El planeta está “al borde de una catástrofe global sin precedentes”

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El planeta está “al borde de una catástrofe global sin precedentes”

El Secretario de Estado del Vaticano ha advertido que existe una “clara urgencia” de que la gente se una para hacer frente a los efectos devastadores del cambio climático.

En su discurso sobre el primero de una conferencia de dos días, ‘Salvar nuestra casa común’, organizada por el Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral del Vaticano, el cardenal Pietro Parolin señaló que la comunidad científica ha apreciado particularmente la encíclica del Papa Francisco, Laudato Si y que también ha causado una impresión muy profunda en los adherentes de otras religiones.

El Papa Francisco se dirigirá hoy a la conferencia, que ha reunido hasta 400 líderes religiosos, científicos y políticos de todo el mundo con la esperanza de influir en las reuniones del Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial y la Conferencia sobre el Cambio Climático de la ONU a finales de este año.

La conferencia del Vaticano se lleva a cabo para conmemorar el tercer aniversario de la publicación de la encíclica ambiental del Papa Francisco de 2015.

En su discurso de apertura del evento el jueves, el cardenal Peter Turkson, jefe del Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral, advirtió que el planeta está “al borde de una catástrofe global sin precedentes”.

Dijo que los efectos del cambio climático, incluido el aumento de las temperaturas y el aumento del nivel del mar, “ponen un signo de interrogación sobre el futuro mismo de la existencia humana”.

“¿Nuestro mundo está escuchando? ¿O encontramos nuevas formas de invitar a nuestro mundo a escuchar? El cardenal Turkson cuestionó y sugirió que esto era parte de la tarea de la reunión en el Vaticano.

La conferencia se ha dividido en tres partes: examinar el estado actual de las preocupaciones ambientales globales, discernir las mejores acciones a tomar e inspirar un ‘movimiento masivo’ para cuidar la Tierra.

En su discurso, el Cardenal Parolin dijo que la encíclica del Papa Francisco ha sido bien recibida como una poderosa contribución para comprender mejor y abordar de manera más efectiva una serie de cuestiones críticas que desafían a la humanidad, sobre la base de un enfoque más amplio y profundo de la ecología integral.

“Es precisamente desde el contexto de la interrelacionalidad, de que ‘todo está conectado’, que el Santo Padre nos recuerda que la humanidad es administradora y no dueña de la creación. En efecto, como señala en varias ocasiones, la ruptura en la relación del hombre con Dios, con el otro y con la creación, en su raíz, proviene de un antropocentrismo fuera de lugar”, dijo.

Destacó tres aspectos que caracterizan particularmente a Laudato Si.

El primero de ellos es el contexto de los actuales y siempre emergentes desafíos ambientales de nuestra época, en los que se advierte una clara urgencia en la invitación del Papa Francisco a cuidar nuestra casa común.

“Todos sabemos cuán precaria es la situación de nuestro planeta hoy. De hecho, la encíclica es una respuesta oportuna a uno de los desafíos más urgentes que enfrenta la humanidad hoy, a saber, un posible colapso del hogar mismo que nos sustenta a nosotros y a todas las formas de vida”.

En segundo lugar, el Cardenal Parolin dijo que Laudato Si es importante por su mensaje sobre una Ecología Integral.

“Todos debemos unirnos para comprometernos a salvar nuestro hogar común. Como escribe el Papa Francisco, “todos podemos cooperar como instrumentos de Dios para el cuidado de la creación, cada uno según su propia cultura, experiencia, compromisos y talentos” (LS, 14).

Continuó: “En Laudato Si, el Papa Francisco ofrece una visión profundamente espiritual del mundo natural, hablando del evangelio de la creación, el título mismo del segundo capítulo de la encíclica”.

Las convicciones de fe pueden ofrecer a los cristianos, y también a algunos otros creyentes, una amplia motivación para cuidar de la naturaleza y de los más vulnerables de sus hermanos y hermanas.

Recordó las palabras del Papa Francisco, “la vida humana se basa en tres relaciones fundamentales y estrechamente entrelazadas: con Dios, con nuestro prójimo y con la tierra misma”.

El Secretario de Estado del Vaticano subrayó que la doctrina católica de la creación no considera el mundo como un accidente.

“Nuestro planeta, de hecho el universo, es un acto intencional de Dios que se ofrece a los seres humanos como un regalo. La creación es el primer paso en la gran vocación del hombre: creación, encarnación, redención”.

“La humanidad no es una ocurrencia tardía. Dios no tenía dos agendas: primero, el mundo y luego, la humanidad. El hombre y la mujer están hechos a imagen y semejanza de Dios, son parte intrínseca del universo y su vocación es “labrar y guardar” todo.

Pero subrayó que “labrar y cuidar no debe incluir la dominación y la devastación. Tal comportamiento es una burla a la dignidad y al respeto debido a los dones de Dios”.