Francisco: el Evangelio es una profecía que perturba el

Francisco: el Evangelio es una profecía que perturba el

Este miércoles (1 de marzo) se hizo público el prólogo del libro firmado por el Papa Francisco “De qué forma vienen los relámpagos de Oriente”, en el que el padre Francesco Cosentino recoge, por medio de un diálogo, la experiencia del cardenal Lázaro You Heung-sik, prefecto de la Dicasterio para el Clero. Aquí está el texto terminado. Tras muchos años de esperar el consuelo del Señor,…

Este miércoles (1 de marzo) se ha hecho público el prólogo del libro firmado por el Papa Francisco “De qué forma vienen los relámpagos de Oriente”, en el que el padre Francesco Cosentino recoge, por medio de un diálogo, la experiencia del cardenal Lázaro You Heung-sik, prefecto de la Dicasterio para el Clero. Aquí está el texto terminado.

Después de varios años de esperar el consuelo del Señor, el adulto mayor Simeón reconoce en el Niño al Mesías enviado por Dios. Lo toma en sus brazos y bendice a Dios con el corazón conmovido, reconociendo en ese Niño la luz de la salvación que todos y cada uno de los pueblos esperaban (cf. Lc 2, 30-31).

Jesús es la luz mandada por el Padre en las noches oscuras de la raza humana. Él es la aurora que Dios deseó hacer aparecer mientras que aún andábamos en tinieblas. Es Él quien abrió puertas de promesa donde estábamos perdidos, iluminando los rincones recónditos de la tierra y los surcos de nuestros corazones rotos, tristes y heridos. Él es esa luz original de la Creación que ahora reluce entre nosotros para disipar las tinieblas de nuestra vida. Jesús es la luz del mundo (cf. Jn 8,12) y por eso, si bien en ocasiones andemos a tientas en la oscuridad y nos falte “visión”, siempre hay esperanza para nosotros. Pues siempre y en todo momento podemos proceder a Él chillando como el ciego Bartimeo y recibir de Jesús ojos nuevos y luminosos.

Animada por esta esperanza, la Iglesia, en su tradición teológica y ritual, se ha vuelto siempre hacia Oriente y nos sugiere ir a mirar hacia allí, pues de Oriente sale la luz, el sol de justicia, la estrella radiante que es Cristo. La Iglesia necesita siempre ser iluminada por Cristo y su Evangelio, por el hecho de que, como un barco que navega en las olas con frecuencia turbulentas de la historia, siempre puede correr el riesgo de no ser la Iglesia de Jesús. El anciano Simeón dice a María ya José: este Niño que ha nacido “está aquí para caída y resurrección de muchos en Israel y en señal de contradicción” (Lc 2,34). Jesús sigue siendo un escándalo aún hoy, un signo de contradicción que socava nuestra seguridad y sacude nuestro corazón para que no quede paralizado por el miedo, atrapado en la hipocresía, embrutecido en el pecado. La alegría del Evangelio, al tiempo que nos consuela y nos eleva, es también una profecía que nos pone en crisis, que prosigue perturbando la lógica del poder humano, los cálculos mundanos, las armas de opresión, la lógica de la división y ambigüedad. Jesús todavía es quien perturba la falsa paz de aquellos que “por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de fallecidos y de toda inmundicia… llenos de hipocresía e iniquidad” (Mt 23, 27-28).

De ahí que me agrada presentar este libro, que pretende ofrecer voz a la Iglesia de Oriente por medio de los cuentos, anécdotas y reflexiones del cardenal Lázaro You Heung-sik, a quien conocí por primera vez en 2014, a lo largo de la Día de la Juventud Asiática. Day, y a quien he llamado el día de hoy para regentar el Dicasterio para el Clero. Con su trato amable y afable, nos hace agarrar los frutos de una fe sembrada en la tierra de los mártires y germinada con facilidad merced al testimonio gozoso de una Iglesia viva. Y de la historia que de a poco va tomando forma, tenemos la posibilidad de vislumbrar el sendero para proseguir siendo, todos nosotros, una Iglesia fiel a Jesús ya su Evangelio, lejos de toda mundanalidad.

De las diálogos relatadas en estas páginas, que entrelazan elementos autobiográficos y medites espirituales y pastorales, el cardenal Lázaro saca a la luz un retrato de una fe generada en contacto incesante con la Palabra de Dios y con los testimonios del Evangelio; el retrato de una Iglesia joven y intrépido, nacida de los laicos, que se convierte en instrumento de promesa y compasión, atendiendo a los heridos; el retrato de un ministerio sacerdotal que precisa regenerarse a la luz del Evangelio, vaciándose de todo clericalismo y replanteándose “junto” y “con” los hermanos laicos, en las comunidades sinodales y ministeriales.

Por este motivo expreso mi agradecimiento al Cardenal Lázaro ahora quien haya editado estas páginas, por el hecho de que todos necesitamos esa luz que viene de Oriente. Necesitamos escuchar el testimonio osado de tantos hermanos y hermanas que, con entusiasmo y a pesar de tanto sufrimiento, acogieron a Jesús con los brazos abiertos como el adulto mayor Simeón, acogiendo la predicación de san André Kim y de muchos misioneros que dedicaron su vida a la alegría del evangelio Requerimos “descentralizarnos” haciendo un viaje a Oriente y poniéndonos en la escuela de un modo de vida espiritual y eclesial que revitalizará nuestra fe. Necesitamos recordar que aun en las dificultades y la oscuridad, el Señor viene como un rayo y desea alumbrar nuestras vidas.

Fuente: Noticias del Vaticano

Pío


Whatsapp

Pío

Comunicar

Esperamos que le gustara nuestro articulo Francisco: el Evangelio es una profecía que perturba el
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Biblia