El Papa reza para que podamos vencer el miedo en este

El Papa reza para que podamos vencer el miedo en este
En la Misa en Casa Santa Marta, este jueves (26/03), Francisco dirigió su pensamiento a los jubilados solos, a los trabajadores precarios y a quienes cumplen una función social y tienen la posibilidad de ser afectados por el coronavirus. En la homilía nos invitó a conocer cuáles son nuestros ídolos, los ídolos del corazón, que muchas veces están ocultos. La idolatría hace que todos perdamos los dones del Señor
NOTICIAS DEL VATICANO
En la Misa transmitida en directo este jueves (26/03) desde la Capilla de Casa Santa Marta, Francisco oró a fin de que el Señor nos ayude a vencer el miedo en este tiempo caracterizado por la pandemia del Covid-19. Estas son sus expresiones, introduciendo la celebración eucarística:
En estos días de tanto sufrimiento, hay tanto miedo. El miedo de los mayores, que se encuentran solos, en las residencias de mayores o en el hospital o en su domicilio y no saben lo que puede pasar. El temor de los trabajadores sin trabajo fijo que piensan en de qué forma dar de comer a sus hijos y ven venir el hambre. El miedo de tantos agentes sociales que hoy día están ayudando a la sociedad a salir adelante y logren contagiarse de la enfermedad. Asimismo el miedo -los temores- de cada uno de nosotros: cada uno de ellos sabe cuál es el suyo. Oremos al Señor a fin de que nos asista a tener confianza ahora tolerar y vencer nuestros temores.
En la homilía, hablando el primera lectura, tomada del libro del Éxodo (Ex 32,7-14), que cuenta el episodio del becerro de oro, Francisco habló de los ídolos del corazón, ídolos que de forma frecuente escondemos con astucia, destacando que la idolatría nos hace perder todo, nos hace perder los mismos dones del Señor. La idolatría nos lleva a una religiosidad equivocada. Entonces el Papa pidió realizar un examen de conciencia para descubrir nuestros ídolos ocultos. A continuación, el texto de la homilía transcrito por Vatican News:
En la primera Lectura encontramos la escena del motín del pueblo. Moisés subió al Monte para recibir la Ley: Dios se la dio, en piedra, escrita con su dedo. Pero el pueblo se aburrió y se amontonó en torno a Aarón y dijo: “Pero este Moisés, no entendemos dónde se encuentra por un buen tiempo, adónde ha ido, y nos encontramos sin guía. Haznos un dios que nos ayude a proseguir adelante”. Y Aarón, que después será sacerdote de Dios, pero allí era un sacerdote de la estupidez, de los ídolos, dijo: “Sí, dame todo el oro y la plata que tienes”, y lo dieron todo e hicieron aquel becerro de oro. .
En el Salmo escuchamos el lamento de Dios: “Edificaron un becerro en Horeb y adoraron una imagen de metal; modificaron a su Dios, que es su gloria, por la imagen de un buey que come heno.” Y después, en este momento, cuando empieza la Lectura: “Ha dicho el Señor a Moisés: ‘Ve, desciende, porque tu pueblo, que sacaste de la tierra de Egipto, se ha corrompido. Muy pronto se desviaron del camino que les prescribí. Se hicieron un becerro de metal derretido, se postraron ante él y le ofrecieron sacrificios, diciendo: ‘¡Estos son tus dioses, Israel, que te sacaron de Egipto!’” ¡Una verdadera apostasía! Del Dios vivo a la idolatría. No tuvieron paciencia para aguardar el regreso de Moisés: deseaban novedades, deseaban algo, un espectáculo litúrgico, algo…
Me gustaría puntualizar algunas cosas sobre esto: Primeramente, ese anhelo idolátrico: en un caso así, pensaba en los ídolos de Egipto, pero el anhelo de volver a los ídolos, de regresar a lo peor, no sabiendo esperar en el Dios vivo. Esta nostalgia es una patología, también la nuestra. Comienzan a caminar con la ilusión de ser libres, pero luego comienzan los lamentos: “Pero sí, o sea un tiempo duro, el desierto, tengo sed, deseo agua, quiero carne… pero en Egipto comimos cebolla, bueno cosas y aquí no lo tenéis…” Siempre, la idolatría es selectiva: te hace pensar en las cosas buenas que te da, pero no te permite ver las cosas malas. En un caso así, reflexionaron en de qué forma era cuando estaban en la mesa, con esas comidas tan buenas que les agradaban, pero se olvidaron de que esa mesa era la mesa de la esclavitud.
