Hoy es la fiesta de Santa Teresa Benedita da Cruz, judía

OFICINA CENTRAL, 09 ago.

21 / 05:00 am (ACI).- Santa Teresa Benedita da Cruz nació en Breslau (1891), ciudad que perteneció a Alemania y luego pasó a Polonia.

Fue nombrado tras Edith Stein.

De joven abandonó la religión judía, por el hecho de que no le encontraba sentido a su historia.

Posteriormente se transformó en una brillante estudiante de fenomenología en la Facultad de Gottiengen, donde conoció el pensamiento de los filósofos Husserl y Martin Heidegger (2 de los filósofos más esenciales del siglo XX).

Finalmente, Edith se licenció en Filosofía en la Facultad de Friburgo.

Gracias a su prominente sentido solidario, se incorporó a la Cruz Roja como enfermera durante la Primera Guerra Mundial, destacándose por su amabilidad, servicio y autocontrol.

En 1921, Edith decidió acompañar a una amiga que había enviudado y se sorprendió al encontrarla con mucha paz y fe en Dios.

Fue tal como deseó entender la fuente de estas gracias y comenzó a leer, en la casa de la viuda, la biografía de Santa Teresa de Jesús.

Entró en un estado de profunda crisis y un momento de purificación hasta el momento en que, meses después, decidió bautizarse.

Buscó la asistencia de un sacerdote y recibió el sacramento en 1922.

Siendo católica, se sintió mucho más judía, porque encontró en Jesucristo el sentido de su fe y de su vida.

De a poco fue brotando su incomodidad vocacional, mientras la acompañaba su directivo espiritual.

Comenzó a trabajar como maestra en la escuela de capacitación de profesores para los dominicos en Santa Madalena, dio charlas, tradujo libros, se resaltó profesionalmente y, a veces, se retiró para encontrar la paz en la abadía benedictina de Beuron.

La situación política en Alemania comenzaba a deteriorarse, pero Edith no se rindió y entró en el Carmelo, que había sido su sueño durante varios años, saliendo de la fama.

El 15 de abril de 1934 tomó el hábito carmelita y cambió su nombre por el de Teresa Benedita da Cruz.

La situación de los judíos empeoró y Edith solicitó ser trasladada para evitar el riesgo para las monjas del sitio.

Fue enviada a una comunidad en Holanda, junto con su hermana Rosa, quien también se había convertido al cristianismo y estaba sirviendo como hermana laica.

Cuando se generaron las deportaciones de los judíos, luteranos, calvinistas y católicos acordaron leer juntos un artículo de queja a lo largo de los servicios religiosos.

Los nazis asimismo amenazaron con deportar a los judíos conversos al catolicismo.

Las fuerzas de ocupación nazis declararon “apátridas” a todos los judíos católicos.

Un cuerpo militar nazi entró en el convento carmelita y se llevó a Teresa y Rosa.

Al irse, la santa tomó la mano de su hermana y le ha dicho: “Ven, vamos, por nuestro pueblo”.

Fueron llevados al campo de concentración de Westerbork y los presos han quedado sorprendidos por el testimonio de paz de santa Teresa, que se preocupaba por ayudar y consolar a los demás, aun en las duras condiciones de degradación y tormento en que vivían.

Fueron mandados a Auschwitz, con una cantidad enorme de judíos, y llegaron al campo de concentración el 9 de agosto de 1942.

Instantaneamente, los prisioneros fueron llevados a la cámara de gas y Santa Teresa partió hacia la Casa del Padre, ofreciendo su vida por la salvación de los almas, la liberación de su pueblo y la conversión de Alemania.

Santa Teresa Benedita da Cruz fue canonizada por san Juan Pablo II en 1998, quien le dio el título de “mártir del amor” y, en el mes de octubre de 1999, fue declarada copatrona de Europa.

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