Hoy comienza la novena por la Asunción de Nuestra Señora

OFICINA CENTRAL, 06 ago. 21 / 08:00 am (ACI).- “¡De qué forma quisiera que la alegría de la Asunción de María se expresara en todos los sitios y en todos los lenguajes!… Que todo hombre y toda mujer tomen conciencia de ser llamados, por de distintas formas, para participar de la gloria celestial de vuestra verdadera Madre y Reina”, decía San Juan Pablo II, en 1995, con motivo de la Solemnidad de la Asunción de la Virgen María.

Cerca de esta gran Solemnidad, que la Iglesia festeja el 15 de agosto, presentamos la novena libre en la web de la Red social Shalom, en honor a Nuestra Señora de la Asunción.

Primer día:

Oh Virgen Inmaculada, Madre de Jesús y Madre nuestra, suponemos en tu triunfante Asunción a los cielos, donde ángeles y santos te aclaman como Reina del Cielo y de la Tierra.

Nos unimos a ellos para loar al Señor que te elevó sobre todas las criaturas y con ellos te garantizamos nuestra devoción y amor.

Confiamos en que velas por nuestros esfuerzos diarios y oramos a fin de que intercedas por nosotros en nuestras pretensiones (menciona la petición). Nos consolamos en la fe en la Resurrección venidera y te miramos, vida nuestra, dulzura nuestra y promesa nuestra. Tras esta vida terrena, muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre, oh clemente, oh piadosa, oh dulce Virgen María.

Oh Reina Asunta al Cielo, ruega por nosotros. Amén.

Avemaría…

Segundo día:

Oh María, Asunta al Cielo, te veneramos como Reina del Cielo y de la Tierra. Tu Hijo te ha alto a un trono de gloria en el Cielo junto a Él. Habiendo experimentado la amargura del mal y la tristeza con Él en la tierra, en este momento disfrutas de la bienaventuranza eterna con Él en el Cielo.

Como nuestra amorosa Reina, intercede por nosotros en nuestras necesidades (menciona la solicitud).

Damos merced a Jesús por colocar la mucho más hermosa de las coronas sobre tu cabeza, mientras que todos y cada uno de los Ángeles y Santos te aclaman como su Reina.

Oh Reina Asunta al Cielo, suplica por nosotros. Amén.

Avemaría…

Tercer día:

Oh Madre, Asunta al Cielo, porque estuviste presente en todos y cada uno de los secretos de nuestra Redención aquí en la tierra, Jesús te coronó no solo de gloria, sino de poder. Por tu gloriosísima y vigorosa intercesión, ayúdanos, oh Madre amorosa, y presenta nuestra petición a Jesús (relata la petición). Oh Reina Asunta al Cielo, suplica por nosotros. Amén.

Avemaría…

Cuarto dia:

Oh querida Madre María, Dios te puso a su diestra para que consigas disponer de los tesoros de la gracia por medio de un título singular: el de Madre de Dios.

En medio de todos y cada uno de los Beatos, eres su Reina y la nuestra, mucho más querida en el Corazón de Dios que cualquier criatura en Su Reino.

Oras por tus hijos y nos distribuyes toda la gracia conquistada por nuestro Amado Salvador en la Cruz.

Con tu muy santo título, intercede por nosotros en nuestras pretensiones y pídele a Jesús que nos conceda este favor, si es para el bien de nuestras ánimas (menciona la petición).

Oh Reina Asunta al Cielo, suplica por nosotros. Amén.

Avemaría…

Quinto día:

Oh Madre misericordiosa y cariñosa, que tu gloriosa hermosura llene nuestros corazones de disgusto por las cosas terrenales y de candente deseo por los disfrutes del cielo. Que tus ojos misericordiosos miren con compasión nuestras luchas y nuestra debilidad en este valle de lágrimas.

Escucha, ya que, Madre amorosa, nuestra súplica y suplica a Jesús por nosotros (relata la petición).

Cúbrenos con el manto puro de inocencia y felicidad aquí en la tierra, y el de inmortalidad y gloria en el Cielo.

Oh Reina Asunta al Cielo, ruega por nosotros. Amén.

Avemaría…

Sexto día:

Oh María, nuestra Madre querida y Reina vigorosa, toma y recibe nuestros pobres corazones con su libertad y deseos, todo el cariño, todas y cada una de las virtudes y gracias con que pueden estar adornados.

Todo cuanto somos y todo lo que tenemos la posibilidad de ser, todo lo que contamos y todo lo que tenemos tanto por naturaleza como por gracia, lo hemos recibido de Dios por tu cariñosa intercesión.

Ayúdanos, querida Madre, a devolver a Dios todo lo que tenemos, incluso nuestras peticiones (menciona la solicitud). Oh Nuestra Señora y Reina, en tus manos soberanas encomendamos todo lo que puede ser devuelto a su noble origen.

Oh Reina Asunta al Cielo, suplica por nosotros. Amén.

Avemaría…

Séptimo día:

Oh María, Reina de todos los corazones, recibe todo cuanto somos y lo que nos une a ti mediante los nudos del amor, para que seamos tuyos para siempre y tengamos la posibilidad decir con toda la realidad: “Soy de Jesús, por María ”. .

Oh Madre Nuestra, Asunta a los Cielos y Reina del Cosmos, Siempre Virgen Madre de Dios, obtén para nosotros lo que pides, si es para la gloria de Dios y el bien de nuestras ánimas (menciona la petición).

Oh Madre Nuestra, Asunta al Cielo, te amamos, pero danos un amor mayor por Jesús y por ti.

Oh Reina Asunta al Cielo, suplica por nosotros. Amén.

Avemaría…

Octavo día:

Oh María, Reina Asunta al Cielo, nos regocijamos en tu título de Reina del Cielo y de la Tierra.

Diste tu santurrón “Fiat” a Dios y te convertiste en la Madre de nuestro Salvador. Alcánzanos la paz y la salvación con tus oraciones, por haber dado a luz a Cristo nuestro Señor, Salvador de la humanidad.

Intercede por nosotros y transporta nuestras peticiones ante el Trono de Dios (nombrar petición).

Que a través de tus frases, nuestras ánimas se llenen de un profundo deseo de ser como tú, un humilde vaso del Espíritu Santo y un siervo del Dios Todopoderoso.

Suplica por nosotros, oh Reina Asunta al Cielo, para que seamos dignos de las promesas de Cristo. Amén.

Avemaría…

Noveno día:

Oh Muy santa Madre Asunta al Cielo, después de años de heroico calvario en la tierra, nos regocijamos de que por último hayas sido llevada al trono dispuesto para Ti en el Cielo por la Santísima Trinidad.

Eleva nuestros corazones contigo en la gloria de tu Asunción, por encima del terrible toque del pecado y la impureza.

Enséñanos de qué manera la tierra se hace pequeña en el momento en que se ve desde el cielo.

Haznos entender que la desaparición es la puerta triunfal por donde pasaremos a tu Hijo, y que cualquier día nuestros cuerpos se unirán a nuestras almas en la alegría sin limites del Cielo.

Desde esta tierra, que pisamos como peregrinos, procuramos tu asistencia.

En honor a tu Asunción al Cielo te solicitamos la gracia de (relata la petición).

Cuando llegue la hora de nuestra muerte, condúcenos de manera segura a la existencia de Jesús para contemplar la visión de Dios para toda la eternidad, junto contigo.

Ruega por nosotros, oh Reina Asunta al Cielo, a fin de que seamos dignos de las promesas de Cristo. Amén.

Avemaría…

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