La idolatría es selectiva.
Entonces algo mucho más: la idolatría te hace perderlo todo. Aarón, para realizar el becerro, solicita oro: «Dadme oro y plata»: pero era el oro y la plata que el Señor les había dado, cuando les dijo: «Tomad prestado oro de los egipcios», y entonces ellos se fue con el oro. Es un regalo del Señor y con el regalo del Señor hacen un ídolo. Y eso es bastante feo. Pero asimismo nos pasa este mecanismo: en el momento en que disponemos actitudes que nos llevan a la idolatría, nos apegamos a cosas que nos distancian de Dios, porque hacemos otro dios y lo hacemos con los dones que el Señor nos ha dado. Con inteligencia, con voluntad, con amor, con el corazón… son los propios dones del Señor los que empleamos para practicar la idolatría.
Sí, uno de ustedes puede decirme: “Pero yo no tengo ídolos en el hogar. Tengo el Crucifijo, la imagen de Nuestra Señora, que no son ídolos…” – No, no: en tu corazón. Y la pregunta que debemos hacernos hoy es: ¿qué ídolo tienes en tu corazón, en mi corazón? Esa salida oculta donde me siento bien, que me aleja del Dios vivo. Y asimismo tenemos una actitud muy taimada hacia la idolatría: sabemos ocultar los ídolos, como logró Raquel cuando se escapó de su padre y los escondió en la silla del camello y entre sus ropas. Nosotros asimismo, entre nuestras vestiduras del corazón, escondemos varios ídolos.
La pregunta que me agradaría realizar hoy es: ¿quién es mi ídolo? Ese ídolo mundano mío… y la idolatría asimismo alcanza la piedad, por el hecho de que deseaban el becerro de oro para no realizar circo: no. Para llevar a cabo adoración. “Se postraron ante él”. La idolatría les lleva a una religiosidad errada, dicho sea de paso: muchas veces la mundanalidad, que es idolatría, les hace cambiar la celebración de un sacramento en una fiesta mundana. Un ejemplo: no sé, creo, pensemos, no sé, una celebración de boda. No tienes idea si es un sacramento donde los recién en matrimonio realmente lo dan todo y se aman ante Dios y prometen ser fieles frente Dios y recibir la felicidad de Dios, o si es una exhibición de modelos, de qué forma se visten uno y otro y el otra… mundanalidad. es idolatría. Ese es un ejemplo. Pues la idolatría no cesa: siempre prosigue.
Un pasaje de la homilía del Papa Francisco
Hoy la pregunta que me agradaría hacernos a todos, a todos: ¿quiénes son mis ídolos? Cada uno de ellos tiene lo suyo. Cuáles son mis ídolos. ¿Dónde los escondo? Y que el Señor no nos encuentre, al final de la vida, y diga de todos nosotros: “Te has corrompido. Te has desviado del camino que te había indicado. Te postraste ante un ídolo”.
Pidamos al Señor la felicidad de entender nuestros ídolos. Y si no tenemos la posibilidad de despedirlos, cuando menos apartarlos…
Al final, el Papa finalizó la celebración con la adoración y bendición eucarística, invitando a la multitud a realizar la Comunión espiritual.
La próxima es la oración recitada por el Santo Padre:
Jesús mío, pienso que andas presente en el Santísimo Sacramento. Te amo sobre todas y cada una de las cosas, y mi alma suspira por ti. Pero como ahora no puedo recibirte en el Santísimo Sacramento, ven, por lo menos espiritualmente, a mi corazón. Te abrazo como si ya estuvieras conmigo: me uno a ti completamente. ¡Oh! ¡No dejes que me separe de Ti otra vez!
Antes de salir de la Capilla dedicada al Espíritu Beato, se cantó la antigua antífona mariana Ave Regina Caelorom (“Salve Reina del Cielo”).
Esperamos que le gustara nuestro articulo El Papa reza para que podamos vencer el miedo en este
y todo lo relaciona a Dios , al Santo , nuestra iglesia para el Cristiano y Catolico .
Cosas interesantes de saber el significado : Dios