El único plan de la guerra es la destrucción: Papa Francisco

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El único plan de la guerra es la destrucción: Papa Francisco

Papa Francisco en el cementerio de Fogliano di RedipugliaLos mercaderes de la guerra han ganado mucho dinero, pero sus corazones corruptos han perdido la capacidad de llorar, señaló el Papa Francisco el sábado al conmemorar el centenario del comienzo de la Primera Guerra Mundial.

Celebrando la Misa en el Memorial Militar Italiano de Redipuglia, en la Provincia de Friuli Venezia Giulia, escenario de los combates entre las fuerzas Aliadas y las de las Potencias Centrales durante la Primera Guerra Mundial, el Pontífice se refirió a los caídos y víctimas de todas las guerras.

Con corazón de hijo, de hermano, de padre, hizo un llamado a los presentes a una conversión de corazón, a emocionarse hasta las lágrimas.

“La humanidad necesita llorar, y este es el momento de llorar”, dijo el Pontífice.

En su homilía, el Papa Francisco dijo: “Aquí yacen muchas víctimas. Hoy los recordamos. Hay lágrimas, hay tristeza. Desde este lugar recordamos a todas las víctimas de cada guerra”.

El Papa Francisco llamó repetidamente a la guerra “locura” e “irracional”, y dijo que su único plan era traer destrucción.

Se paró en un lugar conocido como el Memorial de los 100.000, donde una gigantesca escalera blanca conduce cuesta arriba hacia tres cruces de bronce que representan al Gólgota. Los enormes escalones de piedra están grabados con las palabras ‘Presente’ como un pase de lista a los caídos en la batalla.

“Mientras que Dios lleva adelante la obra de la creación, y nosotros, hombres y mujeres, estamos llamados a participar en su obra, la guerra destruye. También arruina la obra más hermosa de sus manos: el ser humano”.

Papa Francisco en el cementerio de Fogliano di Redipuglia2El Papa Francisco atribuyó la locura de la guerra a la indiferencia general provocada por la codicia, la intolerancia, el ansia de poder y, a menudo, justificada por una ideología.

Pero primero hay una pasión o un impulso distorsionado, advirtió el Papa.

Incluso hoy, agregó, en este lugar que es un recordatorio aleccionador de los caídos de la Gran Guerra “después del segundo fracaso de otra guerra mundial, tal vez se pueda hablar de una tercera guerra, que se libra en varias áreas del mundo a través de crimen, masacres, destrucción…”

“Aquí yacen muchas víctimas. Hoy los recordamos. Hay lágrimas, hay tristeza. Desde este lugar recordamos a todas las víctimas de cada guerra”.

“Hoy también las víctimas son muchas… ¿Cómo es esto posible? Es así porque en el mundo de hoy, detrás de escena, hay intereses, estrategias geopolíticas, ansias de dinero y poder, y está la fabricación y venta de armas, ¡que parecen ser tan importantes!”.

Papa Francisco en el cementerio de Fogliano di Redipuglia3“Y estos conspiradores del terrorismo, estos maquinadores de conflictos, al igual que los traficantes de armas, tienen grabado en sus corazones, ‘¿Qué me importa?’”

La sombra de Caín se cierne hoy sobre nosotros en este cementerio. Se ve aquí. Se ve desde 1914 hasta nuestros días. Se ve incluso en el presente, dijo.

El Papa Francisco sugirió que es tarea de los sabios reconocer los errores, sentir dolor, arrepentirse, pedir perdón y llorar.

“Con corazón de hijo, de hermano, de padre, os pido a cada uno de vosotros, más aún a todos nosotros, que tengáis una conversión de corazón: pasar del ‘¿Qué me importa?’, al llanto: por cada uno de los caídos de esta ‘masacre sin sentido’, por todas las víctimas de las guerras sin sentido, en cada época. La humanidad necesita llorar, y este es el momento de llorar”.