Francisco: La oración perseverante produce una
Francisco: La oración perseverante produce una transformación progresiva
“La oración es el timón que guía el camino de Jesús”, ha dicho el Papa en la catequesis de la Audiencia General de este miércoles, que se volvió a festejar en la Biblioteca del Palacio Apostólico gracias a la pandemia del coronavirus.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
“Jesús, maestro de oración” fue el tema de la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia General de este miércoles (04/11), celebrada en la Biblioteca del Palacio Apostólico. Francisco ha reanudado las audiencias en general en su biblioteca, tras señalarse un caso positivo de coronavirus durante la Audiencia General del 21 de octubre, y para evitar cualquier peligro para la salud de los participantes. Percibir y compartir
“Desgraciadamente volvimos a realizar la audiencia en la biblioteca, para defendernos del contagio del Covid. Esto nos enseña que hemos de estar atentos a las prescripciones de las autoridades, tanto políticas como sanitarias, para defendernos de esta epidemia. Ofrezcamos al Señor esta distancia entre nosotros por el bien de todos. Pensemos en los enfermos, en los que entran como descartados. Pensemos en los médicos, enfermeras, enfermeros, voluntarios, todos los que trabajan con los enfermos en ese momento, que arriesgan su historia y lo hacen por amor a su vocación, por amor a el resto. Oremos por ellos. Gracias.
“Durante su historia pública, Jesús recurre regularmente al poder de la oración. Aun en los momentos de mayor entrega a los pobres y enfermos, Jesús nunca descuidó su diálogo íntimo con el Padre. Cuanto mucho más se sumergía en las necesidades del pueblo, mucho más sentía la necesidad de descansar en la comunión trinitaria”, subrayó el Pontífice.
La oración es el timón que guía la ruta de Jesús
Según Francisco, “en la vida de Jesús hay un misterio, oculto a los ojos humanos, que representa el punto focal de todo. La oración de Jesús es una realidad enigmática, de la que solo podemos intuir algo, pero que nos permite leer su misión en la justa visión. En esas horas de soledad, antes del amanecer o al amanecer, Jesús se sumerge en su intimidad con el Padre, es decir, en el Amor del que toda alma tiene sed. Esto es lo que se desprende de los primeros días de su ministerio público. Jesús siempre y en todo momento va mucho más allá, va mucho más allí en la oración con el Padre, va mucho más allá en los pueblos, en otros horizontes para predicar a otros pueblos”.
La oración es el timón que guía el sendero de Jesús. No es el éxito, no es el consentimiento, no es esa seductora oración “todos te buscan”, lo que dicta las etapas de tu misión. Es el camino menos cómodo que traza el camino de Jesús, pero que obedece a la inspiración del Padre, que Jesús escucha y acoge en su oración solitaria.
Del ejemplo de Jesús, podemos sacar algunas Especificaciones de la oración cristiana. La primera es que la oración es el primer deseo del diaalgo que se practica al amanecer, antes que el mundo despierte.
La oración es escucha y acercamiento con Dios
Según el Papa, “un día vivido sin oración corre el peligro de convertirse en una experiencia desganada o aburrida: todo lo que nos pasa puede convertirse para nosotros en un destino molesto y ciego. Jesús, al contrario, enseña la obediencia a la verdad y por tanto la escucha”. Francisco luego añadió:
La oración es, frente todo, percibir y conseguir a Dios. Los inconvenientes de la vida cotidiana no se convierten en óbices, sino más bien en llamadas de Dios mismo a la escucha y al acercamiento de los que tenemos enfrente. De esta forma, las pruebas de la vida se convierten en chances para medrar en la fe y la caridad. El camino cotidiano, incluidas las adversidades, adquiere la visión de una “vocación”. La oración tiene el poder de convertir en bien lo que de otra manera sería una condenación en la vida; tiene el poder de abrir un gran horizonte para la cabeza y ensanchar el corazón.
La segunda característica es que “la oración es un arte que debe practicarse con empeño. Todos somos capaces de oraciones episódicas, que nacen de la emoción de un instante; pero Jesús nos enseña otro tipo de oración: la que tiene una especialidad, un ejercicio y se efectúa en el marco de una regla de vida. La oración perseverante genera una transformación progresiva, hace más fuerte en tiempos de tribulación, otorga la gracia de ser sostenido por Aquel que nos quiere y resguarda siempre y en todo momento”.
La oración es abandonarse en las manos del Padre
La tercera “característica de la oración de Jesús es la soledad”, ha dicho el Papa. “Los que rezan no huyen de todo el mundo, sino eligen los sitios desiertos. Allí, en el silencio, pueden surgir muchas voces que ocultamos en nuestro corazón: los deseos más lejanos, las verdades que nos empeñamos en sofocar. Y más que nada, Dios charla en silencio. Cada persona necesita un espacio para sí mismo, donde pueda cultivar su historia interior, donde las acciones tengan sentido”.
“Sin vida interior nos volvemos superficiales, agitados, deseoso; la ansiedad nos enferma. Debemos buscar la oración. Sin vida interior, escapamos de la realidad y asimismo de nosotros mismos. Somos hombres y mujeres en fuga para toda la vida”.
La cuarta característica de la oración de Jesús es que “es el sitio donde nos damos cuenta de que todo viene de Dios y regresa a El. A veces, los humanos pensamos que somos dueños de todo o, de lo contrario, perdemos toda autovaloración. Vamos de un espacio a otro. La oración nos ayuda a encontrar la justa dimensión en nuestra relación con Dios, nuestro Padre, y con toda la creación”.
Finalmente, “la oración de Jesús es abandonarse en las manos del Padre. Como Jesús en el Huerto de los Olivos, en aquella angustia: “Padre, si posiblemente esto pase. Pero hágase tu voluntad.” “Abandono en las manos del Padre. Es hermoso en el momento en que nos encontramos agitados y buscamos la oración y el Espíritu Santo nos transforma desde dentro y nos hace abandonarnos en las manos del Padre. Padre, hágase tu intención”, concluyó Francisco.
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Francisco: La oración perseverante produce una
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
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