RELIGION CRISTIANA

En el día de la Inmaculada, Misa de Acción de Gracias por los Jubileos

San Francisco de Asís puso a la Orden Franciscana bajo la protección de la Inmaculada Concepción de Nuestra Señora, celebrada este 8 de diciembre. La Provincia Franciscana de la Inmaculada siempre celebra la fecha con el encuentro de sus felices. Este año, en la sede provincial, en Vila Clementino, en São Paulo, se celebraron los jubileos de 65 años de sacerdocio de fray Olavo Seifert; 60 años de sacerdocio de fray Ciríaco Tokarski; 50 años de sacerdocio de fr. Cláudio Guski, fr. José Luiz Prim, fr. José Zanchet, fr. Léo Severino Schmidt y fr. Orlando L. Bernardi; y 25 años de sacerdocio de fr. Antônio Rosolem y fr. Bertolino Tholl. De ellos estuvieron presentes fray Olavo, fray Cláudio y fray José Luiz. Durante la Misa, fray Edvaldo Batista Soares renovó los votos temporales.

Con los dichosas y cohermanos de toda la Regional São Paulo, el Ministro Provincial, fr. Fidêncio Vanboemmel, encabezó la Misa de Acción de Gracias y destacó la importancia de celebrar este instante. “Con fray Cláudio, fray José y fray Olavo, deseamos recordar a los otros felices que, por distintas causas, no lograron estar aquí presentes. Queremos agradecer a Dios por muchos años dedicados a la vocación sacerdotal. Y la vocación sacerdotal tiene bastante que ver con la Virgen María. Nuestro San Francisco mencionó que Dios descendió del trono real y necesitaba el seno de la Virgen María para venir al mundo. Dios precisa hoy las manos de los sacerdotes, esas manos frágiles, para reencarnarse cada día en el salto. La mano del sacerdote se asemeja al vientre de la Virgen Madre”, dijo fray Fidêncio.

Al dirigirse a los jubilosos, recordó la visita que hicieron a la iglesia de Beato Antônio do Pari y la oración de fray Olavo: “Aquí, hace 65 años, celebré mi primera misa”. Según el Ministro provincial, fray Olavo prestó muchos servicios a la Provincia en ese instante, aun en la sede provincial cuidando los archivos. “Hoy ofrece atención espiritual en el Convento de Beato Antônio en Río de Janeiro y realiza una excelente tarea sacerdotal”, agregó.

Fray Cláudio Guski, en 50 años de vida sacerdotal, ha trabajado en la formación y en varios frentes en la Provincia. “Hoy es convento de uno de los santuarios marianos mucho más hermosos: Nossa Senhora da Penha, en Espírito Santo, donde llegan miles de peregrinos para venerar y cantar loas a la Virgen”, explicó fray Fidêncio.

Fr. José Luiz Prim fue señalado por el Provincial por sus años aplicados a la formación y por la hermosa tarea adelante de la Coral dos Canarinhos de Petrópolis. “Músico, compositor, hoy, inclusive, estamos cantando la Missa da Imaculada que compuso”, recordó. Fray José reside en la actualidad en la Fraternidade de Blumenau, donde los frailes sirven al santuario mariano de Nossa Senhora Aparecida.

Fray Fidêncio también charló de la importancia de la solemnidad para la Orden Franciscana y recitó la hermosa oración de San Francisco de Asís saludando a la Madre Dios: “Salve Santa Señora, Santa Reina, Madre de Dios, oh María, que eres Virgen hecha iglesia, escogida por el santísimo Padre celestial, que les consagró por su santísimo y amado Hijo y el Espíritu Santurrón, Paráclito! ¡En ti radicaba y radica toda la plenitud de la gracia y todo bien!

Antes del ofertorio, Fray Edvaldo renovó sus votos temporales y los Monjes Felices hicieron su consagración a Dios, la Iglesia y la Orden. Luego fueron recibidos por los monjes presentes en la celebración.

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