable. A lo largo del tiempo pascual, con la cantidad considerable de celebraciones, tuvimos un trabajo intenso, pero pese al cansancio, estamos ligeros por poder ofrecer Misa para todos.
Para la persona sorda, también está el tema de la mascarilla, ya que ciertos utilizan la función de lectura de labios y la mayoría emplea expresiones faciales para comunicarse, era necesario pensar en medios alternos para mantener la utilización de mascarilla sin denegar la comunicación en la cara. relaciones frente a frente. Pero en el comercio, realmente pocas personas conocen la importancia de utilizar máscaras transparentes, lo que provocó un retroceso en un ya bien difícil proceso de inclusión.
Para las familias de personas con autismo, el desafío fue intensísimo en el sentido de crear novedosas prácticas, argumentar la relevancia de usar mascarilla e inclusive luchar para que la gente autistas tuvieran una tarjeta que autorizara, cuando fuera preciso, el movimiento sin mascarilla. (de esta conquista sabemos en la localidad de Santurrón André, pero no entendemos si asimismo sucedió en otros lugares).
Damiana, madre de un niño autista, dice que la ansiedad de su hijo ha incrementado mucho, y como no se están haciendo las terapias, le toca a la familia reajustarse, ayudando con las tareas escolares y intentando encontrar ocupaciones que se logren hacer seguramente. Apunta que participa en conjuntos de acompañamiento, como “Unidos pelo Amor”, cuyo propósito es cuidar de quienes los cuidan (un conjunto de mamás y cuidadoras de personas con discapacidad que busca respaldar a los progenitores, orientando, dando acompañamiento de padres a padres, con la ayuda de expertos), pero este año no lograron organizar encuentros que los fortalezcan para percatarse de que el diagnóstico de la discapacidad que sea no es el desenlace.
La falta de asambleas afecta de forma negativa a los progenitores, ya que estos diálogos importan para el fortalecimiento de la familia. Asimismo resalta la importancia de que la familia se involucre en los grupos de Políticas Públicas que hay, en el conjunto São Bernardo hay reuniones bimensuales con el Ministerio Público, la Defensoría Pública, los consejeros tutelares y otros organismos públicos que luchan por los PCD para garantizar sus derechos en el campo de la Salud, la Educación y la vida popular. La participación de sobra familias aportando sus perspectivas y pretensiones es fundamental para fortalecer a todos en la búsqueda de los derechos que frecuentemente se niegan a las Personas con Discapacidad. Otro punto esencial que destaca es que siempre y en todo momento debemos unirnos en oración, como familia, participando activamente en proyectos de inclusión dentro de nuestras comunidades católicas.
Para las personas con discapacidad física, en especial los clientes de sillas de ruedas, salir de casa se ha convertido en un desafío aún mayor. Si necesitamos descalzarnos y, si es viable, llevar a cabo una limpieza completa, ¿de qué forma podemos adecentar las ruedas de la silla cada vez que necesitemos salir de casa? Sumado al hecho de que muchas personas, debido a su condición, padecen de inconvenientes respiratorios.
Entre las respuestas que tuvimos estaban los expertos que individualizaban la asistencia recóndita para ordenar a la gente con discapacidad y sus familias, pero transcurrido el tiempo el retorno que lograron observar estos profesionales es una mayor interacción entre las familias y las personas con discapacidad y los expertos.
Artículo escrito por integrantes del Sector de Inclusión de la Diócesis de Santurrón André (P. Cláudio Pereira Beatos, Luísa Maria Tavares Jardim, Rosilene Pova, Damiana Oliveira Santoso, Vilma Marcelino Silva y Mariana Bonotto)