El Papa y el Adviento: Dios se esconde en lo más
El Papa y el Adviento: Dios se oculta en las ocasiones más comunes de nuestra vida
Este domingo empieza el Adviento, el tiempo litúrgico que nos prepara para la Navidad. Francisco recordó en el Ángelus la “hermosa promesa que nos introduce en el tiempo de Adviento: “Tu Señor va a venir”. Este es el fundamento de nuestra promesa, es lo que nos sostiene incluso en los momentos más difíciles y lacerantes de nuestra vida”.
Mariangela Jaguraba – Vatican News
El Papa Francisco rezó la oración del Ángelus Mariano este domingo (27/11), con leales y peregrinos reunidos en la Plaza de San Pedro.
En el discurso que precedió a la oración, el Pontífice recordó la “hermosa promesa que nos introduce en el tiempo de Adviento: “Tu Señor vendrá”.
Este es el fundamento de nuestra esperanza, es lo que nos sostiene incluso en los momentos mucho más bien difíciles y dolorosos de nuestra vida: Dios viene. ¡Nunca olvidemos eso! El Señor viene siempre, nos visita, se hace próximo y volverá en el final de los tiempos para acogernos en su abrazo.
El Señor inspira nuestras acciones
Luego el Papa logró las siguientes preguntas: “¿De qué forma viene el Señor? ¿Cómo reconocerlo y acogerlo?” Primera pregunta: ¿De qué forma viene el Señor?
Según Francisco, “de manera frecuente escuchamos que el Señor está que se encuentra en nuestro camino, que nos acompaña y nos habla. Pero quizás, distraídos como estamos por tantas cosas, esta verdad nos quede sólo teórica, o imaginemos que el Señor viene de manera fenomenal, quizás a través de algún signo prodigioso. Jesús dice que va a suceder “como en los días de Noé”. ¿Y qué hicieron en los días de Noé? Simplemente las cosas normales y diarias de la vida: “Consumieron y bebieron, se casaron y se brindaron en matrimonio”.
Consideremos esto: Dios está escondido en nuestra vida, está siempre presente, está escondido en las ocasiones más frecuentes y ordinarias de nuestra vida. No viene en eventos expepcionales, sino más bien en cosas diarias. El Señor viene en las cosas de todos y cada uno de los días, por el hecho de que Él está ahí, se manifiesta en las cosas de todos y cada uno de los días. Él está ahí, en nuestro trabajo períodico, en un acercamiento casual, frente una persona en necesidad, aun en el momento en que encaramos días que semejan grises y monótonos, el Señor está ahí, nos llama, nos charla e inspira nuestras acciones. .
Darse cuenta de la presencia de Dios en la vida cotidiana.
Segunda pregunta: ¿De qué forma reconocer y acoger al Señor? Según Papá, “hemos de estar despiertos, atentos, observadores. Jesús nos advierte: existe el peligro de no advertir su venida y no estar preparados para su visita”.
Francisco dijo que recordaba “otras veces lo que afirmaba San Agustín: “Temo al Señor que pasa”, esto es, ¡tengo temor de que pase y no lo reconozca! De hecho, de aquella gente del tiempo de Noé, Jesús dice que consumieron y bebieron “y no sabían nada hasta el momento en que vino el diluvio y los barrió a todos””.
Prestemos atención a esto: ¡no notaron nada! Estaban ocupados con sus cosas y no se percataron de que se aproximaba la inundación. En verdad, Jesús afirma que en el momento en que Él venga, “dos hombres estarán haciendo un trabajo en el campo: uno será tomado y el otro dejado”. ¿Como es la diferencia? ¿Exactamente en qué sentido? Simplemente que uno se encontraba alarma, esperando, con la capacidad de sentir la presencia de Dios en la vida cotidiana; el otro, en cambio, se encontraba distraído, “sin deber”, tal y como si nada, y no se percataba de nada.
Déjate sacudir por el letargo
“En este tiempo de Adviento, dejémonos sacudir por nuestro letargo y despertemos del sueño”, ha dicho el Papa, invitándonos a hacernos las siguientes cuestiones: “¿Soy siendo consciente de lo que vivo? ¿Estoy atento? ¿Estoy despierto? ¿Busco admitir la existencia de Dios en las ocasiones cotidianas o estoy distraído y un poco abrumado por las cosas?
“Si no vemos su venida el día de hoy, tampoco estaremos preparados en el momento en que venga al final de los tiempos. Hermanos y hermanas, ¡permanezcamos observadores! Aguardando que venga el Señor, acércate a nosotros, por el hecho de que Él está aquí, espera. ¡Prestemos atención! Que la Santísima Virgen, Mujer de la espera, que percibió el paso de Dios en la vida humilde y escondida de Nazaret y lo acogió en su seno, nos asista en este sendero de estar alerta esperando del Señor que está en la mitad de nosotros y pasa”, concluyó Francisco.
Como esto:
Cargando…
Entrada archivada bajo: Reflejo de la Palabra.
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa y el Adviento: Dios se esconde en lo más
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios