El racismo es un problema irlandés, dicen los obispos irlandeses tras las protestas de Black Lives Matter

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El racismo es un problema irlandés, dicen los obispos irlandeses tras las protestas de Black Lives Matter

En Irlanda debemos examinar nuestras propias conciencias en relación con las actitudes racistas y el comportamiento racista, dicen los obispos de Irlanda en una declaración posterior a su Asamblea General de Verano.

El logotipo utilizado por los activistas de Black Lives Matter

Este año, por primera vez, debido a la necesidad de distanciamiento social como resultado de la crisis de COVID-19, los obispos no se reunieron como de costumbre en el seminario nacional St Patrick’s College en Maynooth, Co. Kildare. En cambio, se reunieron por videoconferencia.

El fin de semana anterior a su reunión, se realizaron manifestaciones de Black Lives Matter en todo el mundo y, naturalmente, los obispos reflexionaron sobre el tema, concluyendo que “el mal del racismo no es simplemente un fenómeno estadounidense”.

“El racismo puede tomar muchas formas, encubiertas y abiertas, y nosotros en Irlanda necesitamos examinar nuestras propias conciencias”, dijeron los obispos en una declaración conjunta.

“La sociedad irlandesa, incluidas nuestras comunidades eclesiales, se beneficia de los dones de muchas personas de diferentes orígenes raciales que contribuyen a nuestra vida ya la calidad de vida de múltiples maneras. Al mismo tiempo, muchas personas de color, incluidos ciudadanos irlandeses, denuncian experiencias de rechazo racista y discriminación”.

Según los líderes de la iglesia, las actitudes racistas se aprenden temprano en la vida, lo que significa que los padres y maestros tienen un papel importante en la promoción de los mensajes cristianos de igualdad humana y dignidad humana.

“Las actitudes racistas pueden y deben ser contrarrestadas en los hogares y en las comunidades escolares donde se celebra la dignidad fundamental de cada persona”, dicen los obispos.

“San Pablo afirmó que no hay lugar entre los cristianos para ideas racistas de ningún tipo: ‘No hay judío ni gentil, esclavo ni libre, ni hombre ni mujer, porque todos vosotros sois uno en Cristo Jesús’.

“En tiempos post-COVID19, una prioridad clave y una opción para el cristiano debe ser la promoción y defensa de la igual dignidad de cada persona humana como hijo de Dios y miembro de la única familia humana”.