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El Papa reza por Siria y Kenia en Urbi et Orbi
El Domingo de Resurrección, el Papa Francisco oró especialmente por los países asolados por conflictos en su Urbi et Orbi mensaje a las 50.000 personas abarrotadas en la Plaza de San Pedro y a quienes lo vieron por televisión o internet.
Tras la Misa de celebración de la Pascua, el Pontífice impartió la tradicional Bendición Urbi et Orbi – a la Ciudad de Roma y al Mundo.
En su breve discurso, el Papa Francisco oró especialmente por los estudiantes masacrados por militantes islamistas en la Universidad de Garissa en Kenia.
“Pedimos la paz, sobre todo, para Siria e Irak, que cese el estruendo de las armas y se restablezcan las relaciones pacíficas entre los diversos grupos que integran esos amados países. Que la comunidad internacional no se quede de brazos cruzados ante la inmensa tragedia humanitaria que se desarrolla en estos países y el drama de los numerosos refugiados”, dijo el Papa.
En otra parte de su discurso, también oró por la paz para todos los pueblos de Tierra Santa. “Que crezca la cultura del encuentro entre israelíes y palestinos y se reanude el proceso de paz, para poner fin a años de sufrimiento y división”, oró el Papa argentino.
“Implicamos la paz para Libia, que cese el actual derramamiento de sangre absurdo y todos los actos bárbaros de violencia, y que todos los preocupados por el futuro del país trabajen para favorecer la reconciliación y construir una sociedad fraterna respetuosa de la dignidad de la persona. ”
“También para Yemen expresamos nuestra esperanza de que crezca un deseo común de paz, por el bien de todo el pueblo”.
“Al mismo tiempo, confiamos con esperanza al Señor misericordioso el marco recientemente acordado en Lausana, para que sea un paso definitivo hacia un mundo más seguro y fraterno”.
“Pedimos al Señor resucitado el don de la paz para Nigeria, Sudán del Sur y para las distintas zonas de Sudán y la República Democrática del Congo. Que se eleve la oración constante de todas las personas de buena voluntad por los que perdieron la vida – pienso en particular en los jóvenes que fueron asesinados el pasado jueves en el Garissa University College de Kenia –, por todos los que han sido secuestrados, y por los que han sido obligados a abandonar sus hogares y a sus seres queridos”.
“Que la resurrección del Señor ilumine a la amada Ucrania, especialmente a quienes han sufrido la violencia del conflicto de los últimos meses. Que el país redescubra la paz y la esperanza gracias al compromiso de todas las partes interesadas”.
El Papa Francisco también oró por la paz y la libertad de tantos hombres y mujeres sujetos a viejas y nuevas formas de esclavitud por parte de individuos y grupos criminales.
“Paz y libertad para las víctimas de los narcotraficantes, quienes muchas veces se alían con los poderes que deberían defender la paz y la armonía en la familia humana. Y pedimos paz para este mundo sometido a los traficantes de armas”, rezó el domingo.
Concluyó rezando para que los marginados, los encarcelados, los pobres y los migrantes “que tantas veces son rechazados, maltratados y descartados, los enfermos y los que sufren, los niños, especialmente los que son víctimas de la violencia; todos los que hoy están de luto, y todos los hombres y mujeres de buena voluntad, escuchen la voz consoladora del Señor Jesús: “¡Paz a vosotros!”. (Lc 24,36)”.
