El Papa y la santidad, una llamada para todos y no para
Con el aviso de la publicación de la Exhortación del Papa “Gaudete et Exsultate” sobre la llamada a la santidad en el planeta de hoy, Vatican News ofrece ciertos pronunciamientos significativos del Pontífice sobre la santidad.
Alessandro Gisotti – Ciudad del VaticanoLa Iglesia precisa Santurrones, no superhéroes. El Papa Francisco, desde su decisión a la Cátedra de Pedro, ha dado gran importancia a la santidad en la Iglesia y, en múltiples ocasiones, ha hablado de lo que distingue a ser santurrón, además de indicar lo que es no ser santurrón. El 2 de octubre de 2013, en una de las audiencias generales de su primer año de pontificado, resaltó que la Iglesia “da a todos la oportunidad de recorrer el camino de la santidad, que es el camino del cristiano”, al encuentro con Jesús . La Iglesia, observa, “no rechaza a los pecadores”, los acoge y los invita a dejarse “contagiar por la santidad de Dios”. En el final de la catequesis, el Papa citó al escritor francés Léon Bloy quien, en los últimos instantes de su vida, dijo: “sólo hay una tristeza en la vida, la de no ser santo”.
Los beatos no son superhéroes, sino más bien amigos de Dios
El 1 de noviembre de 2013, en la primera Fiesta de Todos los Beatos como Papa, Francisco resalta que los Santurrones son “los amigos de Dios”, porque en su vida “vivieron en profunda comunión con Dios”. Por eso, el Santo Padre dibuja un perfil de los Beatos, explicando que “no son superhéroes, ni nacieron excelentes”. Los santurrones, prosigue el Papa, “son como nosotros, como todos nosotros”, “vivieron una vida normal”, pero “conocieron el cariño de Dios” y “lo siguieron de todo corazón, sin condiciones ni hipocresía”. . Entonces, ¿de qué manera se reconoce esta santidad? “Los beatos –responde el Papa– son hombres y mujeres que tienen la alegría en el corazón y la emiten a el resto”. La alegría es lo que distingue a los beatos, a diferencia de los cristianos con “rostro fúnebre” que, como suele repetir, son características de quien no vive bien su fe.
Todos los cristianos están llamados a la santidad, absolutamente nadie excluido
Otra característica de los Beatos es la humildad. En la homilía de la mañana en Casa Santa Marta el 9 de mayo de 2014, Francisco recuerda a San Juan Pablo II. Y observa que “el gran deportista de Dios” terminó aniquilado por la patología, humillado como Jesús”. El testimonio de Karol Wojtyla muestra que la regla de la santidad “es reducir a fin de que el Señor crezca” y de ahí que es precisa “nuestra degradación”. Por tanto, lejos de la imagen de personas con “superpoderes”. “La diferencia entre héroes y santos –enseña mucho más adelante en su homilía– es el testimonio, la imitación de Jesucristo: recorrer el camino de Jesús”. Para el Pontífice hay también otro tema fundamental: “la vocación universal a la santidad”, de la que habló en la audiencia general del 19 de noviembre de 2014, por exactamente la misma vocación que es la santidad”. “La santidad es un don –prosigue el Papa– ofrecido a todos, sin excluir a nadie, y por eso forma el carácter distintivo de todo cristiano”. Y añade “para ser santurrón no es necesario ser obispo, sacerdote o religioso”, “no, todos estamos llamados a ser santos”.
Los santos también tienen sus errores, pero saben arrepentirse y soliciar perdón.
El Papa Francisco advierte de la idea de Santos con “rostro de beato”. Es algo considerablemente más profundo y se alimenta de movimientos, “muchos pequeños pasos”, que todos tienen la posibilidad de ofrecer en el lugar donde viven y trabajan. “Cada condición de vida -estas son sus expresiones- conduce a la santidad, ¡siempre!”. Un año después, el 1 de noviembre de 2015, en la Misa conmemorada en el Cementerio de Verano, charló sobre “el camino para lograr la verdadera felicidad”, la santidad. Y mira que los beatos son mansos y pacientes. Un camino, el de la mansedumbre y la paciencia, el que caminó Jesús. En 2016 volvió a hablar del tema en misas en Casa Santa Marta. El 19 de enero, comentando en su homilía sobre David, observa que incluso en la vida de los santos hay tentaciones y pecados. La vida del Rey de Israel es elocuente al respecto: Beato y pecador. Tenía sus pecados, “era aun un asesino”, pero al final los reconoció y solicitó perdón. El Papa concluye con una historia que hace meditar que “no hay santurrón sin pasado, ni pecador sin futuro”. En la misa del 24 de mayo advierte que “la santidad no se compra ni se vende”. Es un obsequio para ser bienvenido. Un regalo y un camino. “La santidad –resalta Francisco– es un sendero en la existencia de Dios” y “no lo puede realizar alguien en mi nombre”. “Un sendero -afirma- que hay que recorrer con valentía, con promesa y con disponibilidad para recibir esta gracia”.
No tengan miedo de ser santurrones, también se nota en Twitter
Los Beatos son también “testigos y compañeros de esperanza”. Estas son las palabras del Papa en la audiencia general del 21 de junio de 2017. En la ocasión explicó que para ser santurrones “no hace falta rezar todo el día”. La santidad está también “en la enfermedad y el sufrimiento”, en el trabajo y en la “protección de los pequeños”. “Que el Señor nos dé la promesa de ser Beatos – fue su invocación – y no pensemos que es algo difícil, ¡es más simple ser delincuentes que Santurrones! No. Podemos ser Santos pues el Señor nos ayuda”. El Papa asimismo charla de santidad en las redes sociales. En el Twitter del 1 de noviembre del año pasado exhibe que “el planeta necesita beatos y todos nosotros, sin excepción, estamos llamados a la santidad”. Y no debemos “tener temor” de caminar por el sendero de la santidad, que es para los humildes y no para los soberbios.
El Motu Proprio sobre la Ofrenda de la Vida, camino de santidad
Una llamada y una exhortación que repiquetea también en las 15 ceremonias de canonización festejadas por Francisco, comenzando por la Madre Teresa, Juan XXIII y Juan Pablo II. Asimismo en la beatificación de Pablo VI, cuando Francisco llama la atención eminentemente sobre su humildad, virtud caracteristica de los presentes y no de los “superhombres”. De manera importante, Francisco abre el sendero a la beatificación, incluso para aquellos que, movidos por la caridad, ofrecieron su historia por el prójimo. Este es el tema del Motu proprio titulado Maiorem hac dilectionem, anunciado en julio de 2017, que empieza con las palabras de Jesús tomadas del Evangelio de Juan: “Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos ”. Esta es la visión de Francisco sobre la santidad: ser amigo de Dios y prójimo hasta el punto de dar la vida.
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa y la santidad, una llamada para todos y no para
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Cosas interesantes de saber el significado : Dios