Francisco en el Ángelus: Seremos juzgados por el amor

Francisco en el Ángelus: Seremos juzgados por el amor
Francisco en el Ángelus: Vamos a ser juzgados por el cariño

“En el Evangelio de hoy, Jesús se identifica no sólo con el pastor-rey, sino asimismo con la oveja descarriada, esto es, con los hermanos pequeños y necesitados. Y de esta manera señala el criterio del juicio: se fundamentará en el amor concreto dado o negado a estas personas, pues él mismo, el juez, está presente en cada uno”, dijo el Papa en su discurso dominical.
Mariangela Jaguraba/Silvonei José – Vatican News
El día de hoy celebramos la Solemnidad de Nuestro Señor Jesucristo, Rey del Universo, con la que se cierra el año litúrgico, la gran parábola en la que se despliega el secreto de Cristo. Él es el Alfa y la Omega, el principio y cumplimiento de la historia; y la liturgia de hoy se centra en el “omega”, o sea, en la misión final.
Estas son las palabras de apertura del Papa Francisco en el Ángelus de este domingo (22/11), Solemnidad de Cristo Rey.
Según el Papa, “el sentido de la historia se puede comprender teniendo frente nuestros ojos su culminación: el fin es asimismo la misión. Y o sea lo que hace Mateo, en el Evangelio de este domingo, al situar el discurso de Jesús sobre el juicio universal en el epílogo de su historia terrena: Aquel a quien los hombres van a condenar, es de todos modos el juez supremo. En su muerte y resurrección, Jesús se mostrará como el Señor de la historia, el Rey del universo, el Juez de todos. Pero la paradoja cristiana es que el Juez no es un rey alarmante, sino un pastor lleno de mansedumbre y misericordia”.
En esta parábola del juicio final, Jesús emplea la imagen del pastor, recordando las profecías de Ezequiel, que hablaba de la intervención de Dios en pos del pueblo, contra los pésimos pastores de Israel. Estos habían sido atroces y explotadores, prefiriendo pastorear ellos mismos en vez del rebaño. De ahí que, el mismo Dios asegura cuidar en lo personal de su rebaño, defendiéndolo de las injusticias y los abusos. Esta promesa de Dios a su pueblo se cumplió totalmente en Jesucristo, que afirma de sí: «Yo soy el buen pastor».
En el evangelio de hoy, Jesús se identifica no solo con el pastor-rey, sino también con la oveja descarriada. Podríamos charlar de una “doble identidad”: el pastor-rey, Jesús, se identifica también con las ovejas, esto es, con los hermanos pequeños y necesitados. Y de este modo indica el criterio del juicio: se fundamentará en el cariño concreto dado o negado a estas personas, porque Él mismo, el juez, está presente en cada uno de ellos. Es juez, es Dios-hombre, pero asimismo es el pobre, está escondido, está presente en la persona del pobre que relata. Jesús afirma: “De cierto les digo que todo lo que hicisteis o dejasteis de hacer a uno de estos mis hermanos mucho más pequeños, me lo hicisteis o no”. Seremos juzgados basados en el cariño. El juicio será sobre el amor. No por los sentimientos, no: vamos a ser juzgados por las proyectos, por la compasión que se convierte en proximidad y en ayuda atenta.
“¿Estoy cerca de Jesús presente en la persona de los enfermos, de los pobres, de los que sufren, de los enjaulados, de los que tienen apetito y sed de justicia? ¿Me acerco a Jesús presente allí? Esa es el interrogante de hoy”, ha dicho el Papa.
“El Señor, en el fin de todo el mundo, evaluará a su rebaño, y lo va a hacer no sólo del lado del pastor, sino asimismo del lado de las ovejas, con las que se identificó. Él nos va a preguntar:
¿Eras un pastorcito como yo? ¿Fuiste mi pastor en el momento en que se encontraba presente con esta gente necesitada, o fuiste indiferente? Hermanos y hermanas, cuidémonos de la lógica de la indiferencia, con lo que instantaneamente viene a la cabeza: mirar hacia otro lado en el momento en que vemos un problema. Debemos recordar la parábola del Buen Samaritano. Aquel pobre hombre, herido por delincuentes, tirado al suelo, entre la vida y la desaparición, estaba allí solo. Pasó un sacerdote, lo vio y salió mirando para otro lado. Pasó un levita, lo vio y miró hacia un lado. ¿Soy yo, ante mis hermanos y hermanas necesitados, indiferente como este sacerdote, como este levita, y miro hacia otro lado? Seré juzgado en esto: en cómo me aproximé, en de qué manera miré a Jesús presente en los necesitados. Esto es lógico, y no lo digo yo, lo dice Jesús: “Lo que hicisteis a tal o cual persona, a mí me lo hicisteis”. Y lo que no le hicisteis a este oa aquel, no me lo hicisteis a mí, porque yo se encontraba allí”. Que Jesús nos enseñe esta lógica, esta lógica de proximidad, de arrimarse a él, con amor, en la persona de los que sufren.
Francisco concluyó pidiendo “a la Virgen María que nos enseñe a reinar en el servicio. Nuestra Señora, elevada al Cielo, recibió la corona de realeza de su Hijo, pues lo siguió fielmente por el camino del Amor. Aprendamos de ella a entrar desde ahora en el Reino de Dios, por la puerta del servicio humilde y desprendido”.
Tras la oración mariana del Ángelus, el Papa Francisco saludó a los habitantes de Campania y de Basilicata, “cuarenta años tras el desastroso terremoto, que tuvo su epicentro en Irpinia y sembró muerte y destrucción. ¡Pasaron 40 años! Este dramático acontecimiento, cuyas lesiones también materiales aún no se han curado completamente, puso de manifiesto la generosidad y la solidaridad de los italianos”.
Francisco concluyó saludando de manera especial a las familias que están en contrariedad en este momento, “pues no tienen trabajo, se han quedado sin trabajo” ya ocasiones, por vergüenza, “eso no se lo cuentan a absolutamente nadie”.
Como esto:
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Esperamos que le gustara nuestro articulo Francisco en el Ángelus: Seremos juzgados por el amor
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios