El Papa reza por los sanitarios que asisten a las personas

El Papa reza por los sanitarios que asisten a las personas

En la misa de este sábado (18/04) en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, Francisco dirigió su pensamiento a la gente con discapacidad afectadas por el nuevo coronavirus y a los médicos y enfermeras que las atienden. En la homilía, el Papa destacó que el cristiano sabe charlar con franqueza, ese valor de decir la verdad con la libertad que da el Espíritu Santurrón.

NOTICIAS DEL VATICANO

Francisco presidió la Misa en la Casa Santa Marta, en el Vaticano, en la mañana de este sábado (18/04) de la Octava de Pascua, vigilia del Domingo de la Divina Misericordia. La antífona de entrada de la liturgia de hoy es una manifestación de júbilo extraída del Salmo 104: “El Señor hizo salir a su pueblo con gran alegría; con chillidos de júbilo, sus seleccionados, ¡aleluya!” (Sal 104,43). La intención de oración del Santurrón Padre iba apuntada a los expertos sanitarios que asisten a la gente con discapacidad que han contraído la enfermedad provocada por el nuevo coronavirus:

Ayer recibí una carta de una monja, que trabaja como traductora de lenguaje de señas para sordomudos, y me contaba del trabajo tan bien difícil que tienen los expertos de la salud, enfermeras, médicos, con la gente con discapacidad que han contraído el Covid-19. . Oremos por ellos que están siempre al servicio de estas personas con habilidades diferentes, pero que no tienen las capacidades que nosotros tenemos.

En la primera parte de la homilía, el Papa comentó el pasaje de los Hechos de los Apóstoles (Hch 4, 13-21) en el que los líderes religiosos intimidan con vehemencia a Pedro y Juan a fin de que no enseñen en el nombre de Jesús. Pero los 2 argumentan con audacia y franqueza: “¡Juzguen ustedes mismos si es preciso para Dios que nosotros los obedezcamos a ustedes y no a Dios! En cuanto a nosotros, no podemos quedarnos mudos sobre lo que vimos y oído”. La franqueza – ha dicho el Papa – es una palabra esencial, es el estilo de los predicadores. La palabra griega es parresia. Es la valentía cristiana la que nos impulsa a charlar libremente. Los corazones de los líderes religiosos se cerraron a esta franqueza, se corrompieron: el Espíritu Santurrón no puede ingresar en estos corazones. Pedro, que fue un cobarde, frente a las amenazas de los líderes, responde con valentía, esa valentía que proviene del Espíritu. El católico dice toda la verdad porque es consecuente. El Papa procedió entonces a comentar el Evangelio del día (Mc 16, 9-15) en el que Jesús recrimina primero a los acólitos la dureza de su corazón, pues no creyeron a los que decían haberlo visto resucitado, y después exhorta para que vayan por todo el planeta y anuncien valientemente el Evangelio a toda criatura. La misión nace del Espíritu Santurrón. Que el Señor -fue la oración final de Francisco- nos asista siempre a ser valientes: esto no quiere decir temeridad, la valentía cristiana es siempre y en todo momento sensato, pero es valentía.

En el final de la Misa, el Papa recordó que mañana (domingo) se festejará la Santa Misa en la parroquia de Espírito Beato en Sassia, a las 11 horas (6 am desde Brasilia, nd). Y el primer día de la semana se reanudarán las misas de 7 am (2h de Brasilia, ndr) en Casa Santa Marta. Ahora, el texto de la homilía transcrito por Vatican News:

Los caciques, los jubilados, los escribas, observando a estos hombres y la franqueza con que charlaban, y sabiendo que eran gente sin educación, tal vez no sabían redactar, se sorprendieron. No entendían: “Pero es algo que no podemos comprender, de qué forma esta gente es tan valeroso, tiene esta franqueza”. Esta palabra es una palabra muy importante que se transforma en el estilo mismo de los predicadores cristianos, aun en el Libro de los Hechos de los Apóstoles: franqueza. Coraje. Significa decir todo eso. Dilo claramente. Viene de la raíz griega de decir todo, y con mucha frecuencia empleamos esta palabra, la palabra griega misma, para indicar esto: parrhesia, franqueza, valor. Y vieron en ellos esa franqueza, ese coraje, esa parresía, y no entendieron.

franqueza. El coraje y la franqueza con que predicaban los primeros apóstoles… Por servirnos de un ejemplo, el Libro de los Hechos de los Apóstoles está repleto de esto: dice que Pablo y Bernabé trataron de explicar con franqueza el secreto de Jesús a los judíos y predicaron el Evangelio con franqueza.

Pero hay un verso que me gusta bastante en la Carta a los Hebreos, cuando el autor de la Carta a los Hebreos se da cuenta de que hay algo en la comunidad que está decayendo, que algo se está perdiendo, que es una cierta calidez, que estos cristianos se están volviendo tibios. Y afirma esto – no recuerdo bien la cita, creo que está en el capítulo 13… – dice esto: “Acuérdate de tus primeros días, soportaste un doloroso combate: no deseches tu franqueza”. “No te lo pierdas”, sintetiza la franqueza: si no vienes, no eres un buen cristiano. Si no tienes valor, si para argumentar tu posición te deslizas en ideologías o explicaciones casuísticas, te falta esa franqueza, te falta ese estilo cristiano, la independencia de hablar, de decirlo todo. El valor.

