Fray Cantalamessa: “El lugar donde entramos en contacto con
El Beato Padre y la Curia de Roma participaron, este viernes por la mañana (22), en la Capilla Redemptoris Mater, en el Vaticano, en el segundo sermón de Cuaresma del Padre Raniero Cantalamessa, Predicador oficial de la Casa Pontificia
Manoel Tavares – Ciudad del Vaticano
En la mañana de este viernes (22), en la Capilla redemptoris mater, en el Vaticano, tuvo lugar la segunda Predicación Cuaresmal de Fray Raniero Cantalamessa, Predicador oficial de la Casa Pontificia. El tema que está construyendo el capuchino, estos viernes de Cuaresma, es “regresar adentroextraído del pensamiento de San Agustín.
De hecho – afirmaba fray Cantalamessa – san Agustín lanzaba un llamamiento que, varios siglos después, mantuvo íntegra su actualidad: “Vuélvete en ti”, porque la verdad radica en el hombre.
En este sentido, citando el Salmo “Mi alma tiene sed del Dios vivo”, reflexionamos sobre el “rincón” donde cada uno de nosotros entra en contacto con el Dios vivo. En sentido universal y sacramental este “rincón” es la “Iglesia”, pero en sentido personal y existencial es “nuestro corazón”, que la Escritura llama “el hombre interior, el hombre escondido en el corazón”.
En este período de Cuaresma reflexionamos sobre “los cuarenta días que Jesús pasó en el desierto”. Allí debemos ir a su acercamiento. Pero no todos pueden ir a un desierto exterior, sino más bien al desierto interior, que es nuestro corazón. “Cristo habita en la interioridad del hombre”, decía San Agustín.
Una imagen simbólica del Evangelio, que nos asiste a realizar nuestra conversión interior, es el episodio de Zaqueo. Desea saber a Jesús. Conque sale de su casa, se mete entre la multitud, se sube a un árbol y lo busca. En el momento en que Jesús lo vio, le ha dicho: “Zaqueo, baja rápidamente, pues el día de hoy tengo que entrar en tu casa”. Conque realmente sabía quién era Jesús y encontró la salvación.
Nos parecemos mucho a Zaqueo, dijo Cantalamessa: buscamos a Jesús fuera de nosotros, en las calles, en la multitud. Pero, Jesús nos sugiere ir a volver a nuestra casa, a nuestro corazón para encontrarse con nosotros.
Por eso, con este pasaje evangélico, el Predicador explicaba el significado de “interioridad”, un valor que está en crisis.
La “vida interior”, que antes era homónimo de “vida espiritual”, ahora semeja ser vista con cuidado. Ciertas causas de esta crisis interior conciernen a nuestra naturaleza humana; otros se refieren a la urgencia “social”.
Para el cristianismo, la crisis de un valor tradicional debe venir de la Palabra de Dios.
Habitamos una civilización diseñada hacia el exterior. No son solo los jóvenes sobrecargados de exterioridad, ¡sino también los religiosos! La disipación es la enfermedad mortal que mina a todos.
Aquí, el Predicador de la Casa Pontificia citó la obra de santa Teresa de Ávila titulada “El castillo interior”, uno de los frutos más maduros de la doctrina cristiana de la interioridad. Pero, tristemente, asimismo existe un “castillo exterior” del que somos prisioneros. Por lo tanto, debemos volver a descubrir y proteger nuestra interioridad.
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios
