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¿Es Ad Limina una oportunidad perdida de Sr. y Sra.?
El hecho de que los obispos irlandeses no hayan planteado la cuestión de poner fin al requisito del celibato para los sacerdotes durante su actual visita Ad Limina a Roma es motivo de “profunda decepción” para algunos católicos de este país.
La Asociación de Católicos de Irlanda, que se describe a sí misma como un grupo reformador laico, cree que permitir el clero casado ayudaría a la crisis de vocaciones.
No solo permitiría que los hombres casados busquen la ordenación, dice el portavoz de ACI Noel McCann, sino que también permitiría que los sacerdotes que han dejado el ministerio activo para casarse, pero que no han sido formalmente laicizados, regresen al ministerio.
El obispo Leo O’Reilly de Kilmore propuso establecer una comisión para examinar el tema del celibato, pero su propuesta fracasó, dice el ACI. Como resultado, los obispos irlandeses no han podido presentar propuestas para poner fin a la regla del celibato al Papa Francisco durante su reunión con él en Roma esta semana.
Tener clérigos casados no es tan descabellado, dice el ACI. Las iglesias católicas ortodoxas o de rito oriental no solo permiten sacerdotes casados, sino que ya hay sacerdotes casados en el ministerio en la Iglesia Católica Romana en estas islas.
Estos sacerdotes casados son ex anglicanos a quienes se les permitió ingresar a la Iglesia Católica luego de la decisión de la Iglesia de Inglaterra en 1994 de ordenar mujeres sacerdotes. De hecho, se calcula que aproximadamente uno de cada diez de los sacerdotes de Inglaterra son antiguos clérigos anglicanos aunque, por supuesto, no todos están casados.
“La creciente escasez de sacerdotes debe abordarse ahora como una cuestión de urgencia para garantizar el acceso de los fieles a la Eucaristía en los próximos años”, dijo el Sr. McCann. “El alto porcentaje de sacerdotes mayores de 65 años en Irlanda y la baja admisión de seminaristas sugieren que dentro de diez años muchas parroquias se quedarán sin un sacerdote residente.
“La cuestión del celibato ya se está discutiendo al más alto nivel en el Vaticano.
“En septiembre de 2013, el secretario de Estado del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin, dijo que el celibato no es un dogma de fe y que ‘puede debatirse porque es una tradición eclesiástica’”.