Y entonces vemos que los líderes, los jubilados y los redactes son víctimas, son víctimas de esta franqueza, porque los pone contra la pared: no saben qué realizar. Al percatarse “que eran gente fácil y también inculta, se sorprendieron y reconocieron que eran los que habían estado con Jesús. Entonces, observando al hombre que había sido sanado parado junto a ellos, no supieron qué contestar”. En lugar de admitir la verdad como se veía, sus corazones estaban tan cerrados que buscaron el sendero de la diplomacia, el camino de imponer el acuerdo: “En cierto modo, vamos a asustarlos, vamos a decirles que los van a castigar y vamos a observarlos callar”. De hecho, su franqueza los pone contra la pared: no saben de qué manera conseguir la salida. Pero no se les ocurrió decir: “¿Pero no es eso cierto?” El corazón se encontraba cerrado, endurecido; el corazón se corrompió. Este pertence a los dramas: el poder del Espíritu Santurrón que se manifiesta en esta franqueza de la predicación, en esta disparidad de la predicación, no puede entrar en los corazones corruptos. Por lo tanto, estemos alerta: pecadores sí, corrompidos jamás. Y para no llegar a esa corrupción que tiene muchas formas de manifestarse…

Pero se hallaron contra la pared y no sabían qué decir. Y acabaron realizando un pacto entre ellos: “De alguna manera, vamos a amenazarlos, vamos a asustarlos un tanto”, y los invitaron, los volvieron a llamar y les brindaron órdenes, los invitaron a no hablar, de ninguna manera, o instruir en el nombre de Jesús. “Hagamos la paz: id en paz, pero no habléis en el nombre de Jesús, no enseñéis”. Conocían a Pedro: no era un valiente nato. Fue un cobarde, negó a Jesús. Pero ¿qué ocurrió ahora?

Un pasaje de la homilía del Papa Francisco

Ellos responden: “¡Juzguen ustedes mismos si está bien con Dios que nosotros los obedezcamos a ustedes y no a Dios! En cuanto a nosotros, no tenemos la posibilidad de quedarnos mudos sobre lo que hemos visto y oído”. Pero ¿de dónde viene este valor, a este cobarde que negó al Señor? ¿Qué pasó en el corazón de este hombre? El don del Espíritu Santo: la franqueza, el valor, la parresía es un don, una gracia que el Espíritu Santurrón da el día de Pentecostés. Inmediatamente después de haber recibido el Espíritu Santurrón fueron a predicar: algo valiente, algo nuevo para ellos. Esta es la congruencia, el signo de un cristiano, de un verdadero cristiano: es intrépido, dice toda la realidad porque es coherente.

Y el Señor en el envío llama a esta congruencia. Tras esta síntesis que hace Marcos en el Evangelio, “resucitado por la mañana –síntesis de la resurrección- les reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, pues no habían creído a los que le habían visto resucitado”. Pero con el poder del Espíritu Santo – este es el saludo de Jesús: “Recibid el Espíritu Santo – y les dijo: “Id por todo el planeta y predicad el Evangelio a toda criatura”, id con valor, id con franqueza , no poseas temor . No –retomando el versículo de la Carta a los Hebreos– “desecha tu franqueza, no deseches este don del Espíritu Santo”. La misión nace exactamente de ahí, de ese don que nos hace valientes, francos en el anuncio de la Palabra.

Que el Señor nos ayude siempre a ser de esta manera: ¡valientes! Esto no significa imprudente: no, no. Corajudo. La valentía cristiana es siempre y en todo momento prudente, pero es valentía.

El Santo Padre finalizó la celebración con la adoración y bendición eucarística, invitando a la multitud a hacer la Comunión espiritual. La próxima es la oración recitada por el Papa:

A tus pies, oh Jesús mío, me postro y te ofrezco el arrepentimiento de mi corazón contrito que se hunde en su nada en tu santa presencia. Les adoro en el Sacramento de vuestro amor, la Eucaristía inefable. deseo recibiros en la pobre morada que mi corazón les proporciona; esperando la felicidad de la comunión sacramental, deseo poseeros en Espíritu. Ven a mí, oh Jesús mío, a fin de que yo logre proceder a ti. Que tu amor inflame todo mi ser, para la vida y para la desaparición. Creo en ti, espero en ti. Te amo. Que de este modo sea.

Antes de salir de la Capilla dedicada al Espíritu Santurrón se cantó la antífona mariana “Regina Caeli”cantada en tiempo de Pascua:

Reina del cielo, regocíjate. ¡Aleluya!

Porque Aquel que merecías llevar en tu seno. ¡Aleluya!

Ha resucitado como dijo. ¡Aleluya!

Ruega por nosotros a Dios. ¡Aleluya!

D./ Alégrate y alégrate, oh Virgen María. ¡Aleluya!

C./ Pues realmente el Señor ha resucitado. ¡Aleluya!

Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa reza por los sanitarios que asisten a las personas
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